Episodio 7: Verdad

^^^Nina Klein.^^^

...Podría decir que mentí....

Es mejor confesar la verdad y evitar los problemas que podría ocasión por evitar ser tratada como una virgen sin experiencia y demasiado ingenua.

...Eres una virgen ingenua, Nina....

Odio que mi mente siempre me diga lo que no deseo escuchar.

—Yo..

Alguien tocó nuestra puerta e interrumpió que pudiera decir la verdad, aunque lo agradezco, no quiero admitir enfrente de Jack de que no hay un solo chico en este jodido pueblo que no crea que soy una lunática mentirosa y que prefieren morir antes que darme la oportunidad de conocer el romance entre dos almas enamoradas.

—Abriré la puerta.—Sonreí y salí de la cocina para ir a la puerta principal de nuestra casa.

—No hemos terminado de hablar, Nina.

—Ajá.—Le respondí y abrí la puerta.

Me hubiera gustado tener ojos en mi espalda para ver la expresión de Jack, porque hace solo unos segundos estábamos hablando del supuesto hombre que me quitó la virginidad y ahora el hombre más atractivo del pueblo está enfrente mío.

—Doctor Asher.—Sonreí.

—Buenas noches, Nina.

—Buenas noches Doctor.—Miré hacia el reloj que colgaba en el muro a mi izquierda.—19 y 21 p.m, hoy has vuelto a casa más temprano.

El Doctor tiene que quedarse en el hospital incluso cuando es invierno, la estación del año en donde los lobos acostumbran a deambular en el pueblo buscando carne fresca.

Él tiene demasiado trabajo y demasiada responsabilidad al ser nuestro único Doctor, pero gracias a que sus atenciones hacia nosotros nos ha salvado de terribles enfermedades y de graves accidentes, ahora es muy querido entre los pueblerinos.

Lamentablemente eso no evita que hablen mal de su padre por ser un alcohólico y un loco que jura haber matado una mujer lobo.

...Yo creo en el señor Vicente....

—Vine a dejarte esto.—Me entrego una bolsa negra y solo entonces recordé lo que le había pedido esta mañana.

Mi rostro se puso rojo y creo que mi hermano definitivamente va a malinterpretar esto.

—G..Gracias.—Acepté la bolsa.

No le hubiera pedido esto a cualquiera y el Doctor lo sabe, hace unos años me dijo que podía confiar en él cuando necesitará ayuda y desde entonces lo veo como un hermano mayor.

...Un verdadero hermano mayor....

—Bien, entonces ahora me iré.—Me sonrió y yo asentí con la cabeza.

Lo vi irse a su casa que estaba a solo unos pocos metros de la nuestra y solo entonces cerré la puerta.

—Ese era el Doctor.—Habló Jack y vio la bolsa que estaba en mis manos.—¿Qué tienes ahí?

Oculté la bolsa detrás de mí.

—No hay nada que debas saber.—Respondí.

...Sería lo más vergonzoso del mundo permitir que Jack vea mis toallas higiénicas....

—Ese tipo te entrego algo, dime que tiene esa bolsa.—Ordenó.

—¿Tipo?.—Fruncí el ceño.—El Doctor Asher merece más respeto que ser llamado por "ese tipo"

—No cambies el tema, eso no importa ahora.—Jack dio unos cuantos pasos hacia mí.

Cuando noté que intentaba acercarse para quitarme la bolsa, fue cuando emprendí una carrera hacia mi habitación, cerrando la puerta con seguro y evitando que Jack pudiera entrar.

—¡Nina, no actúes como una niña malcriada!.—Gritó mi hermano del otro lado de la puerta.—¡Déjame entrar ahora!

—¡Vete!.—Me apoye en la puerta, aunque sabía que nunca intentaría romperla.

...¿Por qué está tan molesto?...

Aunque fuera el Doctor el supuesto hombre que tuvo relaciones sexuales conmigo, esto no debería ser importante para mi hermano.

—¿Es él?.—Preguntó.—¿Estás saliendo con nuestro vecino?

—No y no te debería importar aunque fuera él.

Tal vez debería decir que todo lo que dije fue una mentira, pero eso demostraría que Jack siempre tuvo razón al decir que solo soy una vil mentirosa.

...Hermano idiota....

Si solo no hubieras hablado sobre tus estúpidas diversiones con Andrea, yo no hubiera encontrado la necesidad de mentir.

—Si no es Asher, ¿entonces quién?.

—¿Por qué sigues insistiendo?.—Mi voz sonó más frustrada de lo deseado.

...Al diablo con esto....

...Simplemente le diré la verdad....

De todos modos no soy buena manteniendo una mentira y las pocas veces que intento decir una, todo a mi alrededor se vuelve jodidamente fastidioso.

Guarde la bolsa que el Doctor me había entregado en el armario junto a mi ropa interior y luego le quité el seguro de la puerta para abrirla y encontrarme con los molestos ojos oscuros de Jack.

...Es jodidamente atractivo....

...¿Por qué no pude ser más como él?...

Yo soy tan malditamente corriente que me molesta y es injusto porque ambos somos hijos de nuestros padres.

—Es mentira.—Confesé.

—No intentes engañarme ahora para ocultar el delito de ese Doctor, tú todavía eres menor de edad y él es..

—Jack, soy virgen.—Afirmé y ahora él frunció aún más su ceño intentando ver la verdad en mis ojos.

—El problema no es que seas o no virgen, me preocupa el tipo que hayas elegido para hacerlo, así que no necesitas mentir para cubrir el delito de algún..

—¡Ni siquiera he dado mi maldito primer beso!.—Le interrumpí.—Tú lo has dicho y tenías razón, tenías la maldita razón.—Mi voz se rompió en medio de la oración.—Nadie jamás en este pueblo podrá verme más de lo que soy, una jodida lunática que acusa a nuestro alcalde de mantenernos aislados para ser su comida.

Mi respiración estaba agitada porque no me había tomado el trabajo de llevarle oxígeno a mis pulmones durante la confesión.

...Por favor, Nina....

...No vuelvas a mentir....

...Esto es malditamente humillante....

—Ah..—Jack pareció atónito por unos segundos, hasta que finalmente se dignó a decir algo.—Entonces la bolsa..

—¿Quieres ver mis malditas toallas higiénicas?.—Pregunté y sé que después voy a querer descuartizar a quien sea que me haya entregado el valor de confesar eso en voz alta.—Mi período está cerca y tú eres jodidamente molesto como para pedirte dinero.

...¡Tierra, Trágame!...

—Eso...—Su incomodidad era clara, pero yo estaba más incómoda que él, eso es seguro.—Lo lamento, no debí presionarte para hacer que confesaras esto..

—No, no debiste.—Aparté la mirada de sus ojos, porque ahora la vergüenza se estaba presentando en mis mejillas sonrojadas hasta no poder más.

Estuvimos unos largos segundos en silencio y evitando la mirada del otro hasta que Jack decidió romper el silencio.

—Me encargaré de la cena, espero que puedas perdonar mi insistencia con eso.—Hizo una mueca y me dejó sola en la habitación sin esperar una respuesta de mi parte.

No he comido nada desde la noche anterior, pero dudo que mi estómago me permita alimentarlo luego de la vergüenza que sufrí por una estúpida mentira.

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