CAPÍTULO 19

Mientras tanto en la villa, el ánimo de Hellen estaba por el piso, ella actuaba como un robot, hacia todo solo por complacer a la nana, y lo peor es que ella no sabía que la rubia de la que hablaban era nada y nada menos que la psicóloga, pero claro, la mujer no tenía ni la más remota idea de que ese estado de ánimo tan triste que tenía su paciente, era motivo en gran parte de ese abrazo y ese beso que fue televisado entre ella y Fred, en realidad Hellen había sabido esconder sus sentimientos de la psicóloga, esa mujer para nada se ganaba su confianza, ella solo le decía a la mujer lo que quería oír y nada más.

La nana comenzó a darse cuenta de que Hellen no mejoraba con sus terapias, al contrario, se había vuelto más cerrada y aislada, así que lo comentó con el doctor que estuvo totalmente de acuerdo con ella, pero no querían tomar una decisión sin hablar con Fred, pero había sido imposible comunicarse con él, en realidad los hermanos Asaf habían tenido que salir del país a poner en orden una de sus empresas, al parecer algunos socios ambiciosos habían esparcido el rumor de que los hermanos Asaf, eran unos niños incapaces de tomar las riendas del imperio Asaf y eso había ocasionado un pánico colectivo, entre trabajadores, clientes e inversionistas, pero ellos se llevarían una gran sorpresa.

Pues, la inteligencia de Cerem y la audacia y la malicia de Lucifer habían creado un empresario implacable y aunque algunos podían pensar que sus decisiones, serían opacadas por su falta de validez por ser un adolescente de dieciséis años, pero ahí lo complementaba su hermano y mano derecha Fred Asaf, que era tan heredero y dueño de todo como él,

Un mes tardaron los hermanos en poner en orden esa sucursal, pero tendrían que hacer una gira por todas, en total debían visitar cinco países y dejar a personas de su entera confianza a la cabeza de cada empresa, y así lo hicieron, en total los Asaf habían tardado casi siete meses en volver a su hogar.

En realidad, Fred estaba tranquilo él recibía informes semanales de la psicóloga por correo con los avances de su niña, él no había querido comunicarse con nadie de la villa, porque no quería que creciera su ansiedad por regresar, además el único momento que se separaba de su hermano era para ir al sanitario, en realidad había momentos, en lo que aún Cerem se derrumbaba y Fred era su único apoyo.

Sin embargo, Fred apenas llegó, se disculpó con su hermano y salió hacia la villa, su corazón latía al máximo, pues al estar cerca comenzó a silbar y Centinela nunca atendió su llamado, así que se preocupó, pero al llegar su ansiedad se incrementó cuando vio un candado, puesto por fuera, en ese momento su corazón dio un vuelco que sintió que el aire le faltó, él dio un largo suspiro tratando de llevar aire a sus pulmones y parecía que en su pecho había un bloqueo, pero él reaccionó, saltó el portón y entró corriendo a la casa, su más terrible pesadilla se había vuelto realidad, todos los muebles estaban cubiertos por sabanas blancas, y todo estaba lleno de polvo, su intuición le decía que había más de tres meses de soledad en esa casa,

Fred se derrumbó en el piso y llamó al doctor, pero el número salía fuera de servicio, hizo lo mismo con el teléfono de la nana y obtuvo la misma respuesta, así que decidió confirmar una sospecha y llamo a la psicóloga

__ Hola,

__ Hola, amor ¿Cómo estás?

Fred suspiró tratando de controlarse

__ Bien, por favor comunícame con la nana o con el doctor, es que no contestan sus teléfonos

__ hay mi cielo, acabo de salir de la villa, si me hubieses llamado cinco minutos antes te los hubiese comunicado con mucho gusto

__ ah, que lastima ¿y cómo están todos por la villa?

__ todos muy bien, mañana temprano, yo te aviso cuando esté allá para que puedas hablar con ellos, creo que tienen el teléfono dañado o algo así

Fred colgó sin decir nada, por culpa de esa maldita mujer, había perdido el rastro de su niña, pero él no estaba preocupado en lo absoluto, él sacó su teléfono y rastreo a su bebé, tanto ella como sus cachorros tenían collares con GPS, pero se sorprendió al ver lo lejos que estaban, definitivamente esta niña, era un caso serio, Fred marcó su ubicación en el GPS y notó que le llevarían un día de viaje llegar hasta allá y en este momento le era imposible, así que no le quedo de otra que recurrir a su vieja y querida nana, él movió todas sus influencias y le compró a su nana y sus hermanitas menores, una casa justo al lado del lugar donde vivía su tesoro y su nana después de reclamarle su abandono de este año, acepto ayudarlo,

A la semana ya la nana, estaba ubicada e incluso había conocido a sus vecinos, aunque Centinela al verla, la reconoció en seguida e incluso saludo a sus otros hijos, Nerón y Brutus, que eran los guardianes de la nana, de Laurent de 14 años y de Hanna de 5 años, ellas eran otro tesoro escondido de Fred, en realidad cada año, ellas cambiaban su ubicación por miedo a que fuesen ubicadas por sus hermanos.

Así que ellas encantadas, aceptaron su nueva ubicación, era un pueblo hermoso con un clima muy agradable, tenía mucha naturaleza y vegetación a los alrededores, cada casa tenía un amplio jardín y pequeños huertos, donde algunos habitantes cosechando sus propios alimentos.

Pero la casa de las hermanas de Fred era muy sofisticada, tenía una hermosa piscina y una pequeña laguna, la propiedad era impresionante.

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