Capítulo 4 Las Hormonas

Nastia se arregla, se pone un vestido color lila, con botones hacia adelante, cuello redondo, tallado en el torso y plisado en la falda, botas beige, y un abrigo crema largo, hacía frío. Corre hacia el ascensor, baja llevada por Zenya, (está en el piso 12).

Leopold la espera, de cerca es aún más guapo, vestía jeans y un abrigo marrón oscuro que le llega a mitad de pierna. Es realmente alto, aprox. 1:85m me saluda y dice:

- Ven, vamos- la toma de la mano y se adentran al Bosque. Nastia en su mente decía, "no debes, no debes ir con él, vuelve a tu habitación" y Zenya decía "no pasa nada eres adulta y él es un chico de 16 años".

- Caminemos por aquí- Caminan por un sendero de verdes árboles y hermosas flores multicolores, ven en el trayecto varias parejas de estudiantes sentadas en la grama, besándose apasionadamente, Leopold conocía perfectamente la ruta.

El Bosque parece un laberinto con múltiples caminos, es fácil perderse. Había senderos de oscuridad, había otros luminosos, que fue el que tomamos, Nastia lo seguía.

Caminaron un rato y luego vieron en un lugar, apartados y con menos iluminación a la pareja de rubios que observó Nastia desde su balcón. Se empiezan a desvestir sin parar de besarse frenéticamente...

- Ella es mi prometida Katherine está con William - comenta en voz baja Leopold.

-¿Y por qué no le dices nada?- pregunta sorprendida Nastia.

- La verdad, no me importa en absoluto, somos más amigos que novios, de todas maneras yo estuve con ella hace un año, sé que no fui el primero. Luego no la volví a tocar, aparentemente él si fue el primero, ahora no se ocultan; él le brinda la atención que ella quiere y que yo no le doy- confiesa Leopold, viéndolos con desprecio.

-¿Vamos a seguir aquí de voyeristas?- Pregunta Nastia.

Leopold sonríe contesta con otra pregunta:

-¿Qué es voyerista?, ah, sí, supongo que es ver a otros teniendo relaciones íntimas ¿No es así?-

- Sí, pero disfrutando, excitándose viéndolos- le contesta segura como Zenya.

Él extrañado la mira ante la respuesta tan precisa y calmada, pregunta con una sonrisa ladina:

-¿Ya lo has hecho?-

- Si te refieres a tener sexo, no y a ser voyerista, tampoco- contesta Zenya, molesta.

- Wow, qué sincera y directa, no pareces una niñita- sorprendido Leopold por la respuesta.

- Tú preguntaste, solo respondo, y te aclaro que no soy una "niñita"-

- Perdón no quise ofenderte "Princesita"- resalta el diminutivo.

-¿Sabes quién soy?- se sorprende Nastia abriendo mucho los ojos.

- ¡Por supuesto!, todos hablan de tu ingreso hoy- se ríe divertido Leopold.

- O sea, fui el tema de conversación de sobremesa- suspira, avergonzada.

- No te sientas mal, eso nos pasa a todos los herederos a trono cuando ingresamos- dice Leopold, tratando de tranquilizarla mientras continúan caminando a través del Bosque, por un sendero de piedras, alejándose de la escena observada.

- Entonces tú no amas a tu novia- cambia la conversación, volviendo al tema que los llevó allí, al ver su actitud indiferente.

- No, no la amo, pero le tenía aprecio como amiga, pero eso me ha decepcionado- se apresura en decir Leopold.

-Vamos sigamos- Todavía tiene la mano de Nastia entrelazada con la suya, la aprieta, observándola mientras caminan, se acerca inclinándose le susurra al oído:

- Sabes, eres muy bella, tienes unos labios muy atractivos- Cambia el tema de conversación y la mira, con sonrisa seductora, Nastia se ruboriza, le suelta la mano rápidamente.

- ¿Cómo puedes ser tan descarado y coquetearme después de ver a tu novia con otro?- dice Nastia.

- Tranquila, no te voy a comer- sonríe divertido Leopold.

