Destino O Casualidad

Destino O Casualidad

Extraños

Estela es una mujer alta cabello rubio, ojos azules, una piel blanca y un cuerpo cautivador. A sus treinta años de edad, se encontraba estancada, sin empleo, había sido despedida ese mismo día, trabajaba como secretaria administrativa en una corporación dedicada a la tecnología. Siempre pensó que el futuro le brindaría algo grande, como ser directora de su propia empresa, así que estudió administración, pero no fue así, era totalmente decepcionante el verse en su situación.

Debido al nuevo ascenso del hijo del dueño de la compañía, el hombre más patán y odioso del cual aya escuchado, Esmeralda fue despedida, ya que él Jefe de recursos humanos que el nuevo Director había puesto subió de cargo a la secretaria de mantenimiento que plácidamente le abrió las piernas para conseguirlo, lo que provocó el despido de ella. Por ese motivo, se encontraba en un bar bebiendo con sus amigos, que la invitaron para animarla.

- ¡Vamos! No te preocupes, conseguirás otro empleo - la ánimo Esther su mejor amiga, quién era pediatra.

- Si, ya lo sé, pero me había costado mucho subir hasta ese puesto amiga - Bebé un sorbo de alcohol.

- No importa, comienza de nuevo - La abraza- yo confío plenamente en qué saldrás adelante. Mientras tanto, puedes quedarte conmigo, está bien.

- Que me haría yo sin ti - suelta una lágrima, Estela era hija única, no tenía hermanos y sus padres fallecieron cuando ella aún era muy joven, así que estuvo de refugio en refugio y en casas temporales hasta poder valerse por sí misma.

Luego de unas horas, Estela estaba un poco pasada de tragos y comenzó a discutir por la forma en la que fue tratada al echarla de su empleo.

- Lo peor, es que ni siquiera le he visto nunca la cara al mal nacido - Comento a su amiga.

- No? que mal, así supieras a quien maldecir jajaja - Esther aún estaba totalmente consciente, no podía embriagarse, debía cuidar de su amiga en su mal momento.

- Nadie nunca lo ha visto, el hombre siempre se oculta ante las cámaras y castiga a quienes ven su rostro. - le dijo al oído - para llegar a su oficina, el tiene un ascensor especial, desde el estacionamiento, todos tienen prohibido rondar esa área.

- Vaya, entonces es muy paranoico con la seguridad no es así - le seguía la corriente, pero en serio está bueno el chisme.

- Super, paranoico - se levanta de la silla - pero ya no es mi problema, ahora lo que voy a hacer es buscarme un novio, debido al trabajo no he tenido tiempo de tener una relación estable o tan siquiera una relación, jajaja - se va caminando y Esther corre tras ella.

- Detente, que estás haciendo, vamos, te llevaré a casa - La toma del brazo, pero Estela se suelta y sale corriendo hasta caer en las piernas de un hombre que estaba sentado en una mesa con tres gualda espaldas

- upsss, lo siento - su voz ya era de ebriedad.

- Disculpe a mi amiga, está un poco tomada - Los gualda espaldas la levantan y se la entregan a Esther.

- Que mujer tan patética, ni siquiera sabe cómo controlar su bebida. - Comento el hombre que aún seguía sentado.

- ¡Patética! jajaja no me hagas reír cariño, te puedo demostrar que soy suficiente mujer para cualquier situación - Estela dio un golpe a la mesa con la mano abierta y se quedó viendo al hombre de forma desafiante.

- Muy bien, eso quiero verlo - le hace señas a uno de sus hombres, que carga a la mujer y camina con ella en sus hombros hacia la salida del edificio.

- ¡ He! esperen - gritaba Esther - no pueden hacer esto, para ya, bruto animal - golpeó al gran hombre que tenía a su amiga - te digo que pares, déjala ir - gritaba y golpeaba al hombre que no dejaba de avanzar hacia la salida, de repente otro gorila la toma por los hombros.

- Tranquila, te devolveré a tu amiga sana y salva, mañana por la mañana - le dijo el jefe de los hombres.

- Quien te has creído para hacerle esto, sueltala - le gritó, mientras trataba de soltarse del hombre que la sujetaba

- Yo, soy el dueño de este lugar y tu amiga osó importunar - salió del lugar junto con el hombre que tenía a Estela.

Todo daba vueltas, Estela al despertar, se dio cuenta de que estaba acostada en una cama, pero no era la suya, el techo que estaba viendo no era para nada familiar, cuando se sentó, se dio cuenta de que nunca había visto tal sitio.

- Que, que pasó, donde, donde estoy - Se pregunto para sí misma, tocando su rostro.

