Capítulo 12

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Maratón 2/3

Narra Ashton:

Me despierto pegando un brinco en el asiento de la furgoneta vieja cuando mi móvil suena.

Suelto un gruñido apartando él papel de la hamburguesa que me había comido por la noche.

Cojo él móvil que estaba tirado en él otro asiento viendo que se trataba de el idiota de Kevin.

-¿Qué cojones quieres? - le contesto de malas maneras cuando contesto la llamada.

-Ashton tú siempre con tu buen humor – dice de broma. - El jefe me dijo que te llamara para que te preguntara como va las cosas con la chica – suelto un gruñido cogiendo él paquete de tabaco sacando uno para después encenderlo cuando enciendo él mechero.

-Todo está bien, no ha salido para nada – le digo dando la primera calada viendo que quedaba algo de bebida cogiendo la botella para darle un buen trago.

-Bien porque me ha dicho él jefe que no la puedes tocar – pongo mis ojos en blanco.

-Le dices de mi parte que me coma los huevos – con eso cuelgo la llamada.

Tiro él móvil de nuevo al asiento dando otra calada al cigarro viendo por la ventana que estaba parado enfrente de la casa.

No había ningún movimiento de ella por ahora.

Así paso unas horas pendiente de cada movimiento por si la mocosa se la ocurría salir.

Me remuevo cuando veo a una chica como la edad de la mocosa detenerse en la puerta dando al timbre.

Frunzo mi ceño bajando un poco la ventanilla para poder escuchar mejor lo que empieza a decir.

-¡Antonella! - la voz de la chica se escucha por toda la calle. - ¡Vamos abréveme la puerta! ¡Perdón! ¿Vale? No lo decía enserio – alzo mi ceja observándola, ¿A qué se refería? - Se por lo que estas pasando, pero de verdad que yo no quería besarlo fue él - sonrió cuando termino de escuchar lo último.

Rollos de adolescentes sin duda, la que se suponía que era su amiga la había quitado el novio a la niñata.

¿Con que tenía novio? Había visto a su familia muerta y ahora le quitaban él novio.

-¡Nuestra amistad no tiene que acabar por un tío Antonella! ¡Somos mejores amigas desde la infancia! - vuelve a decirla la amiga.

Estaría bien ver un poco de diversión, con que la niñata saliera y la tirara de los pelos, esas escenas entre chicas me ponían bastante.

Y la niñata no estaba nada mal...

No la abre la puerta, la amiga permanece enfrente de la puerta sin moverse, pero entonces me fijo cuando veo como saca su móvil y comienza a teclear como si estuviera mandando un mensaje.

Me quedo observándola mientras pensaba a la vez.

Era algo extraño que no la abriera la puerta por lo menos para gritarla que la dejara en paz, además de no haber ningún movimiento dentro de la casa ni si quiera las cortinas se movían como antes cuando miro por la ventana desde su habitación.

Dejo pasar unos cuantos minutos, no sé si son diez viendo como la otra seguía sentada en una piedra que había.

Entonces me doy cuenta...

Un puto truco de dos adolescentes para distraerme.

¡JODER!

Pego un par de veces al volante saliendo rápido de la furgoneta poniéndome la capucha y demás tapándome acercándome hacía la niña.

-¡Tú! - ella se levanta rápido echándose hacía atrás cuando me ve y parece que me conoce no de verme él rostro si no porque la otra tiene toda la pinta que le hablo sobre mí.

Abre su boca y la cierra sin saber que decirme demostrándome que estaba asustada.

-¿Dónde está? - la pregunto serio.

-¿Quién? - me da una sonrisa tímida intentando ocultar que no está muerta de miedo.

-Sabes muy bien de quien te estoy hablando... - doy un paso hacia adelante haciendo que ella se tropezara y casi cayera al suelo si no se da con la pared de la casa.

-Yo... yo... no sé nada – me dice rápidamente.

Llevo mi mano a mi bolsillo sacando la navaja abriéndola mostrándosela viendo como sus ojos se abren de sobremanera al verla.

-Mas te vale que me digas ahora mismo donde esta tu amiguita, la misma con la que planeaste que discutían para que pudiera escapar lo más seguro por la parte de atrás de la casa – la amenazo cuando levanto la navaja acercándola un poco hacía su rostro.

-Yo... - levanto más la navaja apretando mi mandíbula. - ¡Esta bien! Está bien... - levanta sus dos manos. - Se fue a un parque – me dice rápido.

Frunzo mi ceño.

