—¿Qué? Como que desapareció —dije sorprendida.
—Te lo juro Zoe, revise toda mi casa, mi casillero y nada —explico Dalas—Es como si le hubiesen salido patitas para largarse.
—Tranquilo ¿Si? Quizás fue la competencia que quiere arruinar nuestro proyecto —deduje—Los conseguiremos.
—¿Y si no los conseguimos? —dijo esté devolviéndome la pregunta.
—Todavía tenemos las fotografías, además acabo de descubrir un dato interesante que nos puede ayudar de mucho —recalqué.
Este se relajó y me abrazo junto a Beth.
—Eres la mejor —
Luego de explicarles y dejar varios puntos claros, volvimos a clases. Y de ahí ellos se fueron, y fui por un café para quedarme en la biblioteca armando el gran rompecabezas que mi mente traía.
—El rumor de las muertes comenzó en octubre, misma fecha en la cual mi padre me dijo que sucedió lo de las jóvenes vírgenes ¿Tendrá esto alguna conexión? —me pregunté a mi misma.
Sonó la alarma y vi que ya eran las siete de la noche. Debía volver a casa, recogí mis cosas y justo cuando iba por el pasillo hubo una falla en las luces y todo quedó a oscuras.
Encendí la linterna del teléfono y comencé a caminar con el corazón latiéndome a millón. De pronto escuché pasos tras de mí y al alumbrar no había nadie ¡Eso sí que me asusto!
—No hay nada que temer Zoe, no hay nada que temer —me repetí.
Sin embargo, sentí el ambiente pesado y de un momento a otro percibí mucho cansancio corporal, me arrecoste al casillero y aproveché de marcarle a los chicos; sin embargo, mi teléfono se hallaba sin señal.
Nuevamente, escuché pasos, así que cerré los ojos y comencé a susurrar cosas para calmar mi miedo. De pronto presencié algo que me dejó impactada, ya que cuando me atreví a mirar nuevamente, desde las sombras vi a un chico.
Este vestía completamente de negro, tenía la piel pálida y llena de tatuajes. Se aproximó y fue ahí que mi atención se fue a su cabello negro con un mechón blanco ¿Quién era él?
—¿Eres sorda o que? —preguntó con arrogancia— ¿Dónde está la puta fotografía, y las demás cosas que se llevaron?
—¿Qué cosas? ¿De qué hablas? —Cuestione aún en una especie de trance.
—Crees que soy idiota —dijo esté dándole un golpe al casillero, a la vez que me dirigía una mirada de enojo— Sé bien, que ustedes se llevaron un trofeo, una placa y la foto.
—Sí, sí... Osea el trofeo y la placa, pero la foto no —le expliqué temerosa— Y las cosas desaparecieron, ya no las tenemos.
Este se alejó y pasó una mano por su cara, respirando indignado.
—¡Pero qué metiches de mierda! Ahora ustedes mismos se han condenado —comentó.
—¿Quién eres? —pregunté.
—Jamás me has visto —dijo enseñándome el dedo de en medio e inmediatamente regresó la luz.
Al momento que la claridad alumbró todo, desapareció. Sin duda alguna muchas cosas fuera de lo natural existía y lo que acababa de presenciar era una de ellas.
—Es en serio, vi a un chico lleno de tatuajes y con un mechón blanco —le expliqué a los chicos en la tarde, mientras esperábamos la clase del profesor Pérez—Estaba muy interesado por las cosas que nos llevamos.
—Ha de ser imaginaciones tuyas Zoe —aseguró Beth—¿Cómo alguien va a parecer y desaparecer de la nada?
—Yo sé lo que vi, él sabía todo —recalque— Además dijo que por eso estábamos condenados.
—Ok, ok. Yo solamente tengo una pregunta —dijo Dalas con cara de confundido.
—A ver ¿Cuál? —
—¿El chico era atractivo? Porque si te lo imaginaste así de hermoso como lo describes quieres decir que es un papucho —halago riendo.
Bueno, explicara lo que les explicara, estos dos no iban a creerme. Decidí dejar el tema hasta aquí y seguir como si el evento ocurrido no hubiese pasado. El profesor Pérez se estaba tardando y mucho, así que la profesora Verónica lo remplazo.
—Chicos, les tengo una lamentable noticia —dijo de manera melancólica—El profesor Pérez ha fallecido esta mañana.
Todos quedamos perplejos y más yo que hable con el ayer sin saber que sería la última vez que lo veríamos.
—Disculpe ¿De qué murió? —Se atrevió a preguntar Dalas.
—Un infarto —informo—Les pido que guarden silencio sobre este tema, ya pueden volver a sus casas.
Esto era sumamente extraño, él mencionó que había visto la fotografía ¿Acaso su muerte se debía a eso? ¿Acaso el chico que vi estaba vinculado con todas esas muertes?
Fui directo a casa y comencé a ojear las páginas de Internet en busca de respuestas "Chico de cabello negro con mechón blanco" nada "Chico que aparece misteriosamente" nada. Me di por vencida, jamás conseguiría información sobre lo que vi. ¡Lo que vi!
Tecleé nuevamente colocando "Chico que aparece en alucinaciones vestido de negro" y ¡Wala! Varias páginas que hablaban al respecto en su mayoría mencionaban a demonios que perturbaban los sueños como los íncubos, luego apareció una nueva información en donde mostraban fotos de entes paranormales y una de ellas llamó mi atención pues en esta se veía una casa y una hermosa familia posaba su alegría de haberla comprado; sin embargo, a lado de unos de los miembros, se hallaba una mancha oscura igual a las que yo tome.
—Veamos, en donde es esto —Susurre.
De inmediato casi caigo para atrás al leer el pie de la foto. «Casa Monarca. Ciudad Astalon» En definitiva, las muertes, el chico, y la ciudad tenebrosa tenían conexión.
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err0r
Axel 🥹
2024-12-24
0
Jess Queen
Bebé Axel
2024-08-16
0
helens herazo meza
oh por Dios Axel vivo
2024-04-08
2