capitulo 18: “ invierno "

Los días pasaron y el día de la boda llega. Una reunión privada, pues el emperador no quería a nadie a excepción de su único pariente que le importaba, sin embargo, por petición de la joven, sus compañeros de cocina asistieron. Entre la reunión del casamiento, Isao disimulaban aveces ver a la entrada en la espera de su tío, pero éste no iba a llegar jamás, ni siquiera la carta se la han devuelto. Aunque no hubiera muchos sentimientos dentro de Isao, sentía una pequeña tristeza con algo de decepción. Sin embargo, al ver a Midori con un hermoso vestido color rojo combinado a la de él, es sustituido por una ligera sonrisa. Sin duda una hermosa mujer que estaba dispuesta a salvarlo, pero todo dependía de ambos, Isao entre corresponder y abrirse ante ella y Midori por el hecho de que dar amor no son sólo beso, caricias y palabras, es un sentimiento puro que viene del corazón capaz de romper cualquier mal, aún así, a los dos le falta mucho que aprender y poco tiempo para actuar.

Luego de ese hermoso momento para ambos, en su noche decidieron hacerla inolvidable. Dentro de una habitación especialmente preparado para ellos, no esperaron ni un segundo más y en cuestiones del mismo, Isao y Midori estaba abrazando en la cama. Ella encima de él, entre los besos y toques, la joven se detiene para observar su rostro con una pequeña sonrisa.

— Isao. Te agradezco al dejarme invitar a mis compañeros, ellos han sido una gran ayuda para mí. Pero además de eso, aunque sabía que no querías a más nadie en la reunión, creí pensar que estarías esperando a alguien, ¿Es cierto?

Isao no le había contado sobre la invitación hacia su tío, sin embargo, éste le contesta.

— no. No esperaba a nadie...— su voz era gélido y con algo de tristeza.

Midori había notado ese cambio en él y que le estaría mintiendo, pero Isao la toma de la nuca para bajarla a sus labios, dispersando cualquier pensamiento hacia él, entre esas caricias se fueron a algo más.

Midori era la nueva emperatriz, y en el momento de que el imperio lo supo, no hace unos días después de la boda, todo el mundo la quería conocer, pues estaban intrigados al ver quién era la ella, mucho dieron su opinión de que era la princesa de esa vez y lo confirmaron al verla en una de la presentaciones del emperador, aunque los aristócratas no le sorprendió que no lo invitaran por el hecho de saber cómo era el emperador de distante, no dudaron en ofrecer regalo a la nueva emperatriz, pues seguía con el pensar de que era una soberana de otro lugar, nadie se atrevia a preguntar de donde eres la encantadora doncella por miedo ante su majestad, sin embargo, entre esas dudas surgieron las siguientes ¿Donde esta Azami?

Luego de haber sido humillada entre sus sociedad al escuchar de que alguien mucho más elegante y prestigiosa la había quitado el puesto de emperatriz, ella cae en desesperación crónica de una manera que todo lo que veía lo rompía en rabieta. Por castigo del emperador, todos sus bienes fueron trancados de la forma que en unos meses ya no serían la familia más importantes entre el imperio. No había ningún momento en el que Azami no dejará de pensar en Midori, su odio y rencor se hacía cada vez más grande.

Cuando los días iban pasando en su curso natural, la joven emperatriz estaba bajo la tutela de Isao, para sorpresa de él, Midori era inteligente y comprendía fácilmente como era el deber de una gobernadora, aunque si era muy complejo, ella daba su mayor esfuerzo para aprender, que además pasaba más tiempo al lado del emperador y entre esos momentos de distracción ambos se iban conociendo más. Y por supuesto, Midori no dejaba la cocina y en sus momentos libre creaba los platillos más exquisitos. Pero mientras que el emperador fingía estar bien, en el fondo no lo estába, pues en presencia de Midori, el hombre se hacía el fuerte al sentir la dolorosa pulsadas en su corazón y para no alarma a la joven aguantaba todo y no mostraba ningún padecimiento, ella pensando que todo estaba resultando hacia Isao y que la maldición podría estar desapareciendo...

Los días se convirtieron en semana, y al terminar la temporada del otoño, el invierno comienza. La pareja daba un pequeño paseo entre la nieve a la afuera del palacio.

— Isao... ¿Como te has sentido con respecto a tu dolor?

Él esboza una cálida sonrisa mientras que le tomaba un mechón de cabello con delicadeza.

— gracias a tí, ya casi no lo he tenido, solo levemente y no la noto.

La joven se alegra al escuchar eso, sin saber que era una mentira, ya que en el fondo, Isao sabía que la maldición no se podía romper así de esa manera, pero... Le dolería más al emperador ver a su querida Midori preocupado por él y angustiada. No sabe qué hacer cuando la maldición ya le dé el golpe mortal y no habrá más los ojos y ella tenga que verlo todo, rompiéndole el corazón por el hecho de no haber cumplido con su promesa. Isao no sabía que hacer con respecto a Midori, no quería dejarla, pero cada vez ese pulsante dolor era mas fuerte.

— es hora de volver... No quiero que te resfrié...

— por supuesto... Al llegar le prepararé algo para el frío.

De repente, una ventisca helada pasa por ahí, el abrigo de la joven sale volando entre el aire si importa lo grueso que era, no obstante, Isao en un segundo, sus sentidos se agudizaron, pues en eso toma a Midori con su chaqueta y la protege deteniendo un arma que iba directo contra ella, en ese intento el recibió un roce.

Luego, él lanza el arma de donde salió y logra darle al objetivo, al saber que escucho un ligero jadeo. Pero antes de ir por ello, le pregunta a Midori observado su cuerpo.

— ¿Estas bien?... ¿No te hirió el kunai?

— no... ¡Tu muñeca!

— no es nada.

Isao llama de inmediato a sus guardias por este repentino ataque de asesinato. En cuestiones de segundos ya estaban en su frente.

— ¡Búsquelo, está herido y no debió de haber ido lejos!

El emperador estába molesto al ver que un intruso se había metido en su palacio, sin embargo, el analiza un detalle, el objetivo era Midori, los demás de la aristocracia aceptaron a su emperatriz y no se atreverían en hacerle daño, de inmediato sabía quién era el responsable. Los guardias le informa que no se encontraba ya en el palacio y que se cubrió la herida para no dejar rastro. Aún así, el emperador pide un pequeño grupo y de inmediato se dirigen a solo un lugar...

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