...Denle me gusta para más capítulos 👍🔥...
No sé cuánto tiempo paso, pero seguía sobre él colchón viejo mientras que él estaba sentado en una de las sillas viejas de madera mirándome fijamente sin apartar su mirada de la mía.
Mi boca estaba seca, mis pies me seguían doliendo a causa de las heridas que me había hecho por correr y andar descalza además de que él frio estaba calando mis huesos.
Levanto mi cabeza después de bastante rato evitando su mirada, muerdo mi mejilla interna dudando si pedírselo o no, pero no me quedaba otra...
-¿Podrías darme un poco de agua? - le pregunto viendo cómo se mueve por fin chasqueando su lengua mostrándome de nuevo esa sonrisa de psicópata.
-¿A cambio de qué? - alza su ceja retándome.
-¿Cómo que a cambio de qué? No entiendo... - le contesto sincera cambiando mi gesto a uno de confusión.
-¿Quieres agua no? - asiento despacio con mi cabeza. - Bien a cambio de algo – le observo esperando a que me diga. - Un beso – su sonrisa aumenta cuando ve mi reacción elevándose más su ego como delincuente.
-¿Un beso? - le digo sorprendida.
¿Qué le pasaba a este tipo?
Hace un rato me estaba gritando y ahora estaba pidiendo un beso.
Se levanta de la silla observándome acercándose para ponerse a mi altura mirándome directamente a los ojos.
-Las niñas como tú rubia me ponen demasiado cachondo y ya que estoy perdiendo mi valioso tiempo con una niñata como tú al menos llevarme de todo esto un beso y quien sabe... - me observa de arriba abajo consiguiendo que me sintiera intimidada por su mirada penetrante abrazándome a mí misma tapándome más con él albornoz como si este fuera a poder tapar la desnudez de mis muslos y mis piernas.
Él suelta una risa ronca al verme intimidada por sus palabras.
-Prefiero morir antes de sed – me atrevo a decirle viendo como mantiene de nuevo las distancias entre nosotros volviendo a sentarse en la silla.
-Tú veras, no soy yo el que está sin salida, él jefe nos dijo que no podíamos tocarte, pero la tentación es mucho más grande que las normas – antes había estado de nuevo hablando por teléfono mientras yo me mantenía quieta y callada.
Entreabro mis labios dispuesta a contestarle y tal vez atreverme a decirle que era un descarado, pero la puerta de la cabaña se abre apareciendo un hombre con su pelo blanco y un traje bien planchado.
Mira por unos segundos al delincuente para desviar su mirada hasta a mí.
-La pobre niña que ha perdido recientemente a su familia en un trágico accidente – habla mostrando una sonrisa socarrona.
-No fue un trágico accidente – me atrevo a decirle. - ¿Quién eres tú? ¿Qué quieres de mí? - da unos pasos acercándose.
No me había dado cuenta de que él delincuente se había levantado y estaba de pie parado volviendo a estar serio.
-Él hombre que mandara matarte a sus hombres si metes tu morro donde no te llaman – se sienta en la silla donde estaba antes él otro. - No voy a matarte aun – me muestra una sonrisa. - Pienso que eres una jovencita que la queda mucho que recorrer y si eres tan inteligente como muestras no investigaras por ti misma lo que le paso a tu familia – lo observo viendo que lo estaba diciendo muy enserio.
-¿Por qué debería de creerte? - le pregunto dejando mi temor a un lado.
-¿Lo de no matarte? No te creas que te dejare libre sin más muchachita, si estás aquí es porque tuviste suerte y la vida te quiso dar una segunda oportunidad y yo creo en esas cosas, por eso no te mato – levanta su brazo mirando al delincuente señalándole. - Él te estará observando cada día tus movimientos si me dice que sospecha de que investigas sobre lo que paso es fácil le mandare que te mate y créeme que no querrás no tiene piedad por nadie – sonríe de nuevo. - Le encanta las niñas como tú no me hagas que me arrepienta, si vine hasta aquí es para decírtelo en persona suficiente ya pasaste notas anónimas sería más tráumante – se levanta sin quitar esa sonrisa de su rostro.
Era otro psicópata...
-Quiero que lleves a la chica a su casa de nuevo – le dice al delincuente, este solo asiente con su cabeza sin decir nada. - No te esmeres en esperar a la policía, aunque digan que son los héroes no lo son – me dice de nuevo.
Con eso se levanta de la silla marchándose como si nada, como si no me hubiera destrozado mi vida y me hubiera dejado sin familia.
¿Qué se supone debería hacer? No podía hacer nada me encontraba entre la espada y la pared.
De nuevo mi cabeza estaba saturada.
Me quedo observando la puerta que la deja abierta entrando en un pequeño trance que no salgo de él hasta que no siento como me agarran con fuerza de mi brazo alzándome haciendo que me levantara rápido del viejo colchón.
-Ya le escuchaste niñata mantén tú boca cerrada si quieres seguir viviendo – suelto un pequeño jadeo de dolor cuando me saca prácticamente a la fuerza de la cabaña.
