El paraíso

Mientras iban en el carro, Estela estaba distraída viendo a la ventana pensando en las palabras de Estéfano ( Cómo un hombre que es inmensamente poderoso, adinerado y aparte mujeriego puede sentirse solo) las palabras del hombre daban vueltas en su cabeza.

- Que te sucede ? - le pregunto Christopher que llevaba rato viendo lo despistada que estaba Estela.

- A dónde me llevas ahora? - pregunto, desviando sus pensamientos.

- Iremos a ver a una amiga que es estilista, necesito que den una imagen acordé a tu nueva posición - la observó, esperando una respuesta, pero la mujer volvió a sumergirse en sus pensamientos.

Al cabo de quince minutos llegaron con la Estilista, quien era una atractiva mujer de cuerpo esbelto, ojos azules, cabellos dorados en unos hermosos rizos que colgaban hasta llegar a sus caderas, una piel blanca y tersa, sin duda una mujer que causaría celos en las otras mujeres.

- Christopher, que grata sorpresa el verte por aquí - hablaba la mujer con un extraño acento, tal vez ruso - Últimamente no te había visto, ya me sentía un poco solitaria - dijo al llegar donde estaba el hombre y abrazarlo de forma provocativa - Creí que ya me habías olvidado - lo besa de forma lujuriosa

Para Estela que se encontraba al lado de la pareja observando el reencuentro, le fue totalmente indiferente, mientras que Christopher sin nada que perder respondió al beso de la mujer. Al separarse Christopher observó la expresión de Estela, la cual era inexpresiva, algo que decepcionó a Christopher quien esperaba ver alguna expresión de mujer con celos, en cambio a ella parecía no importarle en lo más mínimo, en ese momento tomo a la mujer que lo besaba por los brazos y la apartó de el.

- Que te sucede cariño, será que tienes una falta de incentivo - le dijo la mujer pegando su cuerpo al de el - Podemos solucionar eso - le acaricia la entrepierna con su muslo

- El día de hoy vine a que le hagas un retoque a ella - aparta nuevamente a la mujer y toma a Estela por el brazo llevándola a su lado- también para que la enseñes a maquillarse de la forma apropiada.

- Oh, lo siento mucho querida - la mujer observa a Estela y le sonríe - no sabía que Christopher estaba comprometido.

- Tranquila, no soy su prometida ni mucho menos - Estela le sonríe.

- Bueno de todos modos por si acaso quiero aclarar que solo somos amigos que de vez en cuando jugamos para pasar el rato - la mujer le sonríe y toma su mano - no estoy en tu camino y tampoco pienso interferir en el.

- Yo solo soy su nueva asistente - Estela vio la mirada sincera de la mujer.

- Oigan no hablen como si yo no estuviera aquí - las interrumpió Christopher molesto de que lo ignoren.

- Lo siento cariño, pero es una gran impresión para mí el que estés acompañando a una mujer al estilista - se acerca a su oído - no será que ya te flecharon - le susurra

- No a mí nadie me ha flechado, ella solo es mi juguete de tiempo completo - le responde susurrando.

- Un día te arrepentirás de lo que estás diciendo Chris - le susurra señalando al hombre con un dedo en el pecho - Bueno querida, antes que nada mucho gusto, mi nombre es Annia y estoy encantada de poder trabajar en tu hermoso cabello y resaltar tu hermoso rostro.

- Muchas gracias, yo soy Estela - le sonríe.

- Bien vamos camina por aquí querida, vamos a comenzar - la mujer guía a Estela - tu puedes esperar allí - le señala un sofá a Christopher.

- Trata de darte prisa - le dice Christopher caminando hacia el sofá para sentarse en el.

Las dos mujeres se fueron de la habitación, Estela sintió que se encontraba en otra dimensión, todo era en colores claros y muy luminosos, pensó por un instante estar en el paraíso.

Estela recibió un trato totalmente placentero para ella como mujer, la consintieron cómo nunca antes en su vía, recibió masajes en todo su cuerpo, exfoliación y hidratación, para el final Annia corto el cabello de Estela, solo un poco para darle volumen y forma y la maquillo, al mismo tiempo que la enseñaba como debía maquillarse para cada ocasión, para cuando terminó con ella Estela se veía radiante, como una flor en pleno verano.

- Gracias, muchas gracias, jamás me había visto tan bella - le dice a Annia mirándose al espejo el grandioso resultado.

- Para nada cielito, yo solo resalte tu belleza natural - Le responde sonriendo

- De todos modos, me encantó el resultado, muchas gracias - la abraza

- No tienes de que agradecer querida - cambia su ánimo - aunque tengo un favor que pedirte.

- Si claro que sí - le responde Estela separándose para poder ver a la mujer a la cara.

- Quiero que hagas feliz a Chris - observa atentamente a Estela - no se que clase de relación tengan, pero si se una cosa, no eres cualquier persona ya que el nunca se toma las molestias por nadie que no sea importante para el. - le tomo las manos a Estela.

- No, te equivocas yo solo soy su nueva asistente - aparte de ser su nuevo juguete sexual pensó

- No lo creo así, hombres como Chris no son de acompañar a una mujer a estos lugares, ni siquiera con sus parejas lo ha hecho, así que solo quiero que lo hagas feliz, el es un hombre muy solitario y se que el muy en el fondo se siente triste y solo. - se le salió una lágrima.

- Trataré de hacer lo que mejor pueda - No estaba mintiendo, solo que no entendía como lograría hacer feliz a alguien que solo estaba comprando su cuerpo, además del hecho de que ella no sabía nada acerca de el.

- Gracias - le sonríe

- No tienes porque agradecer - Ya era la segunda persona que le hablaba de los sentimientos de Christopher.

Salieron hasta donde estaba Christopher esperando a que terminarán con Estela y su cara de pocos amigos le decía que había esperado hasta cansarse.

- Al fin, pensé que nunca terminarían - dijo al ver salir a Annia y guardó silencio al ver a Estela.

- No seas tan ruidoso, pareces un bebé llorón - le dice Annia acercándose a él, Estela iba más atrás.

- Bien si ya terminaron, vámonos aún tenemos cosas por hacer - le dice Christopher dando la vuelta sin siquiera despedirse de Annia.

- Que mal educado - dice Estela entre dientes caminando hacia la salida

- tranquila el es así, pero no es una mala persona, ya lo irás conociendo - le dice Annia y le sonríe.

Estela se despide de Annia y camina hacia el coche donde Christopher la esperaba parado aguantado la puerta.

- Creí que te quedarías a vivir allí - le dice Christopher una ves en el auto.

- Tu fuiste quien me llevo allí - le refutó Estela.

- Si, ya lo se - guarda un pequeño silencio - quedaste hermosa - le dice Christopher sin apartar la vista de la ventana

- Gracias - le responde Estela, quien pudo notar a lo que Annia se refería, Christopher era un hombre gruñón, mal educado y caprichoso, pero también era una buena persona que todavía era como un niño inmaduro.

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