Conociendo....

--María, dile a Edna que prepare por favor un rico almuerzo para todos. Hoy habrá celebración en la casa.

--Hoy es un día de fiesta y liberación.

María fué donde la cocinera y le dió las órdenes de don Sebastián.

Hasta los perros corrían contentos, María se veía relajada y Lucia, cantaba también una canción fuerte.

Lucia me dijo hoy estamos de fiesta. La bruja y sus brujitas salieron volando con la cola entre las piernas. Alégrate mujer. Ahora todo será distinto. Desde que entré a trabajar aquí era perfecto cuando no estaban ellas. Las tres eran malas personas. Hasta María está felíz. Lleva años soportando a las víboras. Han sido años de humillaciones de parte de ellas. Por fin el señor despertó. Que hombre aguanta que una mujer le meta dos hijas? y se nota que no son del mismo padre. Pobre don Sebastián tan buena persona que es. Ahora ojalá encuentre una mujer como el se merece.

--Las hijas no eran de él ?

--No Ayleen, ella lo engañó y unos meses después de casados le confesó que tenía dos hijas. Él nunca más volvió a ser el mismo. Se volvió callado y triste. Sus padres nunca más lo visitaron y casi todas sus amistades lo dejaron de lado. Ella con sus aires de grandeza y sus celos alejó a todos de él.

Menos Don Aníbal, a él no lo pudo separar y siguió viniendo aunque ella no lo soportaba. En realidad no se soportaban mutuamente. Por eso la alegría de Don Aníbal.

Seguramente ahora sus padres volverán a visitarlo. Son personas sencillas como él. Yo no los conozco. Todo lo que te he contado me lo han dicho Doña Edna y Don Mario. Ellos conocen al señor de pequeño.

María, nos vino a decir que prepararamos el comedor para almorzar. Fuimos ambas. Lucia me iba enseñando como se colocaba correctamente la mesa. los servicios, la servilletas, vasos, copas. Era difícil, eran muchas cosas.

--Cuánto servicio María?

-- El señor me dijo ...siete personas.

--Quien vendrá ? Seguramente sus padres y amistades.

--Listo, terminamos con Ayleen.

--Le iré a avisar al Señor. dijo María

Bajó Don Sebastián. Venía contento y vestía sport.

--Vayan todos, saquen sus delantares. Y hoy nos sentaremos todos a comer en el comedor.

Nos miramos unos a otros. Estábamos en shock. No sabíamos que decir. La primera en reaccionar fue Lucia que como siempre con su personalidad dijo.

--Señor, nosotros ? los empleados ?.

--Si, hoy nos sentaremos en la mesa como una familia. Que no escucharon ?. María ? ya pues!!.

--Ya escucharon al Señor, todos en cinco minutos, serviremos la mesa. Le avisaré a Francisco y Mario.

Nos sentamos y degustamos un rico almuerzo.

--Quiero pedirles disculpas a todos, que de una u otra forma se vieron lastimados, humillados, y mal tratados por Lidia y sus hijas.

Yo empecé a tramitar mi divorcio de ella. Nunca más pisará las puertas de mi casa. Espero no volverla a ver. Ella no solo los dañó a ustedes. Si no también a mí.

--Perdí mucho, todos estos años con ella. Pero ya quedó en el pasado. Ahora será un mal recuerdo para todos.

Algunos me conocen de pequeño, como Marito y Edna mi vieja linda. María mi mano derecha, Panchito y Lucía, y ahora Ayleen, aunque será por un año solamente que nos acompañará.

--Quiero que vuelva a reinar el ambiente de Paz que había antes que ella, viniera.

--Gracias por seguir a mi lado. Ahora todo será mejor y comamos por favor ésta comida tan rica que nos preparó Ednita.

Don Mario contó anécdotas de cuando el señor era pequeño, no reímos y conversamos todos. Don Sebastián nos contó cosas chistosas de María y Francisco. Realmente era un cambio me dijo Lucia.

Don Sebastián se veía rejuvenecido y alegre.

La semana se hizo corta y en mi día de descanso, salí. Quise hacerlo sola. Debía aprender, Lucia y María me hicieron unos planos para que me guiara. Tomé un bus que me llevó al centro de la ciudad. No tenía mucho dinero, solo quería mirar y ver cómo era. Me senté y comencé a mirar a las personas. Las familias, los amigos, muchachas riéndose. Abuelos con sus nietos. Frente a mí había un grupos de jóvenes militares, se reían y conversaban. Estaban antes que yo llegara. Me miraban y se secreteaban entre ellos. Había uno que llamó mi atención era delgado y guapo. Lo miré de reojo y me puse nerviosa y ya no mire más, porqué tambien me miraba. Me dió vergüenza. Miré la hora y ya debía seguir sino, no alcanzaría a ver mucho más.

Me pare y seguí mi rumbo, quería visitar un museo a dos cuadras de donde estaba.

Cuando ya había avanzado caminando, sentí que alguien tocaba mi brazo. Me di vuelta y era el guapo militar que estaba frente a mis ojos.

--Perdón señorita, no podía dejar que se fuera sola. Permítame acompañarla éste sector no es muy bueno para que jóvenes bonitas caminen solas. Soy Martín Pérez cabo de infantería. Mucho gusto y usted ?

--Ayleen Montes, muchas gracias, pero no necesito compañía. No creo que usted me quiera acompañar a un museo, que es donde voy.

Si usted señorita Ayleen me dijera voy a la luna. No lo dude yo la seguiría.

Me reí de su ocurrencia. Era un hombre muy bello, era casi de mi misma altura, sus ojos eran azules hermosos y su cabello muy rubio. Y su sonrisa era preciosa. Me quedé sin palabras, yo no sabía que decir por primera vez un hombre tan bonito me hablaba. Lo único que sabía era que mi corazón latía tan fuerte, que me llegaba a doler. Era normal ?

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Comments

Adoración del Carmen Martinez sonni

Adoración del Carmen Martinez sonni

huyyyyy ese militar la va a engañar 😔😔😔

2024-04-13

3

esterlaveglia

esterlaveglia

ayyy espero que no sea tonta y mantenga la distancia

2024-03-25

1

Neudith Mora Pedrozo

Neudith Mora Pedrozo

ay amorrr sjsjsjs

2023-10-12

2

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