Veo varios coches aparcados en los que en uno de ellos monta aquel hombre que me dejo en claro lo que me pasaría, sus hombres se montan en los demás abandonando rápido él camino quedando solo la furgoneta enfrente de nosotros.
-Con lo de mantener la boca encerrada también va enserio lo de no hacer nada - me dice abriendo las puertas de atrás metiéndome dentro dándome un empujón.
Mi cuerpo cae dándome contra los asientos haciéndome daño.
Cierra las dos puertas escuchándose sus pasos hasta él ruido de la puerta de adelante cuando la abre subiéndose escuchándose él portazo avisando que la había cerrado.
Cojo una bocanada de aire cuando él motor ruge y a los pocos segundos siento como nos comenzamos a mover.
¿Esto acaso era un juego?
Para ellos parecía que si para mi no...
Una pequeña luz se ve a través de las puertas haciendo que no estuviera del todo a oscuras aquí dentro.
Me sujeto moviendo mis muñecas tocándolas intentando aliviar el dolor por la tensión que tenía en todo mi cuerpo.
Por cada minuto que pasaba encerrada más angustia sentía, estar encerrada no me gustaba nada incluso podía tener pánico.
Pero gracias a dios no tardamos mucho en llegar cuando siento como se detiene y él motor deja de rugir.
Las puertas se vuelven a abrir apareciendo él aun puesto con él pasamontañas.
Cuando vuelve a tirar fuerte de mí, me doy cuenta de que había metido la furgoneta al lado del garaje debajo del gran árbol.
-Eres libre de momento – me hace mirarlo fijamente cuando me agarra con fuerza mi barbilla posando su mano en mi mandíbula haciéndome daño. - Te estaré vigilando, aunque tú no me veas si cometes un error será un placer acabar contigo – con eso me suelta empujándome hacía mi casa.
Hace un movimiento con su cabeza diciéndome sin palabras que entrara a la casa.
No quería entrar...
Había una gran cuerda de plástico en la puerta avisando que no se podía pasar, además de que todo estaba tal cual nada se había tocado menos los cuerpos.
Rápido le doy la espalda corriendo hacía la puerta encontrándome con que estaba abierta no hacía falta meter la llave.
Cierro la puerta dándome la vuelta apoyando mi espalda en la puerta teniendo de nuevo mi respiración acelerada.
Ahora que estaba sola mis emociones vuelven a mí al igual que él terror volviendo a romper a llorar.
Me agarro al pequeño mueble de la entrada cuando siento por un momento que iba a desvanecerme.
Un ligero mareo viene a mí sintiendo como me costaba respirar avisándome que estaba teniendo un ataque de ansiedad.
Llevo mi otra mano a mi frente sollozando viendo aun él jarrón que había roto en mis pedazos en él suelo.
Intento respirar calmar mis emociones para que no llegara a más, comienzo a caminar intentado no girar mi rostro para ver la escena.
Siento como si me estuvieran dentro desde la casa, él miedo me estaba haciendo jugar una mala pasada.
Sin dudarlo corro hacía las escaleras comenzando a caminar viendo que las paredes estaban quemadas.
Me detengo en él pasillo cuando él teléfono fijo comienza a sonar, asustada me doy la vuelta rápido viendo como la luz verde del fijo se enciende avisando de la llamada.
Parecía como si hubiera querido borrar lo que paso aquí pero no dio tiempo a que consumiera todo por completo.
Él fijo seguía sonando sin parar, comienzo a caminar despacio hasta a él viendo como la puerta que daba a la otra casa en la que estaba mi primo con mi tía estaba quemada.
Era dos casas en una por eso él fuego no pudo darle tiempo a consumir todo.
Cojo él fijo llevándolo despacio a mi oído pensándome tal vez que eran de nuevo los malos que querían seguir atormentándome.
-¿Antonella? ¡ANTONELLA OH DIOS MIO! ¿Estás bien? Llevo horas llamando intentando contactar contigo la noticia sale por todos sitios – mi labio tiembla cuando escucho la voz de mi amiga Bianca.
-Bianca... - rompo a llorar de nuevo.
-Antonella me tienes con una gran angustia enorme, ¿Qué te dijo la policía? Espera mejor voy a tu casa y me lo cuentas todo – antes de que corte mi voz sale demasiado acelerada.
-¡NO! - se hace un silencio de unos segundos. - No, mejor no vengas – hago una pausa tragando fuerte saliva. - Voy yo a tú casa no puedo estar un segundo más en esta casa...
Mí Instagram donde estarán informadas de todo: @mishistoriascontadasenpapel
Antonella
Ashton
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 142 Episodes
Comments
Victoria Serrano
Hola! Lo mejor es que se vaya con su amiga, cómo va a estar en esa casa con los muertos allí. Con la policía que es cómplice de esos asesinos.
2023-11-14
1
pobre Antonella sin nadie a quien pueda pedir ayuda
2023-08-24
2
qué mala onda de estos tipos encima regresarla a la casa Dende todavía están los cuerpos sin haber hecho nada la policía.
2023-08-24
2