Ayleen

Demoré siete horas desde Rafulco, mi pueblo para llegar a la ciudad.

Nunca había salido de mi casa, pero mi Mamá Soledad pensó que era lo mejor, ya tenía dieciocho años y tenía que trabajar, Mi papá Jael se había caído del caballo y no podía caminar. Teníamos un pequeño campito del que vivíamos, pero sin mí papá trabajando, era imposible que subsistieramos.

Yo era la mayor y tenía tres hermanos más pequeños que todavía no sabían valerse por si mismos. kevan tenía doce, Kael once y Abel ocho. Alguien debía sacrificarse por todos y yo era la más indicada. Mamá había conversado con una vecina que conocía a otra persona, me consiguió trabajo en una casa de familia rica.

El sueldo que recibiera sería íntegro para mí familia, yo viviría puertas adentro por un año y no necesitaría nada, ya que ellos me darían techo comida y el uniforme. Era un buen trato para una persona cómo yo. No había podido estudiar en un colegio, el más cercano estaba a veinte kilómetros de mi casa. No podía optar a otro trabajo.Pero papá que si había estudiado y sabía mucho, me había enseñado todo, así que tampoco era una iletreada, amaba leer, todos los años me regalaba un libro para mí cumpleaños, no podíamos permitirnos más gastos. Leer era un lujo , para gente como nosotros.

Papá nunca me había contado su pasado pero yo sabía que había algo oculto por ahí. El se veía distinto a cualquier vecino, aún en nuestra pobreza.

Mis padres se amaban, aunque eran tan distintos. Mamá, era una mujer sencilla y trabajadora. Ellos siempre me habían contado que se conocieron por casualidad, él había sido asaltado y herido, mi madre lo encontró y curó, de ahí nació su historia de amor.

Pero éramos pobres y tenía que ayudar en casa, la cosecha, la ordeña, pastorear, en fin tantas labores que tenía que ayudar. Era la realidad de tantos niños que viven en el campo.

Fue difícil para todos tomar esa decisión, yo amaba el campo y su rutina, amaba a mis hermanos y adoraba a mis papás. Éramos pobres pero honrados y trabajadores. Nunca me golpearon, era una hija obediente y respetuosa de ellos. No había peor castigo para mí que las palabras. Él siempre decía que la palabras hieren más que mil golpes.

Pero también me habían enseñado qué si yo era correcta. Nadie debería ofenderme o faltarme el respeto.

--"Los pobres como nosotros hija lo único que tienen es su honra, Y su dignidad, por eso a usted nunca ningún hombre ni mujer debe faltarle el respeto no importa quien sea. Usted con su cabeza en alto, siempre digna".

Crecí escuchando ese discurso y era una fiel creyente de ese frase.

Lo más doloroso fue la despedida, traté de no llorar. Será un año hija me dijo mi mamá, ya verás que tu papá se mejora y él o yo iremos por tí.

--Recuerda Ayleen tu no eres perfecta, pero eres única, especial e inigualable.Te amo pequeña.

Llegué a la capital a las siete de la mañana, era inmensa, llena de gente, muchos edificios y vehículos. Todos andaban rápido. Y como todos me empujaban, me senté mejor y esperé a que la amiga de la amiga viniera por mí.... Llegó a las ocho.

--Hola, eres Ayleen Montes? 😱

--Si. Porqué te sorprendes?

--No te imaginaba así..

--Y cómo creíste que yo era?

--Como una niña de campo... y parece que estuvieras esperando al chófer.

--Eres muy linda, sabes,? Seguro que encuentras novio al tiro.

--Me llamo lucía

--Lucia, yo vine a trabajar y a sacrificarme por mi familia, no vengo en busca de nada.

-- Todas dicen lo mismo y todas terminan ennoviadas, embarazadas o de amantes de algún viejo casado. Ya verás.

-;Espero que tú pronóstico sea errado.

--Porqué hablas así?

--Así cómo, no te entiendo?

--Con ese vocabulario? hablas como los patrones, no debes imitarlos, a ellos no les gusta. Tratar de ser invisible.

