En otra parte de California.
...Jaiden....
Quién se iba imaginar que mi querido primo se convertiría en todo rompe corazones. Va de mujer en mujer.
— ¿Mínimo te cuidas?, no quiero sobrinos regados por todos lados. — Sonreí con malicia. Ya me imaginé la cara que pondrá mi tía sí Oliver sale con algo así.
— Tranquilo. Si algo aprendí bien en la preparatoria fue el tema de los métodos anticonceptivos. — Sonrió.
— ¿Cuántas te tomaste?. — Lo crudo se le notaba a 10 metros de distancia.
— Unas dos o tres.
— No traes cara de dos o tres cervezas.
— Fueron botellas.
— Te acabarás la fortuna de mis tíos en las cantinas.
— No creó. Gracias a tus habilidades nuestra fortuna se ha incrementado en un 30% en los últimos años.
— Pero gracias a ti ha disminuido al menos 12%.
— Jaiden no estoy para tus regaños. Mejor ve a la empresa y saludas a la chica linda de mi parte.
— ¿De quién hablas?
— De la recepcionista pelirroja. Si yo fuera tú me la habría tirado desde hace mucho tiempo.
— A diferencia de tí yo si elijo bien con quién acostarme. Ahora desayuna. Necesitas recuperar energía.
— A veces te comportas cómo mi madre.
— Jajaja. — Reí sarcásticamente. — Mi tía ya no te aguantaría si supiera en lo que te has convertido.
— No es mi culpa.
— Te dije que no era la mujer para tí, te advertí que no te enamorarás de ella. Mirá cómo terminaste por no hacerme caso.
— No todos tenemos un corazón de piedra cómo el tuyo.
— Supérala. Estoy seguro de que Alexa está feliz viviendo en Europa.
— No menciones a esa zorra.
Esa zorra cómo la llamas se alejó de tí por culpa de mis tíos. Si supieras seguro irías detrás de ella. Por algo no te he dicho la verdad. Tú relación con ella no iba funcionar. Ella no es de nuestro círculo social, tú papá y toda nuestra familia le hubieran hecho la vida imposible.
— Me voy a la empresa. Tengo una reunión muy importante hoy.
— Te diría suerte pero no la necesitas.
— Lo qué necesito es que mi primo se ponga a trabajar y deje sus vicios.
— Si cómo digas.
Eres un desastre sin ella. A veces me dan ganas de decirte la verdad. Lo siento Oliver. De verdad lo siento.
...Vanesa....
No sé cómo pero voy a convencer a mi padre.
— Buenos días papá. — Lo abracé y le dí un beso en la mejilla muy feliz.
— Buenos días.
— Sobre la gira...
— Creó que ya hablamos de ése tema.
— Si. Hablamos pero me faltó decirle que con sin su permiso igual iré.
— ¡Vanesa!. — Elevó un poco la voz.
— Soy mayor de edad. Ya es momento de que empiece a tomar mis propias decisiones. Ahora sí me disculpa tengo que ir a un ensayo.
— Vanesa tú...
— Yo estuve tomando clases de piano durante 10 años. En un mes es mi graduación. No me esforcé tanto para quedarme encerrada en casa. Me esforcé porqué quería que te sintieras orgulloso de mí, y porqué me encanta tocar.
— ¿De verdad es lo que quieres?
— Si padre. Es lo que quiero. —. Salí de casa y me dirigí a la academia de música. Un mes. Sólo un mes. Iba distraída cuándo escuché el ruido de un auto. Frené rápido y caí al suelo.
Un hombre bajó.
— ¿Señorita se encuentra bien?
— Auuu. Me duele el tobillo.
— Lo siento señorita. Es que se cruzó en el camino.
— No sé preocupe. — El amable señor me ayudó a levantarme. Y me ayudó a sentarme en una banca.
— ¡¿Porqué tardas tanto?!. — Una voz gruñona vino desde el auto.
— La señorita está lastimada.
— Es su problema. Ella fue la que se cruzó en la calle. — Ví una silueta bajar del auto. — Toma. — Me aventó dinero. — Ve al hospital y deja de dar molestias. Me dió la espalda.
Odié su forma de hablarme y tratarme. ¿Cómo porqué me avienta dinero?, ¿de que me vio cara?
— Usted no es nadie para decirme que hacer. — Agarré el dinero y se lo aventé en la espalda. — Yo no necesito su dinero.
El hombre se giró y a pesar de que no veo bien me dí cuenta de que estaba enojado.
— ¿Tú?, ¿te atreviste a responderme?
— ¿Y porqué no puedo responderle?, ¿quién se cree?, ¿el dueño del mundo?. — Hablé con firmeza. No voy a dejar que esté tonto me hablé como se le de la gana.
— Nos sabes quién soy ¿verdad?.
— No sé y no me interesa saber. — Me levanté de la banca. — Señor muchas gracias por su amabilidad. Bien dicen que el dinero no compra la educación. — Miré la silueta de aquél hombre cuando dije eso. Luego paré un taxi y subí a él.
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Updated 89 Episodes
Comments
Esmeralda Bueno Cubas
es un idiota tratando así alas personas
2024-11-22
1
Landys Gutierrez
ese imbecil se cree el dueño del mundo, el resentido ese
2024-04-11
9
Diana Quintero
no se porque la humilla, es un imbecil, pero me encanta que no se quedó callada 👏👏👏👏👏
2024-04-01
0