Episodio 11: Prohibido

^^^Nina Klein.^^^

...Por muy increíble que parezca, no siento culpa alguna por lo ocurrido en el cuarto de baño....

...No se siente como algo malo....

No siento como si hubiera cometido un error ni mucho menos algun tipo de pecado.

Se siente como si por primera vez empezará a vivir, mis primeras respiraciones, mis primeras sensaciones hacia el mundo.

...Me siento completa....

No esperaba que pudiera sentirme tan bien por compartir un lazo más que sanguíneo con Jack.

...¿Así debes sentirte cuando te dejas guiar por tus sentimientos y estos son correspondidos?...

Nunca hubiera aceptado estos oscuros deseos con nuestros padres vivos, pero ahora ellos no están aquí y lo único que me podría impedir confesar lo que siento es mi hermano. Mismo hermano que no me apartó cuando le pedí que se mantuviera a mi lado.

—Todavía nos queda un mes y una semana para que la estación cambie y finalmente podamos salir sin el miedo de ser atacados por los lobos.—Mencioné.

Ambos nos encontramos acostados en la pequeña cama de su habitación, yo entre sus brazos mientras él acariciaba mi cabello y fijaba su mirada en el techo.

—Tendremos un mes y una semana para disfrutar antes de que debamos regresar a nuestras obligaciones.—Respondió.—Podremos hacer muchas cosas antes de tu regreso a la escuela y yo al trabajo.

Jack es un cazador, uno de los pocos cazadores que deciden adentrarse al bosque para conseguir la carne que los otros pueblerinos no pueden conseguir por el temor a ser atacados por las bestias del bosque.

Que Jack sea un cazador provocó que mis padres fueran más atentos conmigo porque estaban muy seguros de que su hijo mayor moriría tarde o temprano y conociendo a mi hermano, ni mis padres podrían hacer cambiar una decisión que ya haya tomado por su propia voluntad.

Es jodidamente contradictorio, porque siempre me dice que mantenga mis estúpidos pies fuera de ese lugar a menos que deseé morir joven.

Obviamente en invierno ni siquiera él puede atreverse a entrar al bosque, es la estación del año en donde los lobos se acercan a nuestro pueblo y esperan el momento indicado para conseguir una presa fácil.

—No me gusta que seas un cazador.—Apoyé mi cabeza en su pecho y sentir su respiración es algo increíblemente relajante.—No quiero perderte.

—No tienes que preocuparte por mi, angelito.—Rodeó mi cintura con su brazo y me acerco a un más a su cuerpo.—Soy yo quién debe preocuparse porque no actúes tan imprudente.

Levanté la mirada y desde mi ángulo podía ver su clavícula con su barba de un día.

...¿Cuándo empezó a cambiar?...

Ni siquiera fui consciente cuando debió aprender a afeitarse para evitar parecer un ermitaño como la mayoría de los hombres mayores en este pequeño pueblo.

...Es jodidamente ardiente....

No lo pensé dos veces antes de morder su clavícula y dejar la marca de mis dientes en su piel.

...Estamos a mano....

Jack había dejado salir un quejido de dolor cuando sintió mi dientes en su piel y cuando lo deje ir para ver su rostro, fue cuando sostuvo mis manos e hizo que me sentará a horcajadas entre sus piernas mientras tomaba asiento en la cama.

—¿Pensaste que ahora estaríamos a mano?.—Preguntó fijando su mirada en la mía y yo di un pequeño asentimiento con la cabeza.

Ahora ambos estábamos vistiendo nuestros respectivos pijamas, pero el calor de su entrepierna fácilmente atravesó mi pantalón llegando a mi intimidad y si fuera solo un poco más valiente me movería para hacer fricción y poder complacer el deseo que tenia por ser tocada otra vez por él.

—Jack.—Me acerqué a su boca para recordar la suave textura de sus exquisitos labios, mismo labios que me hicieron gemir su nombre cuando me llevó al éxtasis en el cuarto de baño.

Sus manos se aferraron a mis muslos y acercó su rostro al mío tan jodidamente lento que estaba a un segundo de rogar por la repentina necesidad de probar su boca una vez más.

...Jodidamente delicado....

...Malditamente apasionado....

...Perfectamente sádico....

Lamió mis labios, introdujó su lengua y me guió por un beso necesitado, exigente y jodidamente doloroso.

Mordió mi labio inferior haciéndome daño y cuando una gota de sangre brotó de estos él la limpió con su lengua, probando mi sangre, saliva y ahogando mis quejidos con otro beso más posesivo que el anterior.

—Me estás llevando al límite, angelito.—Sus manos abandonaron mis muslos y las puso en mi cintura para presionar su ya duro miembro con mi muy necesitada intimidad.

La pequeña y breve fricción que hubo entre ambos me hizo perder la poca fuerza mental que intentaba no perder y dejando la vergüenza atrás, comencé a moverme en círculos dolorosamente lentos para seguir presionado nuestras partes bajas entre sí.

—Oh Jack.—Gemí en su boca.—¿Cómo algo que se siente tan bien, podría estar tan mal?

Mi ropa interior estaba mojada y lo único que quería era quitármela para sentir su dureza en mi piel desnuda.

Seguí frotándome contra su miembro y los jadeos de ambos estaban cubriendo la habitación de sonidos húmedos y sucios.

...Ambos estamos enfermos....

No me importa seguir enferma por el resto de mi vida si eso nos mantiene unidos.

...Perdí a mamá....

...Perdí a papá....

...Me niego perder también a Jack....

Luego de haber frotado mi intimidad contra su entre pierna, no duré mucho antes de correrme y terminar de mojar por completo mi ropa interior.

Mi hermano también se vino en su ropa dejando una mancha de humedad en sus pantalones al igual como en los míos.

En una noche hemos rozado el límite de lo prohibido y ahora me pregunto cuánto más avanzaremos en este mes antes que el invierno termine.

Al parecer el invierno no está tan mal, lo único que lo arruinaba eran los jodidos lobos.

—Creo que debo ir a tomar otra ducha.—Comenté con timidez y me sorprende que todavía pueda sentir vergüenza después de haberme frotado contra él para darnos placer.

—Si, yo también debo hacerlo.—Dejó un casto beso en mis labios y ese simple detalle hizo que mi corazón se estremeciera.

No necesito encontrar las palabras para explicar mis sentimientos, no es necesario buscar alguna definición para nuestra relación actual, me basta con esto.

Tener a Jack a mi lado es lo único que podría importarme a estas alturas, lo demás quedo en segundo plano cuando sentí la calidez de sus brazos rodear mi cuerpo.

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