Inseguridad

Me dejó a la vuelta. En el camino arreglé mi cabello que estaba sucio y despeinado. Me sentía inconexa. Cómo que estaba en otro cuerpo. --Bonita habla algo por favor...se que te sientes rara. Pero solo fue un beso.

-- Pero hagamos algo.

Se estacionó en la berma y apagó el motor.

--Ayleen, lo que hicimos no fue malo. Así se comportan las personas que se gustan. Tu a mi me gustas y mucho y se que yo no te soy indiferente.

--Para que no te sientas mal. Tu quieres ser mi novia ? Si quieres que lo nuestro sea algo serio. --Acepta ser mi novia. Que te parece ?

Lo miré a los ojos y no ví sinceridad en ellos.

--No te preocupes Martin, solo llévame a casa por favor.

Noté que no le gustó lo que le dije. Apretó los puños en el volante.

--Esa no es tu casa. Es el lugar donde tú trabajas, de empleada.

--Pues no será mi casa. Pero en la villa me siento muy bien y segura.

No hablé nada más.

--Bonita no te enojes, mira yo tenía preparado todo para una sorpresa el próximo domingo. Me conseguí un paseo en bote a una playa. Si salimos temprano alcanzamos a volver en el mismo día y a las siete estarías de vuelta. Piénsalo.

--Tu me dijiste que no conocías el mar. Por ti hice unos trabajos y cobré favores. Para hacerte feliz.

--Yo estaré aquí el domingo a las nueve de la mañana te estaré esperando.

--Pero si no quieres ir, reconozco que me dolerá pero me tendré que conformar. Tienes toda una semana para pensarlo. Cómo creo que no tendrás traje de baño, te compraré uno sencillo.

--Vamos Bonita !!!. Lo pasaremos muy bien. --Comeremos en un lugar que hay por allá.

Me bajé del auto. El trató de detenerme. Me tomó la mano y me la beso, lo miré a los ojos y vi angustia de verdad, me solté, le hice el quite y pasé por su lado.

--Gracias Martin...

Iba tan desilucionada. siempre pensé que mi primer beso, sería algo tan romántico y me desperté de mi beso en el suelo con mucha gente a mi alrededor. No había canto de pájaros solo gritos y risas. Me sentía triste.

Entré a la Villa y los gorditos me recibieron con tanta alegría, ahora sí me sentía segura. Pasé directo a mi pieza y a la ducha, menos mal no me encontré con nadie. Mientras me bañaba pensaba mil cosas, a mi si me gustaba Martin y mucho, pero tampoco tenía a nadie con quien comparar. sería ésto amor?

Estaba en una disyuntiva...me ofreció ser su novia. Eso era algo seguro...y si aceptaba la invitación el domingo y así finalmente comprobaba que él era el amor de mi vida? cómo era el de mis padres.

Lo pensaría, quedaban varios días por delante

Martin

Estaba estafado, creí que finalmente caería, pero está muchachita era un hueso duro de roer. Todas habían caído, hasta ese momento, era la primera vez que fracasaba, a lo mejor no en la cama pero si debería estar mucho más adelantado.

Siempre supe cuando la ví que no era una mujer como todas. En belleza, desplante inteligencia. Con un poco de estudio, una ropa de marca jamás destiñiria en mi mundo. No tenía nada que envidiarle en belleza a Pamela. Ayleen era muy alta, de mi misma estatura, con tacos seguro me sacaba unos centímetros, Podía trabajar perfectamente como modelo. Era una mujer impresionante físicamente.

Pamela era mi novia desde hacía tres años. Para el próximo año estaba fijado el matrimonio. Nos conocíamos desde el colegio. Siempre supimos que éramos la pareja ideal. Nos llevábamos bien en todos los aspectos. Su familia era del mismo mundo militar. Y siempre supimos que terminaríamos casados. Yo sabía que ella me amaba y estaba enterada de estos "jueguitos" que teníamos mi grupo. Pero ella como buena mujer con clase no se sentía afectada. Eran solo eso, pasatiempos de hombres. Ella siempre hacía lo que yo quería. Era una mujer muy fácil de dominar. Por lo mismo la rutina me aburría. Era tan predecible en todo. Hasta en el sexo. Siempre lo mismo.

Pamela era una buena mujer y sería una buena madre para mis hijos. Ella era la indicada.

Pero no sé porque, cada día no podía dejar de pensar en Ayleen, me moría por tocarla y tenerla bajo mi cuerpo. Era tan deseable. Realmente no me había dado cuenta el tiempo que estuve besándola.Su boca, había sido mía, y se sintió tan rico, esos labios habían sido hechos para besarlos. Hacía tiempo que no me sentía así de vivo y excitado. Esa mujer despertaba mi deseo solo con verla. Si con solo pensar en ella ya me sentía excitado. Visitaría a Pamela ahora ella me ayudaría con éste problema.

Si dios quería el próximo domingo esa pajarita sería mía, y podría gozarla dos veces más. Llevaría un calmante para darle en su jugo, y no se daría ni cuenta, que estaría conmigo toda la noche. El lunes la regresaría a su casa. Aunque si trataría de convencerla a la buena. Pero ni modo el juego debía continuar. Yo debía ganar.

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