-- A mi siempre me enseñaron a ser respetuosa, y yo me se ubicar.

--Dónde estudiaste?

--Nunca he ido a ningún colegio. Papá me educó en casa. Al igual que a mis hermanos.

--Ayleen, a la casa que llegarás, a trabajar. No son gente mala. Nos tratan bien. Yo te puedo enseñar muchas cosas y presentarte a mis amigos, Podemos salir a fiestas cuando sea tu salida.

--Gracias por tu consejo. Pero te dije que no quiero complicaciones en mi vida. Estaré esperando que éste año pase rápido. Para volver con los míos.

-- Que fome eres. Y veo que por lo visto no tienes muchas ganas de ser mi amiga. Tienes aires de grandeza. Ok. está bien.

--En la cuadra que viene tomaremos el bus que nos acercará a la casa de los Bañadares.

Una hora después y de caminar como quince minutos llegamos a un barrio de casas maravillosas. Cada cual competía por ser la más grande y fastuosa.

Hasta que entramos...era impresionante. Por fuera no se veía nada era una villa, me dijo Lucia. Habían unos perros muy grandes, no sabía que raza eran. En casa siempre teníamos, papá siempre me decía son los mejores amigos de los que te puedes rodear. No les tengas miedo. Ellos conocen el alma de las personas.

--No los mires, esos perros son terribles... muerden y ladran, fueron estrenados para matar. Seguro Panchito se olvidó de guardarlos. Le dije al tonto que vendría con alguien nuevo. Espérame iré a decirle , que los guarde.

--No, no te preocupes no les tengo miedo. Son hermosos...

Entré y no le hice caso llegaron directo a mi. Me olieron. No me dió miedo. Les hable suave y les mostré mis manos, comenzaron a mover sus colitas mochas. Ves le dije a Lucia. Ellos conocen a las personas y saben que yo jamás los dañaría.

Sentí una mirada, siempre he sido buena para percibir, levanté mi vista y alguien en el segundo piso estaba mirando.

--Que loca eres, vamos!!! antes que a mi me muerdan.

Caminamos por otra entrada y los gorditos venían conmigo haciendome fiesta.. y yo les acariaba cómo podía sus grandes cabezas.

--Ya veo que hiciste amistades en la villa Bañadares. Me dijo una mujer de mediana edad.

-- Tu eres Ayleen Montes?

--No creí que eras así. Seguro eres de campo?...has trabajado antes en casas de gente como ésta?

--No señora. Jamás salí de mi pueblo. Ésta es mi primera vez que me separo de mi gente.

--Mi nombre es María, para ti Señora María, soy la que está a cargo de todo el manejo de la casa

--Entra... te explicaré cómo será todo.

--Trabajaras de lunes a sábado de siete a ocho de la noche, tendrás el domingo libre. Pero debes estar devuelta a las siete en punto. Luego no podrás entrar. Tus labores serán limpieza de la casa. Sabes usar artefactos eléctricos?. Si no sabes Lucía te enseñará.

--El personal se compone de seis personas, los conocerás a la hora de comida.

Si sigues las reglas te garantizo que podrás quedarte para siempre aquí. Edna la cocinera trabajaba para los Padres del Señor. Y don Mario el chófer también.

--Muchas gracias señora María, pero yo vine solo por un año. Hasta que papá se mejore, luego volveré a mi campo.

--No seas tonta muchachita quien quiere vivir oliendo a estiércol de vaca. Ya te adaptaras y verás que cambiarás de idea.

--Ven te mostraré dónde dormirás.

Caminamos fuera a otra contrucción de la casa, ahí estaban los dormitorios del personal de aseo. Era todo muy bonito. Cada persona que vivía ahí tenía su dormitorio solo. Uff!!!. menos mal.

Aunque éramos pobres en mi casa, papá había construido una pieza para mí solita. No estaba acostumbrada a la compañía.

--Ahí está tu uniforme, cámbiate. Te dejé dos tallas. No pensé que serías tan alta y voluminosa. Si no te queda ninguno, te tendré que mandar a hacer uno. Acá todas somos bajas. Cuánto mides?