- Creo que esa pregunta, te la puedo responder yo - Había un hombre alto, cabello negro, unos ojos azules intensos, labios carnosos. estaba sentado en un sofá pequeño en una esquina de la habitación.

- Quien eres tú - se asusta y trata de cubrirse más con la sábanas.

-Tranquila, aún no he hecho nada - Sonríe - Quería esperar a que estuvieras consiente - Se levanta y camina hacia ella - Ahora, quiero que me demuestres la mujer que eres - la besa, introduciendo su lengua en su boca.

Esmeralda sintió como su cuerpo flotaba, tal vez era por los efectos del alcohol, el hombre la besaba de una forma tan placentera que sintió como se mojaba.

- Solo con un beso, ya estás así de mojada - tenía su mano puesta sobre su feminidad - Me encanta tu cara lasciva - la vuelve a besar.

Ella sentía, fuertes corrientes de electricidad recorrer su cuerpo, parecía como si todo se conectará con su entrepierna, con tan solo el tacto de hombre, sentía como su cuerpo vibraba ante sus caricias.

- Quiero probarte toda - Le dijo el hombre al oído, suave y sutilmente - quiero que me demuestres que tan mujer eres. - la besaba recorriendo tu cuerpo con sus labios, hasta llegar a su intimidad, comenzó a lamer y saborearla, ella sintió como llego rápidamente, expresándolo con un gemido que no pudo contener.- Excelente, eres muy sensible, que tierna gatita. - Estela sintió el duro miembro del hombre rozar su entre pierna. - Quiero estar dentro de ti, pero eso es algo que tu solita vas a hacer - en un movimiento la coloca sobre el.

Llevada por el deseo y el placer, tomo su miembro en su mano y lo introdujo en su interior, sintió como llenaba todo su interior, era demasiado placentero. El la tomo por las caderas obligándola a moverse sobre el, no podía contener los gemidos, se iba a volver loca. Estuvieron haciendo el amor toda la noche, hasta caer desmayada.

A la mañana siguiente, se despertó, busco al hombre y no se encontraba en la habitación, rápidamente se levantó, las piernas le temblaban, como pudo fue al baño, se ducho y salió de ese lugar, todavía no podía creer lo que había hecho la noche anterior, ella no era de hacer esas cosas.

Llegó a su apartamento, se cambió de ropa, se preparó para salir a buscar trabajo, no podía perder el tiempo, dentro de poco quedaría en la calle, por suerte su amiga ya le había ofrecido quedarse con ella.

Estaba desayunando cuando recibió una llamada de la oficina donde había sido despedida.

- Si, diga? - respondió el teléfono.

- Debe presentarse ahora en la oficina del nuevo director - era la secretaria de recursos humanos.

- Disculpe? - Estaba confundida, porque de repente le pedían ir allá.

- No repetiré señora, el director la estará esperando. - cuelga.

- Muy bien, tendré que ir a ver qué sucede - ya estaba vestida, así que solo tomo su bolso y fue directo a la empresa. - Me informaron que debía presentarme aquí, el director quería verme - le dijo a la asistente.

- Si, me pidió que la llamara - la mujer estaba tecleando en su ordenador - es muy extraño, ya que no se deja ver por absolutamente nadie, ni siquiera yo lo he visto.

- Entonces si puedo pasar - no tenía paciencia para escuchar las quejas de la mujer.

- Si, pero primero, déjeme anunciarla- llamo por el intercomunicador - señor la señorita que usted mando a llamar, ya se encuentra aquí.

- Muy bien, haga que pase - Respondió el hombre.

- Ya puede entrar - respondió la mujer, continuando con lo que estaba haciendo.

(Muy bien, llegó la hora ) pensó Estela dándose fuerzas para entrar, abrió la puesta y entro a la oficina, era un lugar enorme, con tres sofás en el centro, un gabinete con licores, toda la pared del fondo era completamente de vidrio, todo estaba decorado en negro y blanco, era muy monótono, al final estaba el hombre sentado detrás de su gran escritorio, viendo hacia afuera dándole la espalda.

- Me mando usted a llamar y quiero saber el motivo - Esmeralda ya no le debía respeto alguno, ya ella no trabajaba para el.

- Bueno, quería proponerte el contrato de tu vida - Gira la silla, quedando cara a cara con ella.

- No, no puede ser, tú eres el hombre de anoche - Tapa su boca, No podía creerlo, que tan mala suerte podría tener.

- Mucho gusto, mi nombre es Christopher Miller, hijo del dueño y nuevo director.

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Comments

Salomé Páez

Salomé Páez

*Estela * Autora por favor arregla esos errores

2024-07-24

1

Salomé Páez

Salomé Páez

* Esmeralda? que no era Estela

2024-07-24

1

Salomé Páez

Salomé Páez

* bebe, no bebé *

2024-07-24

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