Episodio 10: Mordidas

^^^Nina Klein.^^^

...Mi beso fue un roce de labios....

...Delicado....

...Suave e inocente....

Nunca hubiera imaginado que mi primer beso sería para mi insensible hermano mayor, a quien juré odiar por dejarme a un lado y no creer en mis palabras.

—Tu primer beso es mío.—Comentó Jack entre mis labios y paso su lengua sobre estos.—Como lo esperaba, eres horriblemente deliciosa.—Mordió mi labio inferior haciéndome soltar un quejido y un cosquilleo en mi vientre hizo que juntara las piernas.—Abre tu boca, Nina.—Pidió y sin pensarlo obedecí a su petición.

Su lengua recorrió mi boca y no esperaba que un beso fuera tan intenso y excitante hasta que Jack me lo demostró esta noche.

Mis piernas estaban perdiendo sus fuerzas, pero antes de caer Jack puso su pierna entre mis piernas y me apoyé en esta.

–Jack..—Jadee su nombre cuando mi intimidad rozó su pierna.

Abandonó mi boca para besar mi clavícula y luego morder mi cuello sin piedad.

—Ahhh..espera..—Hice una mueca por el dolor.

Dejo más mordidas en mi cuello hasta llegar a mi hombro y dejar otra mordida ahí.

Mi reflejo en los muros transparentes de la ducha mostraban placer en mi rostro.

...Dolía, pero lo estaba disfrutando....

Agarre el cabello castaño de mi hermano cuando este bajo hacia mis pechos desnudos y los comenzó a lamer.

Lamió y mordió mi pecho derecho mientras tocaba mi otro pecho con su mano.

—Siempre deseé saber como seria.—Dejo un beso en mi pecho.—Lo estuve soñando por años.—Besó mi vientre y apartó su pierna para arrodillarse ante mí.—Era asqueroso y enfermizo porque eres mi jodida hermana, pero eso no evitó que siguiera añorando este maldito día.—Utilizo su mano izquierda para sostenerme de la cintura y si no hubiera hecho eso, posiblemente hubiera caído porque mis piernas habían perdido sus fuerzas desde hace un tiempo.

Mis jadeos eran cada vez más ruidosos y no entiendo como puede mi corazón correr de esta manera sin detenerse.

—Jack..—Le llamé, pero sus ojos se mantuvieron fijos en mi intimidad.

—Preciosa, ¿quieres conocer el cielo?.—Preguntó y mi mente ya estaba lo suficientemente perdida como para formular una respuesta, por lo que solo di un asentimiento de cabeza en forma de aceptación.

...Cielo o Infierno....

...Quiero que me lleves a ambos....

Jack beso la parte superior de mi intimidad y mi cuerpo se estremeció ante las nuevas sensaciones que estaba experimentando.

Utilizó su mano libre para abrir un poco mis piernas y lograr una mejor posición desde ahí abajo.

Estaba al descubierto y nunca me había sentido tan avergonzada como ahora, pero increíblemente no quería detenerme, no quería que se detuviera, lo quería, quería todo lo que mi hermano estuviera dispuesto a darme.

Su lengua recorrió lentamente y dolorosamente por mi intimidad.

—Mi pequeña hermanita ya esta mojada.—Anunció y mi rostro no podría teñirse más de rojo como ya se encontraba.—No sabes lo jodidamente caliente que estoy por saber que estás mojada por mí.—Besó mi muslo y luego lo mordió haciéndome soltar otro ruidoso quejido.

...¡Sádico!...

...Eres jodidamente sádico....

Mis lágrimas cayendo por mis mejillas, pero ahora el placer que me estaba provocando estaba en niveles que nunca había descubierto, al menos no hasta ahora con sus jodidas mordidas.

—¿M..Morder es alguna clase de fetiche tuyo?.—Pregunté entre jadeos.

Jack levantó su mirada y cuando se encontró con mis ojos me dio una maldita sonrisa que casi me provoca un infarto.

—No, preciosa.—Sin apartar su mirada de la mía, dejó otro beso en la parte del muslo que había mordido.—Te muerdo para dejar mi marca en tu piel.—Volvió a morder en el mismo lugar y ahora la marca era más evidente, mi piel ardía mostrando la mordida de sus dientes en rojo vivo.—Eres jodidamente mía y aquí está la prueba.—Dejó otro beso en la marca que me había dejado.—No quiero a nadie más si puedo tenerte a ti.—Confesó.—Solo te he marcado a ti, hermana.—Me sonrió.—Siempre he querido que solo tú seas mía.

—Entonces eres un sádico solamente conmigo.—Me queje, pero me sentí superior a cualquiera otra chica que hubiera estado con Jack.

—Sádico solo contigo.—Afirmó.—Porque solo contigo quiero mostrar mis deseos más oscuros.

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Esta noche tuve muchas de mis primeras veces, desde mi primer beso hasta mi primera experiencia siendo tocada en mi intimidad por alguien que no sea yo misma.

Aunque Jack recorrió todo mi cuerpo con sus manos y labios, yo no tuve la oportunidad de tocarlo y aunque en un inicio pensé que solo yo lo disfrute. Mi hermano me dejó muy en claro de que él lo disfrutó tanto como yo.

...Únicamente por tocarme....

No le hubiera creído por no ser porque yo también hubiera disfrutado esta noche si lo hubiera tocado a él sin necesidad de atender mis propias necesidades.

—Jack.. tú no..

Ahora me encontraba en su habitación, porque me negaba a estar sola en mi cuarto y no quería llenar mi mente de pensamientos pesimistas por el horrible pecado que hemos cometido.

...Pecado o no, no te arrepientes....

...Eres repulsiva y el pueblo lo sabrá....

—Lo manejaremos de alguna manera.—Respondió como si hubiera adivinado lo que yo tenía en mente.—Podríamos simplemente irnos de aquí e ir a un lugar en donde nadie sepa que somos hermanos.

—No creo que sea tan sencillo.—Me acerqué a la cama para sentarme a un lado de él.

—Es sencillo.—Puso su brazo entre mis hombros y me atrajo hacia él para besarme en la frente.—No hay nada aquí para nosotros, podemos irnos cuando logre conseguir algo de dinero, solo hasta entonces debemos mantener el secreto.

Suena bien cuando lo dice de ese modo, pero para irnos de aquí debemos atravesar el bosque y con esos hombres mitad bestias ahí fuera sería demasiado peligroso.

El alcalde está esperando el momento indicado para matarme y finalmente dejar en el olvido todas las acusaciones que hice en su contra.

—Jack, ¿dejarás de ver a Andrea?.—Pregunté haciendo una mueca al recordarla.

—Es imposible que no vuelva a verla cuando el pueblo es jodidamente pequeño.—Respondió.—Pero no pienso continuar con nuestra relación cuando puedo tener a mi sucio ángel favorito a mi lado.—Acercó sus labios a mi oído.—Solo con tenerte en mi cama provocas que mi miembro se levante.

—¡Jack!.—Lo alejé de mí con un manotazo en su brazo.—Eres sucio.—Dije sonrojada.

—Mi dulce angelito.—Negó con la cabeza.—Es lindo verte actuar inocente después de haberte escuchado gemir mi nombre en el baño.

—Yo no..—Quedé sin argumentos para defenderme.—No lo digas de esa manera, es vergonzoso.—Me quejé.

...Fue vergonzoso, demasiado, pero sin duda alguna lo volvería a hacer....

...¿Eso me hace una pervertida también?...

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