...Vanesa....
Llegar al portón de está villa es todo un retó. Un auto paso por mi lado. qué poca amabilidad, me hubiera llevado al portón para poder tomar un taxi.
No importa, es un día hermoso, necesito recuperar un poco de color.
Llegué a mi casa y rápidamente le conté a mi madre la buena noticia. No quise contarle que el niño actuaba extraño, tal vez no quiera que vuelva a esa casa.
Al día siguiente me preparé para ir. También mandé mi currículum a otras familias, quería ser profesora de más de un niño, así puedo tener más ingresos.
.....
Entré a la casa y Michael corrió a recibirme con un abrazo.
— Hola vane. — Saludó con una sonrisa.
— Hola. ¿Cómo amaneciste?
— Muy bien, ¿ya desayunaste?, ¿quieres desayunar conmigo?.
No había desayunado pero sentí que no era apropiado desayunar con el.
— Ya desayuné.
— ¿No puedes hacer espacio en tu pancita y comer otro poquito conmigo?
Su forma de hablar me hizo reír.
— No puedo, es que mi pancita ya está muy llena.
— Buenos días vanesa.— era la voz del padre del niño.
— Buenos días señor.
— Escuché que mi hijo te invitó a desayunar, siéntate con nosotros. por favor. — Ahora se de dónde salió tan agradable el niño.
— No sería correcto.
— ¿Porqué no?.
— Yo soy su empleada.
— Tú eres mi herma...
— Su profesora. — interrumpió el padre. — No una empleada cualquiera. Por favor desayuna con nosotros.
Supongo que no hay problema si es el padre quién me invita.
— Está bien. — Acepté. Fuimos a la mesa y tomé asiento. Una empleada estaba sirviendo el desayuno.
— ¿Quién es ella?. — La voz de una mujer sonó.
— Es la nueva profesora de michael.
— Si es una empleada ¿porqué se sienta con nosotros?
— Yo la invité. No seas descortés. — esa voz sonó amenazante.
— Vaya vaya, ahora hasta las empleadas se sientan en nuestra mesa. — Esa sin duda era la voz del tipo con el ego alto.
— Nunca desayunan conmigo y ahora que tengo una compañía agradable vienen a molestar. — Parece que está familia no se lleva muy bien.
— Me voy al trabajo. — Habló la señora.
— También me retiró, que aprovechen. — El sujetó de ego alto me lanzó una mirada. si pudiera ver bien diría que fue una mirada siniestra porqué mi cuerpo sintió un escalofrío.
— Lamentó que hayas presenciado ésto.
— No sé preocupe. — Seguí comiéndo y michael no dejaba de verme. — ¿Pasa algo?
— Hasta tu forma de comer es igual a la de ella.
— ¿A la de quién?
— A la de nadie. hijo come. — Le ordenó su padre, Michael le hizo caso, dejó de verme.
— Vanesa, ¿tú naciste aquí?
Su pregunta me sorprendió un poco. creó que no leyó mi solicitud de empleo ahí lo escribí.
— Si señor. yo nací aquí.
— ¿Cómo se llama tú padre?.
— Enzo Araque.
— Ya veo, ¿y tú madre?
— Sabrina Iriarte.
— Ellos no son tus padres. — Dijo Michael.
— ¿Porqué dices eso?. — Pregunté desconcertada.
— Sólo está jugando. hijo si ya terminaste ve a lavarte los dientes.
— Si papá. — michael se levantó y fue a cepillarse.
— Mi hijo perdió a su madre hacé poco.
— Lo siento mucho. — pensé que su madre era la señora de hace un momento. Pero ya ví que no.
— Por favor no le dez mucha importancia a las cosas que el dice, es sólo un niño.
— Está bien señor. no sé preocupe.
— También quería pedirte que lo acompañes hasta que yo regresé.
— Pero yo...
— Se que no es tu trabajo pero sólo será durante unos días, pronto entrará a la escuela y tú podrás venir a darle clases por la tarde. tú sueldo también será más alto. ¿el triple te parece bien?
— ¿Qué?. — ¿El triple?, pero eso es mucho.
— Si no te parece suficiente puedo aumentarlo más.
— No. No es necesario. Eso ya es demasiado. Así está bien.
— ¿Estás segura?
— Si. — es lo que ganaría si enseñará a más niños y sólo voy a enseñar a uno, además de cuidarlo unas horas.
— Bueno. Es un trato.
Michael regresó, su padre se despidió de él y luego nos fuimos a la sala de piano. estuvimos practicando varias horas, jugamos, comimos juntos y después volvimos a practicar.
— Tocas muy bien.
— Mi madre me enseñaba antes. Ella era profesora de piano igual que tú.
— Ya veo, seguro era muy buena.
— Si. Lo era. — Agachó la cabeza.
— No estés triste, tú madre está en un lugar muy bonito, y desde ahí te está cuidando.
— ¿De verdad?
— Estoy segura que si.
El me abrazó y yo le correspondí, luego para animarlo le dije que diéramos un paseó. Michael aceptó y salimos al jardín.
— Búscame. — dijo de repente y se ocultó no se dónde, genial, me puso a jugar un juego dónde soy malísima.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 89 Episodes
Comments
Amunet♥︎
si q sabe guardar secretos ♥︎
2025-02-28
0
Landys Gutierrez
me gusta la forma de ser del padre el es el de la plata y los otros son los que se creen Dioces
2024-04-12
14
Topacio
nadie se daba cuenta de su ceguera??
2024-04-05
0