Después del accidente que la madre de Ahori sufrió, este la dejó a cargo de Ningyō llevándose a Donnie consigo para regresar a la mansión y estar con Ninel, a quién le contó lo que sucedió con su madre. Ninel conocía a la madre de Ahori, la había visto en álbumes familiares y varias veces había ido en su visita, por lo que ella se sintió afligida y quizo ir a verla, pero Ahori no permite que salga de la mansión. Mientras tanto en el hospital, Ningyō se desvelaba para cuidar de Luvian, a quién veía como una madre tras meses de estar bajo su cuidado. Los doctores que Ahori había hecho llamar para que salven a su madre hacían hasta lo imposible para que la señora Luvian resistiera a las cirugías, pero nada parece indicar que ella vaya a sobrevivir. Ningyō sentía que algo en ella se desvanecía, al ver el estado crítico en el que Luvian se encontraba.
—Señora Luvian, por favor no me abandone.
Ella rompe en llanto cada vez que la ve de esa manera. Luvian está conectada a un respirador artificial, ya que sus pulmones están perforados, esto la ayudaa seguir teniendo un aliento más de vida. Pero después de cinco días de gran batalla, la vida de Luvian esta llegando a su final, por lo que con las pocas fuerzas que le quedan manda a llamar a su hijo.
—Mamá, estoy aquí contigo. Te prometo que vas a salir de esto, no importa lo que tenga que hacer pero voy a lograr que te sanes mamá.
Ahori confía en que los doctores puedan salvarla, pero lo que no sabe es que Luvian ya presiente su final y solo quiere despedirse de su hijo con las pocas fuerzas que hay en ella.
—Ahori, siempre he esperado por tu regreso, siempre miraba esa puerta y deseaba que ingresaras por ella, pero al final eso no pasó. Hijo te olvidaste de tu madre. ¿Sabes una cosa? Conocí a Ninel, cuando ella vino a visitarme un día. Me dijo que era tu novia, al verla note que es una muchacha muy encantadora, pero no has logrado cambiar o ser una mejor persona aún estando al lado de tan bella persona. Entonces déjame repetir que, lo que tú sientes es solo una obsesión y no es amor. Me da miedo...
—Basta mamá no sigas. Guarda tus energías.
Ahori no permite que su madre continúe, pero Luvian no quiere parar.
—Ahori hijo mío, me da miedo que cometas un gran error y termines arrepentido de tus decisiones absurdas. Lo único que quería para ti era que fueras feliz, lejos de ese mundo en el cual tu padre hizo que entraras. Yo nunca dejé de amar a tu padre, pero no estaba de acuerdo con su forma de ver la realidad, siempre le decía lo mismo que a ti. No todo en la vida es riqueza y poder, pero tu padre quizás no me amó lo suficiente o quizás no fui la indicada para él, pero de una cosa sí estoy segura. Que tú y tu padre son idénticos, llenos de orgullo, arrogantes, soberbios y crueles. Crueles con sus enemigos y con quienes los contradigan.
—Mamá, quizás haya heredado todo eso de mi padre, pero estoy aquí contigo, no digas cosas así, porque siento que esto es una despedida. De verdad, perdón por no haber ido a visitarte en más de diez años, aún sin saber que Ninel había ido por ti, pero mamá perdóname...
La voz de Ahori se vuelve temblorosa y entrecortada. —Tú eres fuerte, resistirás y volverás conmigo a la mansión estaré contigo. Si te pones bien prometo que dejaré esto atrás y comenzaremos una nueva vida Tú, yo y Ninel. Yo amo a Ninel como no te imaginas, pero me cuesta dejar las cosas tiradas en esta familia. Mamá... Tú jamás lo entenderías.
Ahori termina rompiendo en llanto, se inclina hacia el regazo de su madre para desahogar su dolor, suplicando su perdón. Luvian no hace más que acariciar la cabellera de su hijo, la misma cabellera que acariciaba para peinar cuando él era un niño. Los recuerdos de su niñez lo invaden, como cuando Luvian llevó por primera vez a su hijo a la primaria y él no quería separarse por nada del mundo de ella. Se aferraba fuertemente a sus pies. 《—¡Mamá por favor no me dejes acá! ¡No te separes de mí, no quiero que nunca nos separemos!》Ahora sabe que este es el final, abraza a su madre con todas sus fuerzas.
—¡Mamá...! ¡Mamá...! ¡Te súplico me perdones! ¡He sido un mal hijo contigo, tú que solo me has dado amor, solo tú eres la única que puede doblegarme! ¡¡No me dejes!! ¡¡No te vayas!! ¡¡Nunca más quiero separarme de ti!! ¡¡Esta vez no me separaré de ti jamás!!
—Que seas feliz Ahori, encuentra a la mujer que haga que seas un hombre mejor... Te perdono.... Hijo...
Ese fue el último aliento y las últimas palabras de Luvian. Las lágrimas de Ahori podrían inundar la habitación entera y cuando el monitor da ese sonido de que todo se acabo, él pega un grito desgarrador. ¡¡¡Mamá!!!
Toma a su madre en brazos, sin importar que esté conectada a los tubos y al respirador artificial. Ahori la sujeta con fuerza, bañando el rostro de su madre con sus lágrimas, despidiéndose de ella con un beso en la frente.
—Te amo.
Mientras tanto afuera había otra escena desgarradora, Ningyō no paraba de llorar al escuchar ese grito de ahori, porque ahí supo que Luvian había partido al otro mundo. Donnie que también estaba presente ahí, no dudó en darle un abrazo.
—Lo siento Kattier, la señora Luvian lucho hasta donde pudo.
Las palabras de Donnie no eran un consuelo para Ningyō, quien se oprimía el pecho del inmenso dolor que sentía tras la pérdida de quien consideraba como una madre, pero a la mente se le vino un recuerdo. El recuerdo de una conversación entre ambas mucho antes de que Ahori llegara al último encuentro con su madre.
《—Sé que usted es una mujer fuerte y sé que resistirá. ¿Sabe? Trabajare muy duro para reunir mucho dinero y la llevaré conmigo a mi pueblo natal. Quizás esté hablando tonterías, pero quiero que conozca el campo, aunque ya sé que lo conoce pero el campo de donde yo vengo es muy hermoso.
Ningyō acaricia las manos de Luvian, mientras ella la observa.
—Querida Kattier. No olvides quién eres, de dónde provienes. No olvides tus objetivos principales. Eres una hermosa muñeca, pero en esta vida no basta con ser una hermosa muñeca, porque esta vida es cruel con las mujeres y hombres de corazón noble. Sé que mi hijo no te dejará ir, pero te pido que resistas y cuando encuentres por fin tu libertad, ve en busca de esa meta que le prometiste a tu padre.》
Ella se limpia las lágrimas, se pone fuerte y firme, repitiendo las siguientes palabras.
—Soy Kattier Pedrick. No soy Ningyō... Desde ahora seré fuerte y no me rendiré ante nada ni nadie. Lucharé con todas mis fuerzas con tal de conseguir mi objetivo.
Donnie, al verla y escucharla decidida, reconoce la ferocidad con la que, la conoció.
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Comments
Topacio
noooo!! pero porque tenía que morir ella aún es muy joven y todo por una irresponsabilidad,y ahora que será de Kattier
2024-09-21
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