capitulo 10: “la maldición se hace presente"

La familia Ming, son uno de los aristócratas más poderoso del imperio, teniendo la única heredera de la familia y quién está comprometida con el emperador. Por petición de ella, manda a llamar a un sirviente para una tarea que era entregar otra carta a Isao. El sirviente le declara.

— señorita Azami. Por favor, ya no le envié más cartas al emperador, ya lleva meses que no le responde.

— ¿Quien te dió permiso de opinar?... Iré a verlo si no me responde esta última carta.

— el emperador le prohibido el paso al palacio.

— yo soy su prometida y tengo derecho a estar con él. Tomá...— le entrega otro pergamino sellado por ella—... Que está vez la lea.

— como usted ordene.

Azami es una joven mujer muy hermosa, cualidades de guerrera que son excelente, su familia es poderosa y por eso, el antiguo emperador vio que ella era perfecta para casarse con Isao, por suerte, el padre de Isao murió antes de que contrayeran matrimonio y cuando él pasó al trono, anuló su compromiso con Azami. Desde entonces, la mujer a persistido en que cuando se irán a casar enviándole cartas, Isao sabía que esa mujer estaría con él por puro interes así que la ignora y hace como si no existiera.

Sentada en sus aposentos, sonríe pensando que algún día Isao necesitará de una emperatriz, y quién más que ella para hacerlo pues tiene todo lo que otra mujer no tendría, riqueza, poder, belleza...

— tengo todo, y ninguna mujer podrá quítame a Isao. Él algún día vendrá a mí... pero prefiero ir a verlo si no me responde esta última carta.

Pero ese era su pensar ya que no se imaginaba que una mujer que con solo cocinar se habia ganado la confianza de Isao en cuestiones de días y tal vez algo más.

Una hora después, la lluvia se hace presente en el palacio imperial, era tan torrencial que daba sus estruendo en el cielo. Y como Midori lo prometió, ella le dijo sobre su vida pasada al emperador, comenzando cuándo era una niña con una dura infancia, pues su familia era pobre teniendo únicamente a su madre, en ese entonces, su madre trabajaba en un restaurante, pero como no tenía para dejarla con una niñera siempre se la llevaba para la cocina, eh ahí cuando empieza a gustarle lo que ahora es su pasión, fue entonces que trabajó duro para ayudar a su madre y salir adelante. Años después cuando su situación financiera mejoró, con los ahorros que tenía aparte entró a una escuela culinaria profesional. Lastimosamente su madre falleció cuando ésta estaba a punto de graduarse, pero en su lecho de muerte le prometió que será la mejor cocinera y que no se iba a detener en sus sueños.

Al terminar de hablar sobre ella, la joven observaba la lluvia con tristeza pues recordar a su madre es como abrir viejas heridas. Isao nota la ligera pena de ella. Colocan su abrigo en los hombros de Midori ya que hacía frío y la recuesta en su pecho.

— lo siento, te hice recordar algo que no querías.

Midori al escuchar que este ser sentía empatía por ella, se sorprende, si antes él no mostraba ni compasión con los demás, con ella se disculpó por solo haberla hecho recordar su pasado. Ella se afinca más en su pecho.

— ¿Me contarás algo de tí?... Aunque sea un poco...— claramente Midori escuchó cuando Isao suspira pesadamente y se queda cállado por unos segundos.

— no es una historia motivadora como la tuya, Midori...

— Isao... Yo-...— un relámpago suena con estruendo asustando a la joven.

El emperador se ríe un poco y le coloca una mano en la cabeza.

— quédate tranquila, nada te pasará a mi lado.

Y por una extraña razón, Midori se sentía protegida por este hombre que es comparado como el villano. En su cabeza divagaba muchas cosas para saber de él y encontrar una forma de romper esa maldición que lo matara si sigue pasando el tiempo. Al principio solamente sentía lastima por el, pero con solo conocer un poco de Isao, se ha dado cuenta que de verdad quiere salvarlo de su destino injusto pues no había conocido a un hombre como él.

A los minutos después, Midori se queda dormida, entre sus brazos se encontraba el gato del emperador cómodamente dormido. Isao con una rara y genuina sonrisa lo ve dormir a ambos.

Pero ese tierno momento es interrumpido por la llegada de un sirviente, este pasa a la habitación del emperador sin haber pedido permiso. Obviamente el emperador se había dado cuenta de la presencia de éste sirviente detrás de él.

— ¿Quien diablos te dijo que podías entrar sin llamar primero?

— perdoname mi señor, pero de hecho, lo había llamado varias veces en la entrada de su oficina.

Isao no se había dado cuenta pues en ese entonces le había dado toda su atención a Midori.

— ¿Y bien?... ¿Que quieres?

— su majestad, nuevamente le ha llegado una carta de Azami.

Cansado de que está mujer no entienda que él no se quiere casar, le ordena al sirviente lo siguiente.

— quema la carta, y cualquier otro mensaje de ella no lo dejen pasar...

— como usted ordene.

Isao piensa suspirando.

“tengo que ponerle fin a este compromiso que mi padre arregló. Antes no me daba importancia, pero..."

— Isao... ¿Que ocurre?— preguntó Midori que lo veía fijamente.

— no es nada... Voy a trabajar...— Isao se levanta—... Son papeleos eh informes, son cosas que de seguro de aburrirá...

— quiero ir con usted. Aún falta hora de preparar el almuerzo y tal vez lo pueda ayudar.

— ¿Sabes cómo manejar la política?... O ¿Como redactar un informe?

— no, pero por lo menos puedo ayudarlo en otra cosa, tal vez soy buena cocinando, pero no me gusta ser una inútil.

— Midori...

Isao le extiende la mano para que ella se levante, pero antes de que la joven la tomara, un dolor en el corazón atraviesa en el pecho de él.

— Argh...— se inclina por el dolor.

— ¡Isao!...— de pie Midori se encontraba a su lado. Preocupada por si la maldición ya estaba haciendo lo suyo de llevárselo...

— estoy... Bien. Se fue el dolor.

“normalmente siempre me daba pero leve, está vez fue como si un cuchillo atravesara mi corazón instantáneamente... La maldición debe de estar avanzando "

— Isao... Dime que-...— él hablá un poco fuerte.

— no es nada, ya pasó... Así que no insista.— el emperador aún nota el rostro preocupado de su sirvienta, así que su mano acaricia su mejilla y le vuelve a confirmar—... Estoy bien, perdoname por asalte la voz ¿Si?... Ven, ¿No dijiste que me ibas ayudar?

Midori trata de disimular un poco la preocupación y asiente para ir a su lado. Con esto, la joven ya no puede perder el tiempo y tendra que comenzar a indagar en el pasado de Isao y descubrir la verdad sobre él y la maldición...

Cuando la nubes de la lluvia son despejada y el cielo comienza con el radiante sol, Midori ayudaba en lo que podía al emperador, pero su labor era tan compleja que aveces no entendía, con ayuda de Isao,.fue explicando cómo funcionaba todo, al final, ambos hicieron un pequeño desorden entre los libros y documentos en la oficina, olvidándose por un rato el mal momento que pasaron. Nero por supuesto era curioso y se asomaba entre la pila de los libros...

🙋🏾‍♀️Holis, sé que ayer debí de subir más capítulo, pero mi teléfono se estaba muriendo. aquí le dejo dos y tal vez más tarde le suba otro, espero que lo disfruten.

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