CAPÍTULO 10

Mariana: “pero Fabiana, ¿qué haces aquí? ¿dónde está tu papá?”.

Fabiana: mirando a Juan David, respondió - “está allí con mi abuelita, ¿quién es este señor?”.

Mariana: sorprendida por la naturalidad de la niña, miro a mi hermano y sonreímos al mismo tiempo y procedo agacharme - “Fabiana, te presento a mi hermano Juan David”.

Fabiana: con una espectacular sonrisa, lo miró y dijo: “hola, Juan David, ¿tú también vienes a pasar las Navidades aquí?”.

Juan David: Acercándose a la pequeña, sonrió, - “sí señorita, vengo a pasar las Navidades con mi hermanita y Azabache”, - aproximándose más a la niña, le susurró - “bueno también para ver si tengo suerte y este año San Claus me traen algún regalo”.

Fabiana: “tendrás que haber sido bueno”- murmuró muy bajito - “porque si no, él no se acordará de ti, yo he sido muy buena, ¿y tú?”.

En ese momento, como un vendaval se acercó Darío, al  notar que su hija no estaba junto a él, se angustió, pero se tranquilizó al ver que estaba con Mariana.

Darío: “Fabiana” - la regañó mientras la cogía con fuerza de la mano, - "no vuelvas a hacer esto, nos has dado un gran susto a la abuela y a mí”.

Fabiana: no te molestes conmigo papi, solo quería despedirme de señorita y de Azabache.

Juan David: agachándose de nuevo junto a la niña, - “no tienes que volver a darle un susto así a tu papá, recuerda lo de ser buena".

Fabiana: "es verdad, ¿crees que se molestara conmigo por esto y no me traerá regalos?".

Mariana: intentó no reír por las ocurrencias de esta niña, y me tapó la boca.

Mario: aquel gesto tan natural e infantil de Mariana me hizo sonreír, cuando fui a contestar ella se me adelantó.

Mariana: “con gesto de ternura le digo,- “no te preocupes Fabiana, creo que Santa Claus no se va a enojar contigo, porque solo venías a darnos un beso Azabache y a mí, pero de todas formas, no lo tienes que volver a hacer o estoy segura de que se enojara, ¿de acuerdo?”.

Fabiana: respondió moviendo la cabeza alegre y en el momento en que su abuela llegaba.

Gina: “¡Fabiana! ¿estás bien?”, - preguntó acalorada mientras se fijaba en cómo la niña tenía agarrada a Mariana, - “disculpen, la niña nos tenía asustados, estaba hablando con mi hijo y de pronto desapareció, menos mal que la encontraron ustedes, Fabiana, suelta a la señorita, no la molestes”.

Mariana: miro a una mujer corpulenta y ante la mirada atenta de Darío, dije - “no se preocupe, no se molesta, me llamo Mariana”, - tendiéndole la mano, - "le presento a mi hermano Juan David, acaba de llegar a la Capital".

Gina: encantada muchachos, mi nombre es Gina, soy la madre de Darío y abuela de esta tremendura.

Fabiana: jalado a la abuela para que le preste atención, - “la perrita se llama Azabache abuelita”.

Gina: “qué lindo nombre, entonces muchachote llegamos al mismo tiempo tu y yo, qué pequeño es el mundo, ¿verdad?” – rio al ver a su hijo que no le quitaba la mirada  a la chica y de lo encantadora que era.

Mariana: Darío me mira con sus ojos azules penetrantes y me pone nerviosa como una boba y sonrió, él al verme sonreír también sonríe - suspiro - “bueno nosotros nos tenemos que ir, encantada de haberla conocido señora, espero que pasen todos juntos una feliz Navidad y un próspero Año Nuevo”, - luego miró a Fabiana, me agacho, le dio un beso y un abrazo, le digo - “sé buena princesa y seguro que Santa Claus te va traen muchos regalos”.

Fabiana: "yo siempre me porto bien, hasta luego Mariana".

Mariana: veo a Fabiana acercarse Azabache, la acaricia y la abraza, yo me levantado, miró a Sergio y sintiendo unas ganas de besarlo, solo puedo decir un, - “hasta luego”, - este hombre no sé porque me pone tan nerviosa.

Darío: “Mariana espero que también tengas una feliz Navidad” - le digo, mientras la veo retirarse con su hermano, sentí envidia de mi hija por ese beso y ese abrazo, me hubiera gustado probar esos labios carnosas, es una belleza natural con una simple camiseta, esos jogger, unos zapatos converse  y sin maquillaje, con su cabello recogido, simple pero hermosa.

Mariana: mientras camino junto a mi hermano hacia el carro, Juan David me mira con una sonrisa burlona y le digo - “porque me miras así, tengo algo en la cara?”.

Juan David: suelta una carcajada, - ¿tienes algo que contarme?, tengo nuevo cuñado”.

Mariana: “estás loco, ese señor apenas lo conozco y no tengo nada que contarte”.

Juan David: bromeando y riéndose, - “bueno eso espero, tampoco creo que sea tu tipo, es demasiado guapo para ti”.

Mariana: “ya no quiero hablar de él, cambiando de tema cuéntame ahora que estuviste por la casa de nuestros padres, ¿cómo están las cosas por allá?”.

Juan David empiezo a relatar los cuentos de mi familia, de las tremenduras de mis sobrinos, de cómo le tocó a él armar el árbol de Navidad, mientras nos dirigimos al carro entre risas y empujones.

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Adoración del Carmen Martinez sonni

Adoración del Carmen Martinez sonni

época más linda del año 🤩

2024-04-18

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