—¿Estás bien? —preguntó el, cuándo nos pusimos en marcha ya con ropa seca.
—Si lo estoy —Mentí mirando por la ventanilla, luego de esa visión no tenía ni idea de como tratarlo. Estaba por convertirse en un monstruo, y lo peor, es que era la única que lo sabia.
—¿Segura? —preguntó nuevamente—Es que en serio te noto rara.
—Lo único que quiero es terminar la cacería y volver a casa —dije rápidamente.
Iba a decir algo; sin embargo, hubo un cierto quiebre en su voz y decidió omitirlo. Y el camino se volvió silencioso, volvimos hacer los dos extraños que no se toleraban.
Estacionó el auto en un hotel de carretera, pidió un cuarto, y al momento de entrar me di cuenta de que era la habitación que vi en mi visión, paredes desgastadas, lluvia chocando en los cristales de la ventana con la misma cama en medio.
—No te preocupes, yo no duermo, así que toma la cama para ti —dijo seriamente.
Afirme, entrando al baño para una ducha. Esa forma de tratarnos me lastimaba, pero era lo mejor, fingir que entre nosotros jamás hubo nada únicamente la indiferencia que siempre estuvo.
Luego del baño, me fui a la cama, mientras él escribía garabatos en un papel.
—Según las pistas que me dijo el cocinero, la cosa habita en la casa del primer asesinato y es nocturno —comentó—Lo que me lleva a la conclusión de que posiblemente sea un devorador de almas.
—¿Un devorador de almas? —pregunté confusa.
—Un demonio gigante que succiona el alma de sus víctimas para fortalecerse y tiene lógica pues las muertes ninguna dan señal de agresión únicamente infarto —Agregó.
—Si, bueno entonces esperemos atraparlo mañana —finalice la conversación dándole la espalda.
—¡Que rayos te pasa Zoe! —protesto—Desde que estuvimos en el auto estás actuando rara y no me dices el ¿Por qué? Puedo ser un híbrido pero no soy adivino. No puedo adivinar que mierda te pasa.
—Olvídalo, no hay necesidad que lo adivines —dije mientras sentía mi corazón doler y mis ojos comenzaban a lagrimear.
—No puedo olvidarlo ¿Acaso hice algo malo? —preguntó—¿Estás arrepentida por lo que hicimos? ¡Es eso!
Lo ignoré y a los pocos minutos este se subió encima de mi, exigiendo una respuesta.
—¡Si me arrepiento! —exclamé—Me arrepiento de haber tenido esos momentos de tentación contigo, tienes razón yo le pertenezco a Alex y nada más a él.
Este se me quedo mirando perplejo, pude notar que le afecto mi confesión pues se bajó y salió de la habitación azotando la puerta. Había hecho que esta visión cambiará, lo que conllevaba a que no sucediera jamás, nunca tuvimos relaciones aquí, nunca lo haría con Axel.
Al día siguiente nos marchamos hacia el último destino. El recorrido se hizo tedioso pues no había tema de conversación entre ambos, en vez de eso el murmura a cosas parecía hablar con Zliyat.
Estacionó el auto frente a una casa de dos pisos y bajamos. Este me pasó una ballesta mientras me explicaba lo que pasaría.
—El punto débil del devorador de almas es su ojo medio, si sabes apuntar bien puedes darle ahí —informó—Es grande, por lo tanto, sacaré a mi padre para que luche con él.
—De acuerdo —dije preparando la ballesta.
Pasamos el jardín en donde se podían percibir varios tumultos por debajo del césped.
—En definitiva es lo que pensé —recalcó—Ve, papá encuéntralo.
De su cuerpo salió, una figura alta y humanoide de color negro, que con paso decidido entró a la casa. Ya adentro, caminamos con cautela hasta que el se detuvo.
—¡Ay no! ¡Maldita sea! —
—¿Qué sucede? —
—Zliyat acaba de decirme, que se trata de algo más —explico arrancando parte de su camisa para vendarme los ojos.
—Axel ¿Qué haces? —cuestione confundida, mientras este ponía el pedazo de tela sobre mis ojos.
—No podemos salir, debemos acabarlo primero —murmuro— Es un demonio de clase tres, es peligroso y más para ti. Necesito que permanezcas aquí, escuches lo que escuches por nada del mundo te quites la venda de los ojos o morirás.
Ahora sí que tenía miedo, estar en un lugar desconocido con un demonio que podía matarme y aparte sin poder ver ¿Otra cosa que agregar a la lista del terror?
