permiso para cortejar a su hija.

...Vanesa....

Mi padre me invitó a cenar, pero no veía a mi madre en ninguna parte.

— ¿Y mamá?

— Ya no tarda.

Mi madre llegó y ordenamos la comida. Estábamos cenando tranquilamente cuándo llegó oliver.

— Hola Vane.

— ¿Quien es?. — Preguntó mi padre.

— Es un amigo.

— ¿De dónde lo conoces?

— De ... — No me gusta mentirle a mi padre. creó que era mejor decir la verdad.

— Eso no importa. — Intervino mi madre.

— ¿Puedo sentarme con ustedes?. — Preguntó oliver.

— Es una cena familiar. — Dijo mi padre.

— Pero ya que eres amigo de nuestra hija, puedes sentarte. — ¿Porqué mi madre lo invitó?, ella fue la primera en decír que lo mantuviera alejado.

Oliver se sentó a mi lado.

— ¿Usted es su padre?

— Así es.

— Quiero pedirle permiso para cortejar a su hija. — ¡¿QUÉ?!, ¿está pidiendo permiso para cortejarme?. ¿En qué época piensa que vivimos?

— ¿Podrías repetir lo que dijiste?. — Dijo mi padre incrédulo.

— Quiero salir con su hija. ¿Me daría su aprobación?. — Miré a mi madre. Ella me dió a entender que estaba igual o más confundida que yo.

— Hija. — Mi padre me miró.

— Dime.

— ¿Tú amigo salió de un manicomio?. — Me habló suavemente para que sólo yo escuchará.

— No. — Dije en voz baja.

— Señor no soy un mal tipo. — Sacó algo del bolsillo y se lo enseño a mi padre. — Soy Oliver Howard Collins, y su hija me gusta mucho.

— Papá, necesito hablar un minuto con Oliver. — me levanté tomé el brazo de el y me lo llevé afuera. — ¿Qué crees que estás haciendo?

— Supuse que si le pido permiso a tú padre no te negaras a salir conmigo.

— ¿En qué época piensas que estamos?

— En el siglo XXl, pero eso no es lo importante. Yo sólo quiero demostrarte que no eres un juego, me gustas enserio.

Sus palabras me conmovieron.

— Oliver no es porque piense que soy un juego para tí. Yo no quiero salir contigo porque. — Estaba a punto de contarle del problema de mis ojos pero una fuerza interior me detuvo.

— ¿Porqué?

— Porqué no somos de la misma clase social y una relación así no va funcionar. — ¿Eso fue lo mejor que se te ocurrió?, ¿no pudiste inventar algo mejor?, aunque no es del todo falso.

— A mi no me importa tú clase social. Yo no me fijo en tu dinero o en tú apellido, yo sólo se que tienes un corazón hermoso y quiero ser el dueño de el.

— Oliver yo de verdad no ... — Iba a poner más excusas cuándo sentí una calidez en mis labios. había salido con vários chicos pero nunca llegué a besarme con ninguno.

— No me rechaces, por favor.

Ya no dije más palabras y volvimos a la mesa.

— Señor su hija ya me aceptó, esperó que usted también me acepté. — ¿A qué hora te acepté?.

— ¿Rso es verdad?. — Mi padre me preguntó. Yo no supe que responder. — Vanesa es mi única hija, esperó que no la lastimes porqué si lo haces no me importará tú apellido.

— No es mi intención lastimarla.

Ojalá que esté diciendo la verdad. Me ilusiona mucho salir con el. Tal vez no lo puedo ver bien mi corazón me dice que es un buen tipo.

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