--No lo sé...Le llegó al hombro a mi papá y el me dice que mide más de un metro noventa.

--Y tampoco los zapatos te quedarán cuánto calzas o tampoco sabes?

--Calzo treinta y nueve

--No... no te quedarán.

--Antes de irme, te informo que la familia Bañadares, se componen de cuatro integrantes. Don Sebastián Bañadares, el es el dueño de todo. Su esposa la señora Lidia y las hijas de matrimonio Ana Luisa y Josefina.

--Pruebate y me muestras como te quedó.

Me veía mal y me sentía peor. El uniforme me quedó pequeño y corto. Cuando se lo mostré, trató de esconder su molestia. Te traeré un uniforme de la cocinera, ella se ajusta más a tus medidas.

Me quedó grande y no tan corto. Pero me veía más decente que con el otro.

--Ve a la zona del lavadero y lleva éstas cosas, me dijo la señora María.

Me pasó un cesto de ropa..

Cuando venía devuelta, me "atacaron" los gorditos. Me arrodillé para acariciarlos, necesitaba ese cariño. Esa gente no era como yo,. No me habían tratado mal, pero me miraban como un bicho raro,🥺 y los animales presentían mi amargura y tristeza. Era un mundo totalmente diferente al mío.

--Veo que parece que alguien me está robando el cariño de mis muchachos. Dice una voz profunda.

Levanté mi mirada y era un hombre maduro, muy guapo, que me observaba tranquilamente. Demás está decir que los gorditos me dejaron botada cuando sintieron la voz de él.

--Perdón, me incorporé, me gustan los animales y no pude resistirme. Son tan bonitos.

Me pasó su mano, era tan alto como papá. Soy Sebastián. La raza de mis muchachos es Canne Corso. Son fieles y obedientes y reconocen a las personas buenas.

--Tu eres?

--Ayleen Montes, Señor, mucho gusto.

--De dónde eres Ayleen?

--Soy de Rafulco, muy lejos de aquí..

--Que lindo nombre, que significa?

--Gracias, me lo puso papá en gaélico significa Luz... Brillantez

--Tu papá es un hombre sabio. Eres como tú nombre lo indica. Sonó su teléfono, lo miró y apagó.

--Cómo llegaste aquí Ayleen? quiero decir cómo conseguiste éste trabajo?. Tan lejos de tu tierra. Estás buscando otro rumbo en tu vida ?

--No señor, yo solo estaré un año y luego volveré a mi tierra, me consiguieron éste trabajo porque papá sufrió un accidente y no había dinero para mantener a mi familia. Así es como llegué a su casa. Solo será un año.

--Veo un brillo en tus ojos. Amas tu tierra verdad?

--Si señor. Trataré de aprender y no equivocarme tanto. No sé arrepentirá de darme ésta oportunidad.

Me dió su mano nuevamente y yo también se la estreché.

Bienvenida Ayleen, cualquier problema que se presente, búscame. Fue un gusto conocerte, hacía mucho tiempo que no conocía a alguien tan transparente. Pero quiero darte un humilde consejo. No seas tan confiada. La gente tiende a aprovecharse de las personas buenas y tú lo eres.

Escuché el grito feo de María...

--Sacando la vuelta ya muchacha ?

-- María.... María porqué tanta agresividad ? Viene recién llegando, debes ser paciente. Yo la entretuve haciéndole preguntas. No la retes.

María se prendió de todos colores.

-- Disculpe señor. Tendré paciencia. Aún la necesita?

--No... pero quiero que ella me sirva mi café de ahora en adelante....

-- Está bien señor. Cómo usted lo diga.

--Vamos niña...tengo mucho que enseñarte.

Que impresionante muchacha, más que hermosa, era fresca y natural, la quedé mirando cuando se fue. Hacía mucho tiempo que no sentía mi corazón latir así...

Si todo fuera diferente.....

Sabía que se me había abierto un nuevo mundo para mí. Trataría de aprender y ser cautelosa cómo me dijo el señor Sebastián. Se notaba que era una buena persona. Nunca había hablado con alguien como el. Era algo nuevo para mi.....

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