—Voy a protegerte, no dejaré que nada te pase —Aseguró— ¡Lo juro!
Afirme y lo escuche irse. Si, se escuchaban ruidos, estruendos voces espectrales que iban y venían, mientras tanto me hallaba en una sola posición sin moverme con los nervios activados. Axel no podía ser malo, el estaba arriesgándose para protegerme, el me salvo del pantano, quizás esa visión fue un futuro que se puede impedir, así como impedí que pasará lo del hotel. Podía ayudarlo, de alguna forma podía hacerlo.
Percibía calor y un olor azufre combinado con carne descompuesta muy fuerte. Enseguida el agarre de Axel se hizo presente y me llevó a otro sitio.
—Falta poco —
—Lo siento —dije ubicando sus labios para luego besarlo —Por lastimarte, lo siento Axel.
—No te preocupes, luego hablaremos de eso —Y escuche de nuevo que se alejó.
Podía estar sin vista; sin embargo, percibía que el estaba usando el poder del siniestro, y uso suficiente cantidad para darle fin al monstruo que habitaba aquí. Mi suposición fue corroborada cuando este me quito la tela y vi su cabello, ahora gran parte de este era blanco. Me hallaba en lo que quedaba de la cocina pues toda la casa se encontraba en ruinas.
—¿Estás bien? —pregunté abrazándolo.
—Si —dijo revisándome comprobando de que no estuviera herida.
—¿Y el demonio? —
—Acabe con él y mi padre se lo comió —comentó guiándome hacia la salida—El maldito tenía restos humanos en el sótano, al parecer pensaba invernar de nuevo.
—¿Invernar? Osea que siempre estuvo ahí—
—Correcto, alguien lo invoco Zoe —reveló—Alguien más está detrás de todo esto.
Este me abrió la puerta del auto pero antes de subir me sumergí en su pecho para luego mirarlo a los ojos.
—Tuve una visión, en donde destruías al mundo —confesé—Tengo miedo que no vuelvas a ser tu.
—Se sobre esa profecía, nací para provocar el fin del mundo —Admitió—¿Pero como puedo destruir el mundo si ahí estás tú?
Sonreí mientras afirmaba y lo besaba. Esta mezcla de sentimientos lujuriosos hacia él, se habían convertido más que eso, ese cosquilleo en mi estómago delataba que sentía amor por él. Había sucedido rápido, pero presentía que nuestra conexión ya tenía tiempo.
Subimos al auto y durante el camino el no soltó mi mano. Aviso de que debíamos ir a casa de su madre, porque la había oído en sus pensamientos.
Al llegar a la misma, vimos que todos estaban reunidos en la sala inclusive Alex quién me miró de manera despectiva.
—Acabamos con el demonio que estaba acabando con la ciudad —informó Axel
—Eso está bien —Halago Max—Necesito informarte de algo.
—¿Qué? —preguntó.
Se notaba la tensión en el ambiente, y lo peor es que Sam estaba llorando ¿Por qué lloraba?
—Los de la orden aún están cazándote, pues aún piensan que serás el causante del fin del mundo, ellos no se van a detener Axel —recalcó— No obstante, se está reconstruyendo un nuevo infierno y Lucifer te quiere como gobernante de uno de sus reinos, siendo así, evitaremos que sigan con su absurda cacería.
—Eso significa que si me voy ¿Ya no podré volver a la tierra? —
—No, permanecerás en tu reino así como lo hace Lucifer —informó.
Mi mirada se cruzó con la de Axel, dolía, no quería que se marchará, ya no lo volvería a ver jamás.
—Yo que tu aceptaría hermano, es por tu bien —dijo Alex, como si el bienestar de Axel le preocupara.
—¡No me voy a ir! —protesto—¡Me vale mierda La Orden! ¡Me quedaré!
—¡Entiende Axel! ¡No tienes opción! —Contradijo Max—¡Ni tu madre ni yo queremos perderte! Ya te perdimos una vez, no permitiremos que suceda de nuevo.
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Comments
Mirta Liliana
si fuese sido,Noo,hubiera sido,es como se escribe,escritora!!!!me gusta su novela...
2024-02-25
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𝓝𝓲𝓷𝓪🦋
Muy buena novela me encanta
2024-02-16
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Claudia Rodriguez Da Luz
escritora te felicito me encanto la primera y esta más todavía..yo.creo que el demonio es Alex el.tiene garras y axel en la vicion lo vio con alas zoe y axel son destinados
2023-11-18
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