El día era radiante, un sol caluroso estaba en su máximo esplendor, varios magos entraban en el castillo hablando unos con otros, Rubén miró impaciente su reloj, ya habían entrado casi todos los magos y ellos no llegaban, cuando Rubén estaba perdiendo la esperanza de repente aparecieron, Dylan y Juliana llegaron en un remolino de viento, Rubén les dijo:
- Por todos los cielos\, ¿Qué es esta hora?
Dylan le respondió:
- Eso lo dices porque nunca te ha tocado esperar a una mujer\, tardan siglos
- No seas dramático\,4 Dylan - respondió Juliana - no me tardó tanto y además\, debía de estar bien presentada\, hace cuatro años no veníamos aquí y no veíamos a la suprema
- Bueno - dijo Rubén - pasemos que somos los últimos
Hacía ya un tiempo que Rubén no los veía, se sorprendió al ver a Juliana que ya era toda una mujer, Dylan también ya era todo un hombre, pero seguía siendo igual de inmaduro e imprudente, su carácter infantil no había cambiado en nada y así tuviera 22 años seguía siendo el mismo adolescente travieso de siempre. Entraron al castillo y al entrar en la sala se encontraron con una mesa y un montón de magos sentados que los observaban, ellos tomaron asiento, después apareció la suprema Ana quien sentándose dijo:
- Qué alegría me da verlos a todos aquí\, con algunos hacía mucho tiempo no me veía\, pero las circunstancias nos han llevado a encontrarnos\, pero antes de todo\, quiero invitarlos a que tomen sus copas y brindemos por todos nosotros\, por nuestro mundo y por nuestras ganas de defendernos
Todos se pusieron de pie, alzaron sus copas y brindaron, luego se volvieron a sentar, la suprema dijo:
- Ahora sí\, a lo que vinimos...
Un silbido interrumpió el silencio, Rubén no necesitó mirar para saber quién era, todos miraban a Dylan quién silbaba y le hacía señas a uno de los que servía, vino para que le sirvieran más, Juliana a su lado le dio una patada debajo de la mesa, Dylan volteó a mirar y vio que todos lo miraban, puso la copa sobre la mesa, hizo un gesto de silencio con su dedo y miró a la suprema esperando que hablara:
- Como todos recordarán - empezó la suprema - hace cuatro años la fortaleza Wellton fue destruida y sus magos quienes muchos estuvieron sentados aquí con nosotros\, fueron asesinados\, desde ese día supimos que debíamos prepararnos porque una nueva guerra se acercaba\, durante todo este tiempo muchos me han preguntado que por qué no hacíamos nada o que por qué los magos oscuros tampoco hacían nada y tengo que ser sincera con ustedes\, tampoco yo sabía por qué la dama de negro no hacía nada y la respuesta llegó anoche\, al parecer ella tenía su forma de saber lo que planeábamos nosotros y al ver sus caras ya sé lo que están pensando y efectivamente\, entre los nuestros había un traidor
Los murmullos no se hicieron esperar y algunos se levantaron preguntando quién era el traidor, la suprema se puso de pie y dijo:
- Por favor señores cálmense\, la respuesta que les había dicho que me llegó anoche es que cerca al castillo encontramos el cadáver de uno de los nuestros\, tenía signos de múltiple tortura y en su boca tenía un papel que decía "gracias por la información\, la próxima vez debes ver mejor quienes son tus hombres"\, esto nos dio a entender que lamentablemente este mago le pasaba información a ella y luego como es costumbre en ella\, lo asesinó\, no importa quién era el hombre\, lo que importa es que la dama de negro ya sabe lo que planeamos\, ya sabe que tenemos a una mujer para que luche contra ella\, lo que quiere decir que llegó la hora de tomar acciones
- ¿Quiere decir que ahora si se acerca la batalla? - preguntó un hombre
- Efectivamente\, líder Fernando\, la lucha se acerca\, lo primero que vamos a hacer es que cada uno va a ir a su respectiva fortaleza y va a escoger a sus mejores magos y a preparar un ejército digno de dar una pelea grandiosa. Ahora todos se pueden retirar menos Dylan y Juliana
Todos los magos salieron de la sala, murmuraban sobre las cosas que sucederán de ahora en adelante, todos se marcharon dejando solos a ellos tres, la suprema les dijo:
- Muchachos\, me alegra volver a verlos
- Nosotros también nos alegramos de verla - respondió Juliana
- Veo que han crecido mucho
- Pues sí - dijo Dylan - también hemos estado entrenando duro
- Eso me ha dicho el líder Rubén y hablando de todo un poquito ¿Cómo va su noviazgo? - les preguntó pícaramente
- ¿Quién le dijo que somos novios? - preguntó Juliana apenada
- Conozco muy bien el hechizo amare y reconozco las marcas que llevan en los brazos ¿Qué han hablado del matrimonio?
Dylan, que estaba bebiendo vino, casi se ahoga y empezó a toser, Juliana sonrió y dijo:
- Aún no habíamos hablado de eso
- Oh\, qué vergüenza - dijo la suprema tapándose la cara - que imprudencia la mía
- No se preocupe suprema - dijo Juliana - y además no está mal ir hablando de matrimonio ¿No crees Dylan?
- Suprema\, usted nos iba a decir algo - dijo Dylan cambiando de conversación
Juliana y la suprema sonrieron, Dylan se había puesto rojo como un tomate, la suprema Ana dijo:
- Bueno\, muchachos\, tengo una misión para ustedes\, la última vez en la pelea contra Flora\, los hombres lobo estuvieron de nuestra parte y necesito saber si otra vez lo van a hacer\, así que por favor vayan a hablar con ellos para saber su respuesta
Juliana se sobresaltó al escuchar eso, ¿Hombres lobo? ¿Existían? ¿Tenían que hablar con ellos? ¿Eran peligrosos?, todas esas preguntas estaban en su cabeza, al parecer Dylan lo supuso porque al salir del castillo le dijo:
- No te preocupes\, la mitad son inofensivos
¿La mitad? Eso la dejó aún más preocupada, no imaginaba como era estar delante de un hombre lobo, según las historias que había escuchado en el mundo normal, eran violentos estando transformados, se llenó de terror, pero con Dylan a su lado