La noche caía y la luna estaba más brillante que nunca, Mirey entres sus caminatas nocturnas llegó hasta el río que orillaba cerca de la cabaña.
No podía liberarse de sus preocupaciones sobre el reino y su gente, sentía culpa y remordimientos, un pago justo por sus egoístas decisiones.
"tal vez, si volviera al pasado... Haría las cosas muy distintas"
Ella da unos suaves toques a la calmada agua y nota su agradable temperatura.
Mirey no desiste en meterse en el agua, se quita las pocas prendas que cargaba, oculta su delicado cuerpo desnudo bajo las pequeñas ondas ondulantes que se producían sobre el agua,
La luna se reflejaba sobre ella.
El silencio era tal profundo en ese bosque, que cada movimiento que hacía Mirey en el agua se escuchaba claramente, de repente un ruido llamó su atención, era un sonido producido por los pasos de Sebastián, que al avanzar pisaba las crujientes hojas que reposaban en el piso. Este le extendió una gran toalla blanca, Mirey al salir del agua, este cubrió su cuerpo, su piel delicada y blanca estaba cubierta por pequeñas gotas, parecía una rosa con un sutil rocío sobre ella.
-gracias-
-no tienes que agradecer- Sebastián besa la delicada y fría frente de Mirey, la cual estaban escurriendo gotas de agua. - debemos entrar, está refrescando-
-está bien-Mirey se desequilibra un poco al pisar una piedra punzante con sus pies descalzos.
Sebastián, al darse cuenta la carga en brazos, camina en dirección donde se encontraba la cabaña.
Mirey abraza con sus brazos a Sebastián y lo ve a los ojos, de repente queda perpleja por los fuertes pensamientos que sale de su cabeza.
"Ella es la más bella de todas... es única en el mundo... estoy feliz de poder abrazarla, debo actuar normal si no se dará cuenta de mis impuros pensamientos, actúa normal, actúa normal... pero es tan bella... no puedo actuar normal antes esta situación" Sebastián involuntariamente se sonrojaba un poco.
Mirey un poco anonadada - nunca cambias - y larga una pequeña risita
-¿Qué, por qué? -
-no es nada-
El tiempo pasa Mirey mantenía su privacidad muy bien de la gente que vivía en el exterior, estableció una vida común con Sebastián, ambos se complementaron bien y se ayudaron mutuamente, Mirey se encargaba de hacer diversas pócimas de sanación, las cuales después Sebastián con anonimato se encargaba de distribuir, eso les ayudaba con los gastos diarios.
Nadie se percataba de la originalidad de las pócimas, Sebastián se hacía pasar por un comerciante de un país lejano.
Todo marchaba bien y le iba todo de forma próspera, compartieron muchos momentos alegres.
La vida fue buena.
... Los años fluía como el agua de un grifo que nadie se percató de que había dejado abierto.
No hubo descendiente, lamentablemente por choques entre especies no permitía engendrar a un mestizo, pero eso no detenía su felicidad, el estar los dos juntos era más que suficiente.
Mirey a través de los años se percataba de la decadencia física de Sebastián, su piel se iba llenando de arrugas, mientras ella se mantenía como el primer día en la que llegó a este mundo como Santa, Mirey se sentía triste de ser la única que no envejeciera.
Sebastián empezó a sentirse más adolorido, cansado, somnoliento, él empezó a necesitar apoyarse en un bastón para caminar, Mirey tras la desesperación de ver desintegrándose lo que más amaba se quedaba hasta altas hora de la noche experimentando una posible cura rejuvenecedora para Sebastián, hasta el momento sin éxito.
La flor más vivida y hermosa empezaba a marchitarse por culpa del tiempo.
En el exterior a un lado de su cabaña Mirey tenía un cobertizo lleno de extensos papeles con estudios y muchas clases de hierba, ella siempre se encerraba en ese lugar, incluso estaba días ahí sin dormir siquiera, Sebastián muy apenado se acercaba hasta el lugar y veía como Mirey por el cansancio terminaba perdiendo la consciencia en un profundo sueño, el trataba de hacer lo mejor, pero la situación se le escapaba de sus manos.
Ella postrada frente a su escritorio lleno de papeles, llevada por el cansancio, y Sebastián en su agonía de presenciar tal escena la cubría con una cobija, mientras sus ojos se mantenían llorosos -ojalá aceptaras la realidad, y en vez de estar sumergida en cuanto estudios pasara mis últimas horas conmigo, pero ¿yo que más puedo hacer? .-
Horas, Días, semanas y meses pasaban y Mirey trataba de crear esa pócima que desesperadamente no podía, el tiempo se le agotaba.
Sebastián veía por la ventanilla la luz de aquel cobertizo prendida por largas horas, mientras el sol se apaciguaba, y la nieve caía sin cesar, dejando el suelo exterior con una fina capa blanca, su mirada vacía solo se enfocaba afuera en la espera de Mirey que nunca llegaba.
Sebastián tras el frio tomo una cobija y un poco de chocolate caliente para Mirey que ni siquiera se había alimentado bien, el frio empezaba a ser cada vez más cruel.
