capítulo 15: “luna nueva"

— Kaito–sama... Yo-... Lo siento, no puedo, no puedo sacarme a su majestad de mis pensamientos... Debí de haberle hecho caso cuando me advirtió... No tuviera en este abismo de dolor... No me hubiera enamorado de él.

— Saori...— limpia las lágrimas con su mano—... No fue tu culpa, no te culpes por algo que fue inevitable, intentaste darle calor a su corazón, y el solo pensado en su corona, sé las razones del porque hizo a la princesa lunar como su concubina... Te duele verlo ¿Verdad?... Pues olvídalo en mi...— sube la barbilla de Saori y el baja la suya, aún quedaban rastro de lágrimas en las comisuras de sus ojos... Con impresión veía ella, sin embargo quiere intentar nuevamente, así que se deja llevar entre los labios de Kaito. Y mientras que la nieve caía en ambos, los ojos del emperador igualmente se fijaba en ellos, desde la ventana de un pasillo.

El resoplo por la nariz con gran pesadez, dejar ir a la mujer que en algún instante llegó a sentir amor por ella. Y solo por cumplir un sueño que ni siquiera es suyo.

“no hay vuelta atrás, ya hice mi elección... Saori, no espero que me perdones, ya que tú futuro está mejor sin mí"

Pensó el, quién se iba por el pasillo sin vida en sus ojos y con la decisión de casarse con Mizuki... En silencio el sufre por cumplir con su deber.

La llegada de la noche fue algo lenta para Saori. Pues con el té caliente que Kaito le ofreció se enfriaba en sus manos. Observando en el cielo el indicio de la luna nueva... Ambos se encontraba sentado en la orilla de otro patio, para ser más específico, afuera de la habitación de Kaito.

— Saori...— pronuncion Kaito preocupado...— fuí muy rápido en darte ese beso...— ella mueve su cabeza en negación...

— no kaito–sama... Necesitaba calor y tu sin dudarlo me lo diste. Te lo agradezco, si no fuera por ti, seguiría en el patio dejando que mis lágrimas se congelara...— el le quita la taza de té y toma la mano de ella para besarla...

— Saori. Dame una oportunidad, me duele mucho verte en ese estado y aunque tenga que admitir que esperé por este día, déjame por lo menos aliviarte la angustia de tu corazón...

—.... — ella intenta recibir ese afecto de parte de Kaito y aunque no es igual, desea saber si quedarse o irse con lo siguiente... Él le acaricia el rostro, se detiene y se acerca a su boca... Entre el beso fueron cayendo completamente al suelo.

Saori con sus ojos cerrados, no pudo frenarlo y sin querer, se imagina a Ryuken...

No, no puedo hacerle esto a Kaito, el no se merece que también lo ilusionen, ni que crea que su amor es correspondido cuando es todo lo contrario... Moví mi cabeza hacia un lado para romper el beso. Fruncí el ceño para luego mirarlo...

— ¿Saori?

Ambos nos sentamos muy cerca del otro.

— Kaito–sama... No quiero lastimarlo de la misma forma que lo hicieron conmigo. Por eso, quiero ser sincera contigo, no puedo empezar con otra relación hasta sanar completamente. No es justo que te haga pensar que te quiero, yo de verdad te aprecio mucho, pero no de esa forma. Ya tomé mi decisión, mañana me iré definitivo del palacio... Perdóname por no amarte...— me miraba con compasión y una pequeña sonrisa, me toma de imprevisto al abrazarme.

— Saori... No te sientas mal por mí, sabía muy bien que tú lo amas a él a pesar de todo, quiero verte sonreír como antes y a mí lado solo forzaría esa hermosa risa. Y no te culpes por no amarme, el corazón es un misterio jamás resuelto por no amar a quienes se deben... Por lo menos, duerme a mi lado está última noche. Te prometo que no haré más nada que tenerte en mis brazos...

— será un placer....

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El emperador se hallaba en su recámara, puesto a que no celebró su victoria ni a hecho público su compromiso con Mizuki...

— emperador....— entra la princesa de la luna con una bata de seda...— pensé que festejaria su gloria y nuestra unión...

— déjame en paz Mizuki. Estoy cansado...

— ¿Seguro que lo estás?...— la bata se desliza de su piel dejándola desnudes plena ante su majestad... Su piel de porcelana y delicada. Para cualquier hombre le resultaría una tentación difícil de resistir... Ryuken se levanta de su cama y pasa a un lado de la princesa.

— ambos sabemos que esto es puro convenio... Y la única forma de yo tocarte es pensando en ella...

— entonces... Tu sufrirás por su ausencia. Ya que de seguro esa mujer te odiará y no volverá contigo.

Se ríe débilmente — es mejor así. Verla de nuevo hará que me arrepienta de todo... Estaré afuera un largo tiempo, no me esperes.

Ryuken por ahora quiere tranquilidad, y alejándose de Mizuki tratará de conseguirlo, pide un licor fuerte y se va a beber en su oficina, arrastra el cojín hasta la ventana y mira la luna nueva mezclarse con la nube tormentosas...

— al parecer vendrá una tormenta de nieve...— recuerda el beso que su hermano le dio a su antigua doncella bajo ese clima... De la misma forma que Saori sintió ese dolor pulsante en su pecho, Ryuken lo experimenta...

— eres un imbécil...— exclamó su hermana que pasó y se sentó en el escritorio— ¿Como te atreves a traer a otra víbora?... Pensé que estaba tomando buen camino con Saori. Imbécil.

— Sakura... Esa víbora nos garantizará un poder jamás visto en la dinastía del dragón. Siendo yo el emperador podré tener eso a mí mano.

— cumpliendo el sueño de nuestro padres ¿Eh?... ¿Sabes?... Ellos deben estar felices en el más allá. Por qué su hijo perdió la suya por el hecho de que lo obligaron a seguir ese mismo sueño... ¿Ahora dime qué te queda?... Nada, Saori se irá de tu lado por tu estúpida avaricia de ser el más poderoso... Ahora debes de estar vacío pues al conocer a alguien como ella nadie te llenará... Es tu castigo por no saber apreciarla.

— ¿Que eres? ¿Un espíritu que vino a decirme la verdad?

— Admites que lo arruinaste por completo... ¿No es cierto?... No podrás reparar el daño que le causaste a Saori, pero hazle saber que la amas...

— no volverá si se lo dijera... La conozco, su dignidad es de acero como a la vez prefiere dejarme sufrí sin su presencia.

— una venganza sutil... Adoro a Saori, tiene varias personalidades tan cautiva, provocándote conocerla más... Ella puede ser, dulce, fuerte, obstinada... Y-.

— buena amante...— completo Ryuken con una sonrisa al recordar a Saori en los momentos de placer. Como también recordó cuando ella le cocinó en varias ocasiones y le brindó un apoyo cuando lo necesitó, siendo ella más que una simple concubina...— soy un imbécil... Saori estará mejor sin mí...

— ¿Pero tú estarás mejor sin ella?

— ya es tarde. No puedo retroceder... Dejaré que se vaya... Pero haré algo de lo que me hablaste... Antes que se vaya, le diré.

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