"Pero, míralo es demasiado lindo ¡me gusta!, sigue martillándole la mente a Nastia, Zenya".

Llegaron a una montaña, pero Leopold conoce una entrada, como especie de una hendidura cubierta por arbustos y enredaderas, dice:

- Ven, olvidemos lo que pasó, quiero que veas algo bonito- juntos se adentran en la cueva llegan a una pequeña cascada. Nastia quiere salir corriendo y huir de allí, pero Zenya la tranquiliza y la convence de seguir.

- ¿A todas tus conquistas las traes aquí?- le pregunta con sarcasmo Nastia.

- No, es la primera vez que traigo a alguién, este es mi lugar preferido para pensar, a veces vengo a estudiar, me concentro mejor estudiando solo-

La expresión de su cara no parece que mienta, de pronto él con magia, enciende unos cristales que se encuentran incrustados en las paredes internas de esa cueva. La luz que enciende se refleja, parece un arcoíris de colores. De repente, muchas luciérnagas vuelan y en la penumbra se iluminan con un tono amarillo brillante. ¡Todo un espectáculo!

- ¡Qué hermosura!- Exclama ella y él acercando su rostro:

- No más que tú- toma el rostro de ella entre sus manos y posa dulcemente sus labios sobre los de la chica. Zenya siente un corrientazo que invade el cuerpo, "nunca había tenido esa sensación". Él pega su frente a la de ella:

Siente su respiración agitada, -tus labios saben a fresa, me gustan-

- Me hipnotizan-

Vuelve a besarla, esta vez adentrándose en su boca y frotando sus lenguas, con suaves movimientos. Zenya se ahoga, le falta el aire. Leopold se da cuenta de que es su primer beso y sonríe, con un susurro dice:

- No aguantes la respiración, respira por tu nariz-

Sigue besándola, ella respira agitada como Zenya. Nastia se quiere separar, quiere irse, se está poniendo peligrosa la situación.

Zenya quiere que continúe, le gusta mucho. Leopold la abraza atrae su cuerpo al suyo, ella siente una firmeza a través de sus pantalones, la sienta encima de él a horcajadas. Tocas sus senos a través de la ropa, besa su cuello, empieza a quitarle el abrigo, y a desabotonar su vestido, mientras otra mano se desliza por sus muslos.

Nastia respirando superficialmente, intenta separarse, aparta sus manos, se levanta, y le dice:

- ¡No, Leopold! ¡Vas demasiado rápido! ¡Quiero irme ya!- abotonando su vestido, nerviosa.

Leopold, se pone de pie está enormemente excitado y la abraza, apretándola contra su cuerpo dice:

- Me gustas mucho- mientras trata de calmar sus ganas. Respira profundamente.

- Te acabo de conocer, no está bien, por favor sácame de aquí-, le dice agitada, ella también está muy excitada, pero no quiere salirse de control.

- ¡Tú tienes novia, no soy un objeto con el que te puedas divertir un rato!- dice con firmeza Nastia.

- ¡No, no es esa mi intención, te lo juro!. No amo a Katherine, tú me gustas de verdad, es como si te conociera desde hace mucho - dice Leopold.

- ¡Eso no es cierto!, me acabas de conocer, solo quieres divertirte conmigo, no soy ninguna tonta- se aleja de su abrazo, y quiere irse de la cueva.

- Espera, no te enfades, vamos te acompaño, es fácil perderse en este Bosque, es más peligroso de lo que te puedas imaginar- toma su mano y salen.

- No le cuentes a nadie lo sucedido aquí, ¡ni a tus amigas! Yo tampoco le contaré a nadie. No quiero perjudicarte con habladurías de la gente. Recuerda que tus amigas de hoy pueden ser tus enemigas de mañana - Van de regreso caminando en silencio.

La acción de las hormonas adolescentes a veces pueden descontrolarse. Sin embargo, por ahora, Nastia pudo alejarse.

A lo lejos en lo alto de los árboles del Bosque un águila negra observa...

Nastia

Leopold

Katherine

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