Capítulo 10

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Después de la llamada que tuve con él abogado de mi padre volví a mi habitación comenzando a dar vueltas en mi cabeza como ayer.

Necesitaba cambiarme de ropa y darme una ducha rápida, solo esperaba que él agua saliera caliente.

Tenía que pensar un buen plan para poder salir y encontrarme con él abogado, está claro que si él psicópata me veía quedando con él abogado llamaría rápido a jefecito él cual me amenazo.

Solo necesita que su jefecito le diera la orden para matarme, que con gusto él psicópata lo haría.

Abro mi armario buscando ropa que no llamara mucho la atención así que volví a la ropa casi cómoda, cogí unos vaqueros y una sudadera más fina que la que tenía puesta.

Cogí ropa interior y unas playeras desgastadas caminando hasta mi baño.

Por suerte aún quedaba agua caliente la aproveche dándome una ducha lo más rápido que podía sin mojarme mi pelo teniéndolo recogido.

Cuando salí vestida empecé a darle vueltas pensando en un plan para salir.

Tenía que meter a Bianca en esto... sola no podría despistar al otro, tenía que ayudarme en mi plan que no sabía cien por cien si saldría bien o mal...

Cogí él teléfono del despacho de mi padre marcando el número de Bianca, sé que era pronto aun, pero de verdad que la necesitaba.

-¿Bianca? - la llamo cuando me coge la llamada.

-¿Antonella? - la escucho decirme a través de la llamada con una voz soñolienta. - Es demasiado pronto... - se queja.

-Lo siento, pero te necesito – escucho el sonido de su cama cuando se mueve.

-¿Qué pasa? - me pregunta.

-Me llamo esta mañana un hombre diciéndome que era abogado de mi padre – comienzo a decirla, pero ella me corta.

-Espera... ¿Dijiste un abogado de tu padre? - su voz aun sonaba soñolienta y sabía que estaba haciendo un esfuerzo por enterarse lo que la estaba diciendo.

-Sí, quiere hablar conmigo en persona, me dijo que mi padre me dejo un testamento y que mi padre me estaba protegiendo – la explico rápido.

-Antonella... ¿Y si el que te llamo se hizo pasar como abogado? Sabes que todo puede pasar, pueden ser los que estén detrás de la muerte de tu familia que lo hacen para ver de alguna forma si estas cumpliendo con no investigar – comienzo a morderme mis uñas.

No había pensado en eso...

-No había pensado en eso, pero Bianca, sonaba tan real si no quedo con él no lo sabre y a lo mejor él es la única persona que me puede dar respuesta – la digo sincera. - ¿Y si es la única persona que sabe si mi padre tenía doble vida? Ayer cuando volví a casa me puse a buscar en él cuarto de mi padre, estoy desesperada – la digo dejando atrás él dinero que me encontré, no es porque no me fie de ella si no, no la estaría contando esto, ya me imaginaba que podían tener hasta pinchados los teléfonos, aunque bueno la estaría cagando porque Bianca ya es cómplice de lo que paso con mi familia ya que la conté todo.

-¿Tienes algún plan? Porque estas acorralada Antonella vallas donde vallas te van a perseguir, si te ven con él supuesto abogado pueden matarte – estaba sin salida lo sé, pero tenía que intentarlo.

-Había pensado en que te vinieras a mi casa y fingieras molestia conmigo llamando a la puerta como si no te quisiera abrir para llamar la atención del psicópata que me persigue así yo poder salir por atrás de la casa, por lo que se está solo así que es imposible que pueda estar pendiente de cada esquina y cada cosa que pasa, es un humano no un robot – a lo mejor era un plan de mierda, pero otra cosa no se me ocurría.

-Es una locura, puede salir mal, pero así lo hare, si de verdad quieres hablar con ese tal abogado solo te pido que vallas con mucho cuidado Antonella no te puedes fiar de nadie – me asegura ella.

-Lo sé, gracias, Bianca, dame diez minutos tengo que ponerme en contacto con él abogado para decirle que si acepto y donde vamos a quedar – observo la mesa de mi padre.

-Está bien me voy a preparar, en quince minutos más o menos estaré en tu casa con tu plan cuando escuches que te llamo al timbre sal por la parte de atrás luego quiero que me llames para saber cómo te fue – asiento con mi cabeza, aunque no me vea.

-Está bien yo estaré preparada antes lo más seguro, gracias de nuevo – con eso cuelgo la llamada.

Busco él número de hace unas horas atrás dando con él en él registro de las ultimas llamadas, rápido doy a marcar esperando a que me lo cogiera.

A los pocos tonos termina cogiéndome la llamada.

