capítulo 11: “¿éstoy enamorada?"

Me despedí de Kaito, ya que el tenía unos asuntos que hacer. Tome prestado un libro de Sakura para leer debajo de un árbol... La tranquila brisa del otoño me ambienta el curso de esta novela. Los pasos de alguien empiezo a oír, pues el césped sonaba a mi lado... Subí mi vista y era Yuri. Su primera mala impresión me dejó mucho de que pensar puesto a que no se presentó como debía y dio su confesión muy directa y rápida...

— Saori... Vengo a pedirte disculpas por mi manera de presentarme anteriormente.

— tus disculpas son bien recibidas, sin embargo, quiero dejar en claro que no tolerare que hablen mal del emperador ni un momento más...

— de acuerdo... No hablaré mal de el. Saori, tal vez empezamos con el pie izquierdo...

— no. Tu lo hiciste...— declaré seriamente sin despegar mi vista del libro.

— tu carácter es vigoroso... Supongo que eso fue lo que a Ryuken le agradó de tí...— se sienta a mi lado — ¿Sabes?... Aveces, cuando te obligan ser algo que no quieres, tratas de buscar una manera de no sentirse ahogado. Ryuken es así por la presión que le metieron sus difuntos padres, pues lo obligaron hacer un emperador perfecto para crear una nación perfecta... Y la única manera de descargar ese estrés emocional es con las mujeres. Por ahora él te tiene únicamente a tí... ¿Que pasará si el algún día encontrará a otra que sí beneficie a mejor a su imperio?

—... Sí llegara ese día, y yo me enamorara de él... Creo que mi corazón... No lo resistirá, no sabría que hacer después... Pero si sé que pasará si el se enamora de mi... Dejará todo ese peso que lo hace hundir como alguien que no es... Y se irá a mi lado. Ese es el destino que deseo para ambos.

— ya veo... Saori, ¿Acaso no te ah dado cuenta aún?

— ¿De qué?

— ya estás enamorada de él, en la forma en que lo defiendes, en como describes un futuro con o sin él... Y con pasar mas tiempo a su lado, ese amor crecerá más...— Saori no se percató de ese sentimientos que es el más fuerte de todos... Miro asombrada a Yuri, que él solo la miraba con compasión... De momento a otro, ella le pone ambas mano en su boca y con sonrojo le implora.

— por favor... No le digas nada a Ryuken–sama... Prométemelo— toma mis muñecas y la baja delicadamente.

— lo prometo... Me tengo que ir, solo vine para pedirte disculpas. Sí necesitas algo, no dudes en avisarme...

Después que Yuri de aleja, yo me quedo estupefacta pensado en todo lo que dijo... Esto es malo, no se suponía que yo lo hiciera primero que él... ¿Será que soy fácil de leer?... No puedo dejar que el emperador se entere de eso... No hasta que el sienta los mismos por mí. Aún no me lo puedo creer. Tenía que venir alguien y decirme eso... Un momento ¡¿Y si Ryuken sabe que yo me enamoré primero y se lo ah mantenido cállado?!... No, lo conozco y de inmediato me diría que ganó. ¿O tal vez lo mantiene en secreto para de verdad romperme el corazón?... AAAH, ¡Esto es un desastre!... Cálmate Saori. Tu eres más astuta, solo sigue como si no fueras escuchado lo que Yuri te declarón.

— Iré a su lado para probarme a mi misma que si puedo...

— ¿A que lado irás, Saori?— pregunto alguien a mis espaldas, grité no por el susto, si no porque era su majestad con abanico en mano...

— Ryuken–sama...

— ¿Con quien te irás haber?— su tono me deja mucho en que pensar, sonaba como... Celoso.

— a usted.

— no me mientas.

— ¿Por qué lo haría?

— ¿Acaso no te ibas a ver con mi hermano?...— de seguro me observó cuando hablaba con él en el jardín.... Fruncí el ceño y si el no iba a ser directo conmigo, yo sí.

