¿Destinó?

...Jaiden....

Llegué a la graduación con mi molesta prima, ella no dejaba de presumir que cerraría las presentaciones. Fue a prepararse. Yo tomé asiendo en una de las filas principales.

— No puedo creerlo. — Oliver habló sin dejar de mirar el escenario.

— ¿Qué es lo que no puedes creer?. — Pregunté.

— Hoy me tropecé con ella en el centro comercial, y ahora la vuelvo a ver, creó que es el destino.

— ¿Destinó?. — Voltee dónde estaba la mirada de mi primo. Lo que ví a continuación me resultó difícil de creer. Era la chica que me aventó dinero hace un mes. — ¿Te gusta esa mocosa?. — Miré fijamente a mi primo.

— Sólo mírala, ¿a quién no le gustaría?. — Volví mi mirada hacia la chica, no es el tipo de chica que a mí me gusta. Es muy delgada, con una cara de niña, y la forma en que me habló cuándo la conocí tampoco me gustó. No estoy acostumbrado a que me lleven la contraria, y menos a qué alguien se atreva a tratarme cómo ella lo hizo. — Vamos primo, admite que es hermosa.

— No voy admitir algo que no pienso. Sólo mírala, parece una mocosa de preparatoria.

— Se me olvidaba que te gustan maduras.

— Pues que no se te olvide.

Su presentación terminó y varias personas se levantaron para aplaudirle, yo aplaudí desde mi asiento.

Ella hizo una reverencia y se marchó. Vino mi prima y a comparación de la otra chica no lo hizo tan bien.

Terminó de tocar, las personas aplaudieron y nos fuimos a la fiesta, mi prima estaba un poco molesta porqué la otra había tocado mejor.

— Claramente soy mejor que ella, no entiendo porqué a mi no me aplaudieron tanto.

— No le den importancia. — Le consoló Oliver.

— No la conozco y ya la detesto.

— Mírala, ahí está. — La amiga de mi prima señaló a la chica que claramente tocó mejor que Susy.

— ¿Qué hace hablando con el profesor?. — Susy se puso roja de coraje.

— ¿Porqué te enoja que hablé con un profesor?. —Preguntó Oliver desconcertado.

— No. Por nada. — Fingió que todo estaba bien, aunque mi sexto sentido me dice que mi querida prima se enamoró de alguien mayor que ella.

— Parece que le gusta venderse a hombres mayores. — Su amiga habló cuándo notó que tres tipos se acercaban a la mocosa.

...Vanesa....

No quería quedarme a la fiesta pero el profesor me dijo que los inversionistas de la vez pasada querían hablar conmigo.

— Hola. — Saludaron todos cortésmente.

— Hola.

— ¿Pensaste en nuestra oferta?, ¿vendrás con nosotros?

— Lo pensé y claro que iré. — Dejé ver una gran sonrisa.

— Genial. Mañana te enviaremos el contrato. Aquí está mi tarjeta por si tienes alguna duda.

— Muchas gracias.

Los tres hombres se retiraron.

— Te acabas de graduar y ya tienes trabajo. Me imprecionas. — Bromeó el profesor mientras acariciaba mi cabello.

— Es todo gracias a usted, sin su paciencia no estaría aquí hoy.

— Ya qué me lo debes deberías bailar una pieza conmigo.

— Claro. — Tomé su mano y fuimos a bailar una canción un poco romántica. Era extraño hacer éso con el, es mi profesor desde hace cinco años, cuándo lo conocí dijo que tenía 25, ahora debe estarle pegando a los 30.

...Susy....

¿Quién es esa tipa?, ¿porqué Angel está bailando con ella y no conmigo?

— Susy disimula tu molestia, tu hermano se dará cuenta. — Mi mejor amiga me habló.

— ¿Cómo quieres que no esté molesta?, llevó tres años detrás de el y nunca me ha visto más que cómo una alumna.

— Si amiga pero el sólo está bailando con ella, no es cómo si se estuvieran besando.

— Si eso pasa iré a arrancarle el cabello.

Por fin se acabó la música y los dos se separaron, ella seguía sonriendo coqueta y el ni se diga. Seguro que es por ella que me ha rechazado tanto.

Mi hermano se alejó de nuestra mesa un momento.

— ¿A dónde vas?

— Ya lo verás.

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