Joe se queda embelesado viendo a Santa desde lo lejos, con un brillo en sus ojos y enseguida toma su lápiz mágico escribe su deseo en el papel y ante la mirada desconcertada de sus amigas dice:
- ¡Ya escribí mi deseo!, lo vengo queriendo hacer desde niño y quiero que se cumpla hoy-
- Por favor, tenías que pensarlo cuidadosamente es un solo deseo ¡Qué impulsivo eres!- dice Laila preocupada.
Ante la mirada atónita de todos, el sobre desaparece en el aire. Joe está muy feliz.
Nastia de vuelta a su mesa dice - vamos a disfrutar de esta deliciosa cena, la preparó mi tía Nohely con mucho cariño, ella es una maga de la cocina, todo lo que hace es delicioso-
- Jajajaja, con razón el Duque Klaus es un ser tan horrible y asquerosamente obeso- se ríe Dustin, un estudiante envidioso de Nastia por tener el 1° lugar de los estudiantes del RIMANK. Sus acólitos celebran el chiste.
Nastia se levanta sus ojos se oscurecen, ya no soporta sus burlas, le grita con rabia y la voz quebrada a punto del llanto:
- Pueden burlarse de mí todo lo que quieran, no crean que no sé que ustedes fueron quienes me atacaron en las escaleras, pero no les voy a permitir que se burlen de mi tío Noel, él es un ser de luz, fue su elección tener ese aspecto, decidió quedarse así para que los niños del mundo, sin importar su aspecto físico, discapacidad o color de la piel se sientan identificados y amados por él sin discriminación alguna-
- Si él lo quisiera, sería el hombre más hermoso del planeta, más que ninguno aquí presente, pero él es el ser más noble de este universo y piensa primero en la felicidad de los niños antes que en su aspecto físico, algo que un ser tan vil como tú ¡Jamás podrás entender!- Mira a Dustin con ganas de matarlo por su ofensa. Nastia gritaba a todo pulmón sin poder contener las lágrimas que corrían por su rostro, con la impotencia de no poderle propinar un golpe a ese niño cruel. Todos quedaron en silencio atento a lo que pasaba en la mesa de los de preparatoria.
Dustin y sus amigos apretaban los dientes, no podían hacerle nada ni contestar, sabían que serían expulsados si se investiga lo sucedido en las escaleras. Prefirieron callarse. Empezaron a haber comentarios y murmullos generalizados de los estudiantes en todas las mesas, todos hablaban a la vez.
Unos duendes que estaban cerca, por un gesto del Duque Noel, esparcieron en el aire polvos mágicos de la felicidad, para que no tuvieran rencor en sus corazones, lo hizo para calmar a su sobrina querida.
Nastia se sentó más calmada, sonrió y disfrutó con sus amigos la cena deliciosa, riendo durante toda la noche. A lo lejos Garrix miraba a Nastia con envidia, pensaba: "Otro ser que lo tiene todo, belleza física, una familia que la ama, el estatus más alto de todos los estudiantes... además heredera del Imperio del Norte, el más poderoso de los 4 Imperios".
Katherine no podía dejar de observar con celos a Nastia, Leopold casi se levanta de su mesa para ir a consolarla, si no hubiese sido porque Enzo lo detuvo, Leopold empuña las manos para no hechizar a Dustin que hizo llorar a Nastia.
-¿Cómo se te ocurre querer ir a defenderla? Y no lo ocultas, no entiendo cómo te puede gustar una niña de esa edad, ¿qué le ves?, ni siquiera tiene poderes mágicos- Katherine piensa: "debo acabar con esa fijación antes de que haya algo más. Afortunadamente, parece unilateral, ella ni lo mira"
Garrix estaba complacido de descubrir el talón de Aquiles de Leopold, nada más y nada menos que la princesita privilegiada del Norte.
En la noche Joe estaba en el dormitorio de las chicas, estaban conversando muy animados de lo que harían a la mañana siguiente.
A las 10:00 de la noche en la ventana se detiene un pequeño trineo. Es el duende Yell, con la invitación del Duque Noel para visitar el Castillo del Aire, Joe no cabía en su asombro, Laila y Daría estaban de una pieza. Nastia feliz, porque el tío había cumplido su promesa, preguntó si sus amigos podían acompañarla, el duende dice el nombre de todos los invitados de honor: Joe, Daría y Laila.