¿Para qué coño se va a escapar para ir a un parque?

-¿Qué parque? - acerco un poco más la navaja a su cuello metiéndola más presión.

-Él que está al lado del centro comercial – me dice rápido que casi se traga algunas palabras.

Solo había un centro comercial grande, ya sabía que parque me decía.

-Más te vale que cierres tu puta boca preciosa – rompo la distancia haciendo que su espalda chocara del todo con la pared de la casa. - Si dices algo a alguien te rajare esa preciosa garganta que tienes, ¿estamos? - asiente varias veces rápidamente.

Con eso alejo la navaja de su cuello no sin antes dejarla un pequeño corte viendo como sale un poquito de sangre para meterla más miedo.

Me alejo guardando la navaja comenzando a avanzar de nuevo hacía la furgoneta.

Puta niñata de los cojones, si se creía que me iba a vacilar lo llevaba muy mal.

Arranco cuando cierro la puerta saliendo a una gran velocidad de la calle cogiendo él móvil marcando el número del idiota de Kevin.

-Necesito que vallas al parque él que está a cinco minutos del centro comercial – le digo rápido cuando me coge la llamada.

-¿Paso algo Ashton? - me pregunta.

-¡Haz lo que te dije! - le gruño cortando la llamada.

Acelero un poco más teniendo que bajar la velocidad unos minutos después cuando veo coches de policía a dos minutos del parque.

Mierda...

¿Qué demonios había pasado para que hubiese tanta pasma?

Giro a la otra calle que también te llevaba al parque y no había tantos coches de policía.

Aparco la furgoneta antes de llegar al parque, abro la guantera sacando la pistola viendo que tenía todas las balas porque la había cargado de nuevo.

La guardo detrás de mi espalda escondiéndola cuando levanto mi sudadera tapándola.

Abro la puerta bajándome mirando los dos lados de la calle escuchando él ajetreo de la gente.

Cuando llego al parque veo a la policía y otros profesionales tapar el cuerpo de un hombre que había sido disparado varias veces en el pecho y tenía un arma a su lado.

Miro a mi alrededor en busca de la niñata pero no la veía por ningún lado, detengo mi mirada en la furgoneta que estaba aparcada cerca de la gran fuente.

Mierda...

Cojo de nuevo mi móvil marcando a Kevin.

-¿Dónde coño andas? - le pregunto.

-Estoy llegando – entonces le veo de lejos, cuelgo caminando rápido hasta él.

-Tenemos que llamar al jefe – le digo rápido.

-¿Por qué? - le señalo la furgoneta.

-Oh joder – la observa. - Los enemigos – asiento con mi cabeza. - El jefe cambio los planes – frunzo mi ceño.

-¿Qué? ¿Cómo? - le digo.

-Ahora no quiere hacer daño a la chica, Ashton hay algo que me huele mal aquí - le miro.

-¿Por qué lo dices? - alzo mi ceja.

-Él jefe no coge las llamas yo creo que nos vendió... - aprieto mi mandíbula cuando lo escucho apretando mi puño dándome ganas de soltar un puñetazo a la papelera.

-Te lo dije – le señalo. - No nos podemos fiar de esos putos ricos – le digo serio.

-Lo se tío, pero necesitábamos la pasta, te recuerdo que si tu no pagas lo que te dijeron vuelves a entrar en la cárcel dentro de unos meses o mucho antes como no empieces a soltar la pasta – me quito la capucha de malas maneras.

-¿Quiere jugárnosla? Bien, nosotros lo haremos aún más - me mira.

-¿Qué vas a hacer? Te recuerdo que hay otro jefe más arriba que este que ahora resulta que de la nada no contesta las llamadas, no sé qué demonios querrán de la chica – miro a un punto.

-Primero encontrar a la niñata - frunce su ceño cuando le miro.

-¿Qué paso con ella? - levanto mis manos.

-Intento liármela, pero no se saldrá con la suya, no lo permitiré y ahora más que él jefe no coge las llamadas tenemos que tenerla cerca, nos puede servir para salvar nuestros culos Kevin está claro que algo tiene esa niñata si la quieren tanto y más ahora que no quieren que la pase nada – con eso le doy la espalda comenzando a caminar en dirección hacia él centro comercial.

Si alguien vino a atacarla por él tiroteo que hubo yo también huiría calle hacía abajo dirección al centro comercial.

Las cosas se estaban complicando y mucho, lo peor que no sabía cómo iba a terminar todo esto.

Lo que menos me importaba era volver a la cárcel...

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Antonella

Ashton

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