— Ryuken–sama, creo que está teniendo una confusión conmigo y con Kaito–sama... No le estoy engañando, y menos con su hermano. Le dejé muy claro a él que solo soy de su majestad, pero eso no significa que tenga que darle un mal trato cuando el ah hecho todo lo contrario conmigo...

su majestad se quedó con solo una frase que su doncella expresó— ¿Eres mía?...

— ¿Eh?...— me golpea con su abanico la cabeza, yo me moleste.

El afinca su voz — te pregunté si eres mía...

— ¡Que insistente!... ¡Sí lo soy!... ¡No entiendo cómo pones en duda eso!...— toma mi cintura y pega mi cuerpo con el suyo...— ¿Ryuken–sama?

— no quiero que le vuelvas a dedicar una sonrisa a otro hombre que no sea yo... ¿Entendiste, Saori?... Eres mía.

— Ryuken–sama... No puede obligarme a eso. Soy de usted, pero no su prisionera. Confianza en mí es lo único que pido de su majestad. ¿Podría darme eso?

El resopla por la nariz, piensa pocos segundos y acepta— bien... Te dejaré libre y confiaré en mi concubina... Estaré ocupado alistando la conquista para los próximos meses, así que esperame en la noche...— se separa de mi para irse, el me da su espalda en lo que yo le dije...

— su majestad... ¿No se va despedir bien de mí?— voltea su cabeza con una sonrisa de lado, se regresa, me vuelve a tomar entre sus brazos y me besa... Estaba celoso, de eso no cabe duda. Eso quiere decir que el también está cediendo a nuestro desafío.

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Los mese pasan en un abrir y cerrar de ojos, el otoño acabo dándole el paso al invierno. Su majestad y yo nos llevábamos bien y aveces en nuestro tiempo libre nos conocíamos más, me cautive con su forma de ser, aparenta ser alguien orgullo y con temple, pues es lo que su papel de emperador requiere, sin embargo, conmigo me muestra lo cariñoso que puede ser. Por supuesto que seguí hablando con Kaito amigablemente, como lo prometió, me dio esa confianza y poco a poco se adaptó aveces verme entablar un conversación...

Bajo la nieve nos encontramos, salimos a pasear admirando el último día del año...

— Ryuken–sama... vamos a seguir caminando, me fascina el ambiente.

— Saori... No podemos. Hoy es la fiesta de fin de año, como emperador tengo que ser el primero invitado...

Puse un puchero— como usted diga...— el me sonríe y abraza desde mi espalda.

— no te preocupes... Acuérdate de mi promesa de hace meses, después de esta celebración, en una semana atacaremos al imperio lunar. Tu a mi lado como mi guerrera...

— lo protegeré de cualquier víbora que se le intenté acerca.

------------- en la noche.

Los fuegos artificiales explotaba en el cielo, anunciando el inicio de un nuevo año. Me hallaba sola en el balcón del gran castillo... Donde la vista era maravilloso...

— feliz año nuevo... Saori— giré mi cuerpo para verlo.

— Ryuken–sama... Feliz año nuevo... ¿Que es lo que tiene en la mano?

— un pequeño juego de niños...

— ¿Puedo tenerlo?

— ¿Eres una niña?— preguntó juguetonamente. Intenté quitárselo pero el era más alto que yo.

Luego, lanza el pequeño fuego artificial a un lado para tomarme, me observa por unos segundos, sube mi barbilla con sus nudillos y nos besamos...

Yuri tenía razón, cada día que pasaba a su lado, iba incrementando mi amor por él... ¿El sentirá eso por mí? Hice todo lo posible para eso, me dediqué tanto que ahora no puedo separarme de su lado... La única forma de comprobarlo es con la llegada de.... Mizuki... Aún así, tengo miedo... de qué él me deje y se vaya con la doncella de la luna...

Saori muy pronto conocerá a la última concubina. Y se dará cuenta que es lo que el emperador realmente siente por ella... sí es real sus sentimientos hacia Saori o solo era su plan para ganar el desafío y hacer lo que el tenía acordado desde el principio.... Romperle el corazón.

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