- Yell, nunca cambias estás igualito-, lo abraza
- Pero tú no dejas de crecer, ya no pareces una niña tímida y asustadiza, estamos muy orgullosos de ti, por la manera en que defendiste al jefe Noel- dice haciendo un guiño con el ojo. Nastia sonríe ruborizándose, avergonzada por su arranque de furia en público.
-Yell, déjame presentarte a mis amigos- ellos son Joe, Daría y Laila- dice para cambiar la conversación.
- Chicos este es mi amigo el duende Yell, el más fiel y antiguo servidor de mi tío y quien siempre me traía en las navidades al Castillo del Aire cuando mis padres no podían-
- ¡Mucho gusto Yell!- dicen todos en coro.
- ¡Mucho gusto, niños! ¡Vamos volando a la aventura! ¡Todos a bordo!, el trineo se agranda según la cantidad de pasajeros, todos caben cómodamente-
Suben emocionados. Llegan al helipuerto de trineos, bajan por el ascensor hasta la sala de la casa de Santa Klaus.
- Entonces ¿no se puede subir por las escaleras al Castillo del Aire?- pregunta asombrado Joe.
- No, solamente por trineos mágicos- contesta Yell, mientras bajan por el ascensor.
-¿Entonces por qué la prohibición de subir al piso 25?- pregunta Joe.
-Tengo prohibido responder a tu pregunta- dice cortante Yell. Todos quedamos en silencio. Tampoco Nastia sabe la respuesta... Yell tenía un sello de confidencialidad en sus labios, que no puede romper. Todos los recuerdos de Nastia, Zenya los conoce desde los 7 años, no puede romper un hechizo en ese cuerpo.
Entran a la vivienda del Duque Noel, la cual está magníficamente decorada con motivos navideños, no podía faltar el árbol, los regalos al pie del hermoso pino, con una bella chimenea, también decorada. Los recibe la tía Nohely, esposa del Duque Noel, era una elfa, con lentes redondos, mejillas rosadas y regordetas, orejas puntiagudas, de mirada dulce, una voz que arrulla. Se apresura a abrazar a Nastia:
-¡Bienvenida mi niña, cuánto te he extrañado!- exclama mirando y besando el rostro de Nastia, con ojos llorosos por la emoción.
-¡Tiita querida yo también te he extrañado mucho! ¡lástima que solo nos veamos por navidad, pero ya que estoy en el RIMANK, ¡vendré en las vacaciones de verano también!-
-¿Lo prometes?- dice suplicante la tía Nohely.
-¡Claro tiita!- le contesta dándole muchos besos en el rostro a la tía, y recibiendo los de ella. Ellos al no tener hijos, siempre la cuidaron y la quisieron como hija propia, con mucho amor. Zenya estaba feliz, porque Nastia disfrutara de tan amorosa familia.
Un delicioso olor a galletas horneadas los invade, inmediatamente la tía Nohely les sirve chocolate caliente con malvaviscos y diferentes tipos de galletas, con chispas de chocolate, mantequilla, canela, jengibre, decoradas primorosamente. Se sientan todos alrededor de la mesa.
-¿Dónde está el tío Noel?- pregunta Nastia
- Querida hay un grave problema en el piso 52,deben ir allí a ayudar un poco con tus amigos, si no es mucha molestia, yo sé que están de vacaciones, pero es muy grave el asunto.
-¡Cuente con nosotros en lo que podamos apoyar!- dice Joe, secundado por Daría y Laila. Terminan su chocolate. Se reúnen con Yell, para ser llevados al piso 52. Agradecen la atención de la tía Nohely. Se van escoltados por Yell.
Al llegar al piso 52, es un gigantesco almacén, se quedan impresionados, les informan que han desaparecido 500 millones de juguetes. El Duque explica que en el mundo hay aproximadamente 1500 millones de niños que esperan sus regalos de navidad, quedan tan solo 2 semanas para la gran fecha y desaparecen de la nada 500 millones de esos regalos, es una cifra que no se puede reponer fácilmente en tan corto tiempo. La fabricación de esos juguetes se planifica con un año de anticipación.
¡La Navidad está perdida!
[Para la imaginación]
La tía Nohely y el Tío Noel
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