Kattier fue guiada por Donnie hasta su nueva habitación, donde ella pasará la noche, pero antes de entrar le pide a Donnie que desea ir por sus cosas, a lo que él le dice que no vaya, porque él se las traerá.
—Está bien y por favor tráeme la muñeca que él jefe me regalo— Le pide el favor a Donnie.
—No te preocupes Ningyō. Yo te la traeré— Entonces Donnie se va del lugar, dejando a Kattier en su habitación. Ella se pone nerviosa, porque recuerda que el jefe había ganado la apuesta y le había dejado advertida. —¡Oh no! Debo cerrar muy bien la puerta o ese tipo se hará presente— Ella sigue sus instintos, pero entonces alguien empuja con fuerza la puerta. —¡¿Qué planeas hacer tonta?!— Grita Ahori, quien se hace presente en la habitación de Kattier. —¡¿Ya olvidaste nuestra apuesta?!— Arremete contra ella, quien retrocede para mantenerse distante de él.
—Je-jefe— Tartamudea del miedo.
—Ningyō, yo gane la apuesta así que cumplirás con lo acordado.
—Jefe no sé dé qué habla— Ella intenta hacerse a las desentendidas, pero no le funciona porque él rápidamente la toma en brazos. —No intentes moverte o huir, porque ordenare que te maten— La amenaza para mantenerla a raya.
—Sí es así... Matame ya, porque deseo la muerte que este infierno— Su respuesta es fría y su mirada se torna vacía.
—*¿Qué quiere decir? ¿Prefiere la muerte que estar conmigo?*— Piensa Ahori, mientras se aferra aún más a ella, pero recupera la cordura y la deja ir. —Lo siento— Dice Ahori, mostrándose confundido. —Solo quería darte un susto estúpida Jajajajaja y lo logre— Se burla de ella.
—¿Siempre te comportas como un idiota?— Alega Kattier.
—"¡¿Qué dijiste?!— Pregunta ardido, pero ella calla y se retira de la habitación. Ahori siente que aún no termino y va tras ella. —¡Oye! ¡Tú! ¡¿A dónde crees que vas?! ¡No creas que puedes dejarme hablando solo!— La persigue de mal humor. Kattier por su parte solo lo ignora y camina deprisa para perder de vista. Entonces llega hasta un lugar que parece ser como un lugar de entretenimiento, donde ella ingresa a revisar por su curiosidad. Encuentra un rin, sacos de box, pesas, mancuernas y otras cosas más por lo que se deja llevar por su pasión y con destreza empieza a dar de golpes sincronizados al saco de box. —Esto se siente bien... Si tan solo fuera la cara de ese pervertido del jefe, juro que lo destrozaria— Alega ella, dondo mucho más golpes y finaliza con una patada con la pierna zurda. —Uf... Si tan solo pudiera lograr mi libertad— Dice, mientras se deprime, por todo lo que está viviendo.
Ahori continúa buscándola y cuando llega al lugar de entrenamiento cuerpo a cuerpo, escucha que alguien está entrenando. —*¿Quién practica a estas horas? Iré a ver que sucede*— Al ingresar solo se lleva la sorpresa de que es Kattier quien entrena en el saco de box. Entonces él dice. —¿Prácticas a estas horas? Ya son las diez, deberías ir a dormir— A pesar de su interrupción, ella continúa ignorandolo. Lo que lo enfurece más, entonces él quiere atraparla otra vez, así que camina hacia ella, pero ella lo esquiva hábilmente, haciendo que el saco de box que golpeó con fuerza, regrese y le de el golpe a él. Tras esa asaña ella se burla. —¡Jajajajaja torpe, que torpe! ¡Jajajajajajajajaja! ¡Ay, no puedo más es muy divertido ver esto!— Entre carcajadas, ella se disponía a retirarse de ahí, pero esta vez él ya no pretende jugar así que va tras ella y la sujeta por la cintura, tomándola sorpresivamente. —Me pareces una mujer interesante, solo tú has podido desafiarme de esa manera, por lo que está noche la pasaré contigo... Te has burlado demasiado de mí... Y eso es realmente molesto— Tras decir eso la lleva con él a la habitación que Donnie le dio a Kattier.
