Capítulo 8 Pacto con Hades

Garrix ha despertado al Dios Hades: un ser aterrador, un gigante de hombros anchos, y piel rojiza, con alas parecidas a su piel, su cabeza tiene grandes cuernos. Por sus ojos y boca solo se observa fuego, de sus manos salen llamas. La oscuridad se ilumina por el fuego y el ambiente se impregna con un hedor azufrado.

-¿Quién se atreve a perturbar mi descanso?- Enojado Hades se acerca a Garrix.

- Su Majestad, soy el Conde Garrix Reuniere, su fiel servidor, quien viene a rogar por su gracia- Con voz temblorosa por el miedo, se inclina en el suelo, sin atreverse a mirar el rostro del Dios de los Demonios.

- ¡Tu insignificante mortal! ¿Qué tienes que ofrecer por mi gracia?- Hades lo intimida con un grito.

- Mi Dios Hades, vengo a ofrecerle mi alma- responde Garrix, asustado.

- Interesante, mmm ¿Y cuál es tu deseo?- Hades, con algo de interés acaricia su afilada barbilla, bajando un poco la voz.

- Deseo tener el poder para arrebatarle el maná a otro mago y eliminar su posibilidad de descendencia- Garrix continúa con su cabeza inclinada con una voz invadida por el rencor y la envidia.

- mmmm... Miserable deseo,¡Me agrada!- dice sin borrar su sonrisa maligna, sosteniendo su cetro de poder, continúa indagando.

- ¿Quién será la víctima?-

- El Príncipe Leopold Hoffmann, heredero del trono del Imperio del Este- Responde Garrix sin disimular el odio en el tono de su voz. No se atreve a levantar el rostro.

- mmm... Infame, mmm perverso mmm... reconfortante, una buena víctima, para un buen trato... mmm-

- Puedo oler el odio y la envidia, en tu miserable cuerpo mortal mmm ¡Me encanta!- hace una inhalación y exhalación ruidosa.

- Pero, te advierto con este contrato, una vez firmado, serás mi instrumento de destrucción-

- Tu alma, corazón y voluntad me pertenecerán, serás mi esclavo por toda la eternidad, no habrá arrepentimiento que valga, no habrá vuelta atrás- Hades, desciende un poco para estar a la altura del mortal.

Garrix siente el calor urente que emana de la proximidad de ese gigante terrorífico.

Hades se inclina levemente rozando y quemando, pregunta con su sonrisa mordaz:

-¿Entiendes y aceptas mis reglas?-

- Si, su excelencia, digo, majestad, entiendo y acepto sus reglas- Garrix, inclina su cabeza y asiente con voz trémula por el terror.

El Dios, utilizando su cetro hace aparecer un contrato en el aire, donde queda explícito que Garrix Reuniere le entrega su alma de forma voluntaria.

- ¡Mortal acércate!- ordena de manera imperativa.

-¡FIRMA!- Garrix tembloroso, quiere buscar una pluma.

-jajajaja- se burla Hades con su risa sardónica, le dice sosegado en el oído:

- ¡Con tu sangre!- procede a cortarle la mano con una daga mágica, cae un chorro de sangre en el contrato, es absorbida en su totalidad por el pergamino, sin dejar huella aparentemente visible.

Garrix emite un grito pavoroso por el dolor, cae arrodillado en el suelo, sosteniendo su brazo sin mano, tratando de detener la hemorragia aguantando el intenso dolor.

Inmediatamente, el Dios de los Demonios, lo levanta en el aire, y con sus huesudas manos de largos dedos y filosas uñas, de un solo tajo, le abre el pecho y extrae el corazón de Garrix, disolviéndolo como polvo carbonizado sobre el contrato, apareciendo mágicamente el nombre en rojo, de Garrix Reuniere al pie del contrato. Lo hace desaparecer hacia el Aqueronte.

Garrix deja de gritar, queda inmóvil...

La cara de Hades se acerca al inerte Garrix succionándole el alma gris por la nariz y ojos, convirtiendo su cuerpo en un cascarón vacío. Con otra mano ordena que salga del Río Aqueronte una sombra demoníaca de la envidia, venganza y profundo resentimiento en forma de humo negro, sale arrastrándose, como reptil desde el Río, luego por la tierra hasta llegar a los pies del mortal, Hades lo introduce por los ojos de Garrix, ocupando su cuerpo, y regenerándose la mano cortada.

Garrix vuelve a la vida con una mirada fría, sin brillo, y rostro inexpresivo, lo devuelve a la tierra, el demonio se arrodilla ante el Dios Hades, jurándole lealtad absoluta:

- Yo, su fiel Demonio Garrix a sus servicios incondicionales su Majestad. ¡Ordene que yo obedezco!- se mantiene inclinado.

- Tu primera misión consistirá en eliminar el maná y fertilidad de Leopold Hoffmann- Ordena Hades, y continúa:

- Pero, tu misión más importante y primordial consistirá, en formar el más grande y poderoso ejército de soldados de la oscuridad. Buscarás aliados. Declararemos la Guerra, y poco a poco irán cayendo los 4 Imperios a mis pies. Con mi ayuda sucumbirán y lograré la Conquista de todo el Mundo. La Oscuridad se expandirá por toda la superficie del Planeta, como debe ser, por toda la eternidad - Se regocija ante la idea Hades.

- También debes Conseguir hembras humanas, en quienes depositaré a través de tu cuerpo mis semillas, para engendrar a mis hijos quienes gobernarán los 4 Imperios, cuando llegue el momento- Exige Hades con su sonrisa siniestra.

Coloca su huesuda mano en el pecho del Demonio Garrix, suministrándole hacia su interior un rayo de fuego con el poder nigromante necesario y las semillas reproductivas, para que lleve a cabo las misiones asignadas.

Garrix, nuevamente flota en el aire, esta vez, con la cabeza tirada hacia atrás y sus extremidades rígidas adheridas a los lados de su cuerpo, envuelto en un aura oscura. Lo regresa al suelo.

El Demonio Garrix se inclina, con la frente y manos en la tierra, haciéndole reverencias, contesta:

- ¡Cómo usted ordene mi Amo, entiendo y obedezco!-

- ¡Esclavo! Tienes la obligación de mantenerme informado sobre los avances de tus tareas-

- Una última advertencia:

- ¡Aléjate del Avatar Blanco! Exijo su obediencia incondicional hacia mí. El Avatar es el único que puede entorpecer mis planes-

- Si mi Amo, lo tendré presente, puede confiar en su humilde esclavo - contesta el Demonio Garrix.

- ¡Ahora ponte de pie y lárgate!- Ordena con un grito Hades. El Demonio Garrix inclinado en señal de respeto, se retira lentamente, sin darle la espalda al Dios del Inframundo.

Hades piensa: "Necesito descansar en la profundidad del Inframundo. Hoy me llené con la mejor ofrenda, el alma vil que me facilitó mis planes, mmmm Con la expansión del Imperio de la Oscuridad en la Tierra, mi dominio del Mundo está garantizado".

"Ja, ja, ja, me ofreció su alma putrefacta, por una tarea tan simple, con tan buenos dividendos para mis planes, mmm podré descansar para idear el proyecto del ejército tenebroso que dominará a los 4 Imperios"

"Descansaré hasta que se acerque nuevamente otro mortal despreciable para ofrecerme su alma".

"Las almas mortales alimentan mi poder siniestro"

El Dios del Inframundo regresa en un remolino hacia la profundidad del Río Aqueronte.

[Personajes para el Imaginario]

El Dios Hades.

Garrix

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