-Antonella pensé por un momento que no me llamarías - me dice al instante cuando coge la llamada.

-Estuve pensándolo en lo que me dijiste y acepto dime donde quedamos tengo que ser cuidadosa – le digo moviendo mi pierna nerviosa al saber que mi vida de nuevo estaba en juego.

-Podemos quedar en él parque que ibas con tu padre cuando eras pequeña - me quedo congelada cuando le escucho.

-¿Cómo sabes tú eso? - le pregunto al instante.

-Se muchas cosas Antonella por eso tenemos que hablar, es un lugar tranquilo donde no podrán hacer nada porque abra gente a nuestro alrededor y créeme que ellos no querrán llamar la atención de esa manera – frunzo mi ceño escuchándolo atentamente.

-Está bien quedaremos en él parque dame tiempo tengo que coger un taxi para llegar hasta allí, si me estas mintiendo ten por claro que hay una persona que sabe que voy a quedar contigo ira a la policía y será peor para ti – intento amenazarlo.

-Entiendo tú desconfianza Antonella – me hablaba con mucho respeto, era extraño, pero no le tomo mucha importancia. - No hare nada solo voy a hacer mi trabajo ten cuidado te esperare él tiempo que sea necesario en él parque – con eso cuelga la llamada.

Dejo el teléfono fijo en su sitio sonando él sonido de que estaba cargando de nuevo, camino fuera del despacho cogiendo una chaqueta esperándome en las escaleras en los primeros escalones esperando a que viniera Bianca.

Cogí dinero mío lo suficiente para poder ir y volver a casa y hacer alguna llamada por los teléfonos que había en algunas calles teniendo que meter monedas, se llaman cabinas.

Pasan como diez minutos cuando él timbre suena, trago fuerte saliva preparándome.

No pasa ni un minuto cuando él timbre vuelve a sonar.

-¡Antonella! - la voz de Bianca se escucha desde afuera. - ¡Vamos abréveme la puerta! ¡Perdón! ¿Vale? No lo decía enserio – sonrió, era muy buena actriz había que admitirlo. - Se por lo que estas pasando, pero de verdad que yo no quería besarlo fue él - evito no reírme.

Aprovecho para bajar las escaleras intentando evitar no mirar hacia él salón cuando me meto en él garaje bajando las escaleras abriéndola la puerta pequeña con la llave.

Cuando piso la calle miro a ambos lados para después cerrarla comenzando a caminar a pasos apresurados.

-¡Nuestra amistad no tiene que acabar por un tío Antonella! ¡Somos mejores amigas desde la infancia! - se escucha la voz de Bianca al otro lado.

Eran las típicas peleas de adolescentes así que pegaba perfectamente, tendría que estar sorprendido o más bien flipando él otro al estar escuchándola y espero de verdad que él se creyera que yo estaba dentro de la casa.

Cuando consigo alejarme un poco intentando no pasar al otro lado para que me viera echo a correr calle abajo viendo a lo lejos un taxi donde tenía un cartel pequeño en él que ponía que estaba libre.

Levanto mi brazo llamando su atención abriendo la puerta de atrás subiéndome cerrando la puerta con mi respiración acelerada.

Le digo rápido la dirección donde estaba el parque, no estaba muy lejos pero cada segundo que pasaba dentro del taxi cuando arranco se me hacían eternos y mi tensión me estaba matando.

Él miedo de que me pudieran pillar estaba en cada momento estando nerviosa mirando a todos lados.

Pasa un pequeño rato cuando aparca diciéndome lo que le debía, saco rápido él dinero dándoselo abriendo la puerta, cuando la cierro veo como se aleja mientras que yo me quedo parada observando él parque.

Muchos recuerdos aparecen de golpe en mi cabeza como si hubieran sido ayer y mis pies parecen que llevan pegamentos porque no me atrevía a dar un paso más.

Unos niños pasan por mi lado corriendo jugando con una pelota, algunas madres estaban sentadas en los bancos teniendo él carro a su lado disfrutando de la mañana ya que hoy era fiesta y por lo tanto los niños no iban al colegio.

Mis ojos se detienen en un hombre sentado en un banco, solo vestía formal y llevaba un maletín miraba a los niños jugar en la tierra haciendo castillos y demás.

Supongo que ese podría ser él abogado...

Me quedo observándolo por más segundo, él se gira mirando en mi dirección dándose cuenta.

Se levanta levantando su mano en forma de saludo.

¿Y si es una trampa?

De nuevo me estaba debatiendo dentro de mí misma sin saber si ir estando mi vida en juego...

Para el próximo capítulo tenemos que llegar a 3,10K👍

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Antonella

Ashton

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