Obligaciones

Los días fueron transcurriendo de forma rápida en un abrir y cerrar de ojos ya habían transcurrido cinco meses, Estela se adapto rápidamente a la rutina cansona de tener que asistir a Christopher en todas sus labores y cada noche ser llamada para atenderlo sexualmente.

- Tienes preparada mi maleta para el día de mañana? - le pregunta Christopher a Estela mientras está se levantaba de la cama cubriendo su cuerpo con las sábanas.

- Si, ya tengo todo listo para tu viaje de mañana - comenzó a caminar sosteniendo las sábanas.

- No se ni porque te cubres, ya conozco cada centímetro de ese hermoso cuerpo tuyo. - Tales palabras hicieron sonrojar a Estela, algo que le causó gracia a Christopher.

- En el momento en que te terminas de saciar pierdes todo el derecho a verme desnuda, recuerda que tú solo eres un manipulador que me chantajeo para que firmara ese acuerdo - siguió caminando.

- Ah si, pues yo pienso que bien que lo disfrutas, porque tus gemidos creo que lo escuchan hasta el primer piso- Estela termino de salir de la habitación totalmente apenada de las palabras de Christopher.

A la mañana siguiente Estela se levantó a las cinco de la mañana justo a tiempo para ducharse y arreglarse, salió de su habitación y ordenó Abla sirvienta le prepararán y llevarán el desayuno a Christopher mientras ella terminaba de revisar la agenda del día dando gracias a Dios que estaría una semana entera sin tener que ver la cara de Christopher Miller. La maleta de Christopher ya la había mandado a montar en el coche y ya estaba reservado el vuelo para las nueve de la mañana, se podría decir que todo iba viento en popa, hasta que el hombre bajo las escaleras arruinando el buen ánimo de Estela.

- Ya tienes todo listo ? - le pregunto apenas la vio.

- Si señor, ya todo está en orden. y listo para su viaje - le respondió de forma sería y de la forma en que se hablarían un jefe y su asistente, Estela sabía cómo separar los encuentros nocturnos de su vida laboral.

- Bien entonces nos vamos - Fueron hacia el estacionamiento, Christopher se subió en uno de los coches blindados de color negro brillante, mientras Estela abría la puerta del coche que se encontraba detrás -Que estás haciendo ? - le pregunta Christopher a Estela en el momento en el que observa la escena.

- Pues pensé que iríamos en diferentes coches - le explica está sosteniendo la puerta abierta.

- Y que te hizo pensar semejante estupidez - le abre paso para que ella se suba en el mismo auto donde el iba a viajar - En serio mujer cada día te entiendo menos. - se sube al carro luego de que Estela subiera.

- Pero pensé que ahorraríamos más tiempo si viajamos en diferentes autos - ya estaban en marcha.

- De que se te ha ocurrido semejante estupidez? - señala su cabeza con el dedo para enfatizar la locura.

- Pues como tú vas al aeropuerto y yo voy a la oficina, no veo el porque hacer doble viaje - Christopher rompe en carcajadas - que es tan gracioso ? - Estela pregunta en tono molesto.

- La idiotez que acabas de decir - sigue riendo.

- Me puedes explicar - su molestia se notaba cada vez más, no le gustaba que la tomarán por tonta.

- Te explico cariño, tu eres mi asistente cierto - habla con tono burlón, cosa que a Estela no le gustaba en lo más mínimo.

- Si ajá, eso lo tengo bien en claro.

- Pues si lo tienes bien en claro, porque dices tanta estupidez, obviamente si yo me voy en un viaje de negocios tu te tienes que venir conmigo. - Se ríe - En serio que si no supiera lo inteligente que eres diría que solo eres una rubia tonta cara bonita.

- No, no, no, pero por qué yo tengo que acompañarte se supone que Stephanie es tu asistente con mayor experiencia, ella debería de ir contigo o al menos eso pensé yo. - Estela quería salir corriendo del lugar.

- Lo siento mucho Nena pero tú eres quien vendrá conmigo, estaré una semana entera fuera del país, pensabas que ibas a librarte de mi tanto tiempo - sonríe - sabes que te necesito por la noches.

- Pero mi ropa, no hice ni siquiera mi maleta, no tengo mis productos de uso diario, ni nada - Christopher le había jugado sucio.

- Por allá te compraremos esas osas nuevamente - Respondió Christopher si darle la menor importancia o preocupación al asunto.

- Veo que para ti es fácil manipular la vida de las personas.

- Si, para mí es tan simple como matar a una hormiga y más te vale que vayas entendiendo el poder que tengo sobre todo y todos. - la observa y sonrie de forma calculadora.

Se mantuvieron en total silencio durante el resto del viaje en auto, llegaron al aeropuerto y Estela se encargó de realizar el chequeo del vuelo, luego de eso embarcaron en el avión donde habían dos azafatas hermosas casi que hubieran Sido seleccionas exclusivamente para atender a Christopher.

- Al parecer tendrás una buen atención durante el vuelo - comenta Estela con algo de molestia en su tono de voz.

- Si, estarás relajada durante el viaje, ella se encargarán de atenderme en tu lugar - Sonríe y toma a ls dos mujeres por la cintura, estás rien de forma tonta y complaciente.

- Bien, no me importa, mejor para mí - Estela busca un asiento donde ubicarse lejos de Christopher y sus amigas. - Que estupidez, todo un avión solo para dos personas. - pensó Estela en voz alta una vez se alejo lo suficiente de Christopher.

- Querrás decir para tres personas - Un hombre que se encontraba sentado en uno de los asientos de primera clase, con un vaso de whisky y un libro en la mano. - Hola, Estela - sonríe.

- Disculpe, estaba pensando en voz alta - sonrie de forma apenada.

- Tranquila, yo también pienso que reservar todo un 747 solo para nosotros tres es exagerado, yo prefiero usar el jet privado pero Christopher tiene otros planes en mente. - comenta el hombre.

- Bien - sonríe, se escucha a una de las azafatas por el alta voz ( en unos momentos comenzaremos el despegue, por favor permanezcan en sus asientos ) - creo que buscaré donde sentarme.

- Siéntate aquí - le señala en asiento a su lado.

- No, no, no quisiera molestarlo - se niega mientras mueve sus manos en señal de negativa.

- Tranquila, no me molesta tener a una mujer hermosa he inteligente a mi lado, al contrario creo que serás una excelente compañía -le sonrie de forma pícara.

- Bueno, ya que insiste - Tiene unos ojos hermosos, pensó Estela.

- Me presentaré nuevamente - le extiende la mano - Mi nombre es Anton Huffman y quisiera conocerte mejor.

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