CAPÍTULO 2

Desde ese día mi padre comenzó a tratarme como a un perro más, uno que hablaba, ya no asistía a clases, venía una maestra dos veces por semana, para enseñarme lo básico, tenía que asistir al veterinario cuando llegaba a atender a algún perro y ayudar a limpiar los criaderos, mi niñez saltó por la ventana, cuando cumpli seis años ya me encargaba de los perros no tan cachorros, pero tampocos adultos, pero yo amaba ese lugar, amaba a esos animales, un día el veterinario abrió la jaula y un pitbull adulto corrió hacia a mi y me araño la espalda, afortunadamente el perro estaba encadenado y no alcanzó a morderme, pero desgarro mi piel y estuve unos días convalecientes.

Una noche me quedé con mi padre de guardia porque la perra más fuerte y poderosa, una pitbull totalmente negra, llamada Centinela,

Ese impresionante animal, estaba por dar a luz, pero mi padre comenzó a tomar y a medianoche estaba totalmente ebrio, comencé a escuchar los alaridos de Centella y corrí hacia ese lugar, aunque el dar a luz para ellas en un acto natural, yo sentía que ella estaba sufriendo, había visto a muchas parir e incluso a ella, pero jamás las oí sufrir de esa manera, por humanidad aparte mi miedo, ¿que miedo? el terror que sentía ante ese intimidante animal, entré a su espacio y comencé a sobar su cabeza, luego ella me lamió y entendí que me pedia yuda, comencé a sobar su vientre y vi que un cachorro estaba atrapado entre la salida y algo que parecía un cordón que salía de Centella, asi que metí un poco mi mano y aparte el cordón y jale un poco al cachorro, para terminara de salir, luego de eso salieron dos más rápidamente y la agonía de Centella terminó, yo tomé en mis manos a la cachorrita, su corazón latía débil y la abracé contra mi camisa para que sintiera mi calor, a lo pronto se sintió a gusto y un pequeño ladrido salió de su boca, se lo acerqué a centella y ella comenzó a lamerla y yo acaricie a su cabeza y la deje ahí alimentando a sus tres cachorros, cuando llegue a la puerta encontré a mi padre sorprendido, Centella era agresiva y despiadada, hasta los otros perros la respetaban era la líder innata del criadero, solo mi padre tenia un especial vinculo con ella y al parecer ahora ella lo había extendido hacia a mí

Después de ese dia, mi padre comenzó a tratarme mucho mejor, pero también comencé a trabajar más duro, jugaba mucho a las luchas con los perros, ellos me veian como uno de ellos, pero un dia un perro nuevo sin motivo me atacó, solo escuche el grito de mi padre, cerre los ojos para esperar el zarpazo ya que no tenia tiempo de nada más, pero cuando siento algo caer a mi lado veo a Centella,

Ella estaba encima del perro y le gruñía furiosa, le dio dos ladridos y golpeó su cara con su pata y yo aproveche de correr hacia la entrada, ese perro no era de los nuestros, fue traido para ser entrenado y fue un descuido de mi parte, no haberme percatado de su presencia, antes de entrar al criadero

Pero ese pequeño percance no me detuvo, mi sueño era convertirme en el más grande criador de perros y trabajaba duro para eso, cuando cumplí los diez años mi padre murió de un infarto.

Me sentí devastado debo reconocer que me dolió más que la muerte de mi madre, después del entierro de mi padre, apareció el hermano de mi madre, yo me sentí aliviado al menos no me llevarían a un lugar temporal, pero el alivio duro poco,

Mi tío vino con intenciones de quedarse con todo, reclamó mi custodia y fue nombrado el albacea de todos mis bienes, claro yo era el único heredero de mi padre, al principio a pesar de sentirme deprimido sehui con mis labores, estar con los perros me hacia sentir cerca de mi padre, pero al pasar dos meses ya yo me había convertido en un esclavo, prácticamente vivía en los criaderos con los animales, cuando cumpli once años, nadie se acordó, pasé el dia con Centinela, al parecer ella lo extrañaba al igual que yo,