Mientras Sebastián abre la puerta del cobertizo, ve a Mirey de rodillas en el suelo llorando, cristales rotos y hojas desparramadas, desocupa sus manos rápidamente y trata de levantar a Mirey del suelo.
-levántate, te cortarás con los vidrios-
-casi lo logro, pero fracasé de nuevo- Mirey cubierta en llanto y una voz quebradiza
-no te preocupes- Sebastián besa la mano de Mirey, toca su rostro y la mira a los ojos -no llores más, ya he vivido demasiado, estoy feliz de haberlo pasado junto a ti, estoy satisfecho, me distes los recuerdos más hermosos que tengo en mi mente, no estoy triste... estoy feliz por tenerte aquí junto conmigo hasta mis últimos alientos-
-pero eres lo más preciado que tengo, no quiero perderte-
-si hubiera una segunda vez estoy seguro de que lo compartiría de nuevo contigo, lo único que me entristece es el dejarte sola, eres muy fuerte, sé que estarás segura, pero no sé si tu corazón lo estará, sé fuerte por mí, es lo único que pido-
-no seas tonto, te prometo que resolveremos esto entre los dos, hare lo mejor que pueda y lograré hacer la cura y viviremos muchos años más juntos y felices-
Sebastián estaba un poco triste de que Mirey siguiera tratando luego de tantos fracasos.
El invierno pasa y por fin la primavera se hace presente, Mirey con los nuevos rebotes de las plantas que recolecto se puso satisfecha.
Parecía que todo marchaba bien, Mirey contenta con los resultados que daban su abrupto trabajo en aquel estrecho cobertizo, grita de la emoción ¡lo logre!.
Mirey con el logro de haber conseguido la cura de la vejez para Sebastián, sale corriendo a su casa de inmediato a dársela, Sebastián descansaba tranquilamente en la silla mecedora que estaba al lado de la ventana, esa ventana daba vista al cobertizo del exterior "parece que se durmió de nuevo esperándome a que regrese"
Mirey se aproxima contenta a despertar a Sebastián, no aguantaba el entusiasmo de ver los resultados, ya quería ver a Sebastián gozando de salud nuevamente.
Pero cuando toca su mano para despertarlo nota que está fría y tiesa, Mirey cae al suelo y llora con fuerza "llegue tarde".
Llena de penuria, Mirey hace una tumba cerca de la cabaña, Mientras observa el montón de tierra que acababa de ser removida, siembra muchas lágrimas sobre ella, se mantiene parada frente a la nueva tumba, extiende su mano para desbordar la cura sobre la tumba, la cual había dedicado mucho tiempo en conseguirla, antes de desbordar las primeras gotas mira la preciada cura "nunca supe si en realidad era útil, ya que no la probé" Mirey toma de un golpe el dorado líquido que tenía aquel fino recipiente de cristal.
En la espera de los efectos, ella no siente peculiaridad alguna,
"Tal vez no funcione en mí por el hecho de que soy joven" ,
Mirey cae inconsciente sobre la tumba.
Mirey despierta sobre una montaña de tierra, el cielo está más azul que nunca, la briza está haciendo rebozar a las hojas de alegría, las cuales se mesen entre sí, el bosque es tan silencioso que la naturaleza se escucha,
Mirey se levanta del piso con una jaqueca enorme, nota algo extraño con sus ropas, prendas largas y flojas "¿Qué paso?" Mirey extiende sus manos y notan que están más pequeñas de lo normal, de hecho, se siente más baja, ella no entiende lo que sucede, toca su cara con sus pequeñas manos, nota sus rasgos faciales mas redonditos de lo normal, del desespero corre hacia el río que estaba a unos 50 metros de ella, en el reflejo del agua nota su rostro joven, ella tenía el rostro de una niña de unos 5 años "pero ¿qué ha pasado?"
Al parecer la pócima si hizo efecto.
-¿Ahora que haré con un cuerpo tan pequeño? -
Tras pensarlo mucho, ella decidió su segundo movimiento.
"Debo regresar a Monsanca este lugar me hace agonizar"
Mirey desidia de regresar a Monsanca tras más de 100 años sin saber de ese país, empaca lo necesario, ajusta ropa con magia, ya que la que tenía puesta no servía.
"Este cuerpo entorpece mis movimientos, noto que mi mana fue un poco reducido, pero no es nada de lo que deba preocuparme, lo molesto es que con estos músculos no podré tomar una espada bien, durante un tiempo" Mirey observa sobre la mesa una pequeña daga corta
"eso estará bien por ahora"
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Updated 110 Episodes
Comments
Barbarasl73 🇨🇱
😭😭😭😭😭😭😭😭😭
2023-07-14
1
Lena Montes
Que destino el de la inmortalidad y la soledad, y porqué no regresó a su verdadero pueblo de donde salió la primera vez.
2022-12-02
0
You Crazy💋
eso no me lo esperaba.. con Sebastian.. que giro tan drastico.. pero me gusta
2022-10-14
3