capítulo 7

La bruja sentía correr la debilidad por su cuerpo, no podía moverse, toda su fuerza física se había ido, y su mana había empezado a disminuir.

Salieron más sacerdotes, los cuales le pusieron grandes grilletes de metal a la bruja en manos y pies

-Son grilletes anti-magia, no me arriesgaré a que el veneno pierda el efecto rápidamente y escapes, generalmente esto duraría en una persona con un mana promedio unas 24 horas, pero tú eres algo especial, no puedo tomarte tan a la ligera-

La bruja fue escoltada por todos los sacerdotes hasta el exterior, la hicieron caminar a los empujones, su majestad solo se dejó llevar y no forcejeo, de todas maneras apenas podía mantenerse de pie, su majestad vio hacia el cielo, un gran árbol que tapaba las nubes blancas, sobre las ramas de ese árbol destacaba un pequeño cuervo negro como el carbón, esa pequeña ave al ver a su majestad extendió sus notables alas y salió volando con un sutil graznido, los cuervos representaban la muerte, la gente de edad le decían el ave de mal agüero.

Subieron a la bruja en un carro tirado por caballos, ella estaba muy preocupada de lo que podría suceder, tenía un viejo trauma con la iglesia, el cual estaba surgiendo de lo más profundo de su corazón, por un momento ella lo había olvidado.

Su majestad no podía observar nada más que exclusivamente cuatro estrechas paredes de madera, estaba casi a oscuras, cerró por un instante sus ojos, su corazón se llenó de miedo pensando en lo que pasaría después, ella empezó a concentrarse y tratar de mantener la calma, el miedo no le daría buenos resultados.

El carro se movió abruptamente, las voces de los sacerdotes se escuchaban alteradas por algo

- ¿¡Qué paso!? -

-Alguien se interpuso en nuestro camino-

Todo se había silenciado por un momento, su majestad seguía en la parte posterior del carro sin saber nada de lo que estaba pasando afuera. De repente alguien abrió la puerta del carro, era Louis rodeado por un halo brillante producido por la luz fuerte del sol que entraba abruptamente en el estrecho carro oscuro. En su cara se podía ver la preocupación

- ¡Su Majestad!, ¿Estás bien? -

-Sí, lo estoy...-

-No hay mucho tiempo, debemos irnos ahora-

Louis tomó a su majestad, entre sus brazos, la subió en la parte delantera de su caballo y salió de ahí lo más rápido que pudo, cruzando a todo galope por el espeso bosque.

Luego de huir por unas cuantas horas, Louis empezó a preocuparse más y más por el estado físico de su majestad, se detuvo a ayudarla.

-Es mejor si tomamos un descanso, la noche está cayendo, creo que ya perdimos a esos sacerdotes, no entiendo bien lo que está pasando, pero debo tener una idea vaga, no te preocupes, te ayudaré- "estoy seguro de que la iglesia la busca por ser una supuesta bruja"

-Gracias-

Louis ayudó a su majestad a bajar del caballo, el clima estaba agradable, la fresca briza que corría arrastraba un olor agradable a pino, el bosque estaba en silencio, se sentía el aplaudir de las hojas que con el viento se posaban una con otra, los animales enfocaban su mirada a la presencia de esos extraños que invadieron su territorio. Su majestad, estaba muy debilitada por la droga, no podía dar pasos constantes, sus pies temblaban, de pronto escupió sangre mientras todo a su alrededor se volvía negro, lo único que ella pudo ver antes de perder la conciencia fue a Louis gritando: - ¡Su Majestad! -

El tiempo pasó y su majestad, por fin abrió los ojos, vio la luz que se filtraba donde ella estaba, ya era de día, se encontraba acostada en el frío piso de una cueva, no vio a Louis cerca. Trató de tocar su máscara y se dio cuenta de que no la tenía puesta "¿Dónde está?" Su majestad, empezó desesperarse, intentaba tocar todo y sentirla, pero fallaba, buscó con su mirada hasta que por fin pudo verla, ella inmediatamente se la colocó, "espero que Louis no haya visto mi verdadera cara"

-Uff, por lo menos mi magia ya volvió a la normalidad-

Su majestad por fin lograba ponerse en pies con toda su salud en óptimas condiciones, Louis entro hacia la cueva y vio a su majestad de pie, por un instante solo se quedó viéndola y dudo de seguir ingresando hacia el interior de la cueva, pero no tardó mucho en avanzar, él tenía una cara un poco decepcionada, de una forma fría le habló a su majestad.

-Ya estamos cerca del castillo, es mejor que nos vayamos ahora, ya no hay rastro de los sacerdotes-

Louis subió a su majestad al caballo y no dijo más nada, se veía muy serio, mientras que su majestad solo estaba confundida "¿Qué le habrá pasado a Louis"

Por fin regresaron al castillo, todos los empleados volcaron su preocupación a los pies de su majestad, más Sebastián estaba preocupado, pero él era el que más mantenía la calma muy duramente, daba sus órdenes sin vacilo a aquellos sirvientes, para ofrecerle la mejor atención posible a su majestad luego de su regreso. Se notaba que Sebastián no había dormido bien, tenía rastro de cansancio bajo sus ojos, pero él trataba de mantener una actitud eficiente y no se dio lugar a preocupaciones, eso entorpecería el trabajo.

Mientras su majestad ingresaba a su castillo, Louis pidió un momento de su tiempo a su majestad para hablar de algo, Sebastián no podía creer las palabras de ese impertinente hombre "luego de todo lo que pasó a su majestad, ¿quieres hablar? , ¿por qué tiene tanto apuro? ¿No puede esperar hasta mañana a que su majestad descanse?"

Estaba desconcertado, pero trató de no intervenir ni entrometerse.

Su majestad acepta hablar con Louis, vio que algo lo tenía fuera de sí.

-está bien-

tras ingresar a la habitación para mantener una conversación privada, su majestad trata de despejar sus dudas con una simple pregunta hacia Louis

- ¿Qué sucede? -

-Me siento un poco decepcionado-

- ¿Por qué? -

-Aún lo preguntas, me has mentido... Consideré que me tenías confianza y no me ocultarías nada, cuando estaba tratando de ver si tenías heridas... Vi tu rostro-

-Puedo explicarlo...-

su majestad mantuvo su calma Pero Luis no cambiaba su forma de ver las cosas y volcó su decepción en palabras

-No, ya no hay nada más que explicar, no tengo la misma confianza que te tenía, la has perdido-

Louis trató de finalizada su conversación tras tratar de salir de la habitación, pero Su majestad lo detuve tras agarrar fuertemente su mano, ella retiró su máscara porque ya no había nada más que ocultar.

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