Pero ese dia especialmente, mi tio estaba ebrio y con ganas de maltratarme, él me dijo que me odiaba, porque odiaba a mi padre, yo estaba limpiando el criadero de Centinela y el me dio un palazo por la espalda, cuando reaccione lo oí gritar, Centinela se había abalanzado sobre él y había mordido su mano, yo la agarré para que no lo matara,

Pero el maldito no tuvo compasión de ella, sacó su revolver, la apunto y la asesinó en frente de mi, a mi me golpeó con el arma y me arrojo al criadero de Centinela, me encerró y se marchó para que lo atendieran, esa noche el criadero estuvo de luto, todos los perros aullaban y ladraban sin cesar,

Yo me acosté en el lugar donde lo hacia Centinela y lloré como lo que era, un niño, ella era mi unica amiga y yo le falle, tal vez si no la hubiese detenido, hubiese matado al maldito y hubiésemos acabado con este infierno, pero fui débil y por mi culpa ella murio

Al estar ahí, escuche un leve gemido y mis ojos no podían creer lo que veian mis ojos, era una cachorrita negra como la noche, al parecer tenia diez días de nacida cuando mucho, ahí entendí el porqué Centinela tenía meses sin salir de su espacio, todos pensaban que estaba triste por la muerte de mi padre y no, al parecer ella estuvo escondiendo a su cachorra, la tome en mis brazos y la abracé fuerte,

__ hola pequeña te llamaras Centinela como tu madre, la escondi en el bolsillo de mi sueter, nadie había notado su existencia, planeaba escapar y llevarla conmigo, así que pensaba enseñarle a esconderse en las bolsas de basura o en mi pequeño bolso sin hacer ruido.

Despues de una semana mi tio llegó con un hombre como de unos cincuenta años, el hombre venia a escoger varios perros, yo estaba limpiando los criaderos y escuché cuando claramente el hombre le preguntó

__ esta bien, me llevaré diez perros y ¿Cuánto por el muchacho?

__ No, está a la venta

__ vamos te daré el precio de diez perros por él, necesitare que cuide de mis animales,

__ No, contrata a alguien más

__ es el niño Pitbull, ¿no?

__ si, es el famoso niño pitbull

__ Lo quiero para mi, te dare el precio de 20 perros

__ Hecho, pero no dees permitirle regresar nunca

__ ¿tienes miedo a que reclame su herencia?, no te preocupes él no tendrá necesidad de pelear por migajas

Cuando oi eso, no dabia si alegrarme o llorar, pero fui a donde estaba la pequeña centinela y la meti en mi bolsillo de mi sueter, la había acostumbrado a estar ahí en silencio por si me tocaba salir con ella, mi tio se acerco y me dijo:

__ oye inútil, te consegui un buen trabajo, debes irte con este señor,

__ apenas tengo once años, ¿cómo trabajaré?

__ Cómo lo haces aquí, así que lárgate y no regreses nunca

El hombre me tomó por el brazo y me dijo:

__ Vamos niño pitbull, tengo muchos perros para cuidar y entrenar, pero no tengas miedo fui un gran amigo de tu padre y no podía permitir que te quedarás ahí recibiendo malos tratos.

Me fui con el hombre y en el camino lo escuchaba hablar por el celular en diferentes idiomas, Centinela iba en silencio, yo la acariciaba, para que ella entendiera que no debía hacer ruido, de todas maneras íbamos en una camioneta con los otros diez perros, así que había mucho ruidos entre gruñidos y ladridos, después de dos horas de camino, llegarmos a un aeropuerto privado y subimos a un avión, volamos por muchas horas y llegamos a Rusia.

Luego subimos a unas camionetas y después llegamos a una gran Hacienda, era hermosa, él hombre me guío hasta un establo y ahí habían varios criaderos, donde metieron a los perros

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