—¡Oye jefe! ¡Deténgase! ¡No! ¡No por favor! ¡Así no es como quiero!— Se resiste Kattier, pero a él ni sus suplicas lo detienen y entonces ya estando en la habitación, la pone de frente y le dice. —Hace un momento te burlabas de mi y ahora me súplicas... Te haré saber una cosa Ningyō. De mí nadie se burla.
—Je-Jefe, lo si-siento mucho. Yo solo quería que...— El temor de Kattier se engrandece, por lo que él le vaya a hacer.
—Solo has lo que te pido. Porque en este momento quiero hacer algo contigo— Su mirada hacia ella se vuelve pervertida y perversa.
—¿Qué dice? ¿Qué qui-quiere hacer con-conmigo?
—Desnudarte— Contesta él al instante.
—¡¿Qué?! No... ¡Ya váyase de mi habitación!— Intenta hecharlo, pero él ya había puesto en marcha su perverso plan, llevándola forzadamente a la cama. Hace que se recueste en ella y empieza a besarla bruscamente, pero por la mente de Kattier pasan demasiadas cosas. —*¿Qué me hará? ¿Seguiré viva mañana? Él es un hombre muy fuerte y va a lastimarme mucho... Nunca imagine que mi primera vez seria así de esta manera tan cruel*— Mientras todas esas cosas la aturden, ella se pone a llorar.
—Cállate, que ni te he desnudado aún chillona.
—No quiero, no me gusta... Déjeme ir por favor— Entre su llanto le suplica que la deje ir, pero Ahori ignora sus palabras, aun así no puede evitar verla a los ojos, que se ponían rojos de tanto llorar, algo en él se hablandaba y lo hacía dudar de lo que iba a hacer. —Tus ojos— Dice él, mientras está encima de ella sujetando ambas manos de Kattier con una sola mano. Ella no le toma importancia a lo que dice él.
—Jefe déjeme por favor. Le prometo que me mantendré alejada de usted y ya no recibirá más burlas por parte mía— Continúa suplicando. Al verla así, a Ahori se le viene un recuerdo borroso a la mente de una mujer suplicando para que no le hagan daño. La ve con la ropa rasgada y ensangrentada. —*¿Qué son estos recuerdos?*— Se pregunta así mismo y se siente aturdido por esas imágenes borrosas en su memoria. De inmediato se levanta y se va sin dañar a Kattier, quien se alivia, ya que él no la lastimo. —Ay que alivio... ¡Eso vete!... ¡Puerco pervertido!— Reprocha ella, mientras él se va, pero al llegar a la puerta él gira su mirada feroz hacia ella, haciendo que calle. —Volveré por ti si sigues con esa actitud— Deja una advertencia para ella y se va cerrando la puerta con fuerza.
Al caminar con dirección hacia su habitación se encuentra a Donnie, quien lleva la las cosas de Kattier a su nueva habitación y Ahori se las arrebata para tirarlas al piso. —¡La odio! ¡Es una tonta! ¡Se burla de mí la estúpida!— Hace un berrinche en vista de Donnie y Wolfblack que ayudaba a su amigo con las demás cosas y la muñeca que Ahori le había regalado. —¡Trae eso aquí!— También se lo arrebata para querer tirarla, pero Donnie lo impide. —Ya basta, pareces un bebe berrinchudo.
—¡¿Como te atreves a llamarme así?!— Reclama Ahori, pero Donnie lo ignora tras recoger las cosas de Kattier y en la compañía de Wolfblack se retiran de la vista del jefe. A él no le queda más que seguir su rumbo a su habitación. —Tontos... Ahora ellos son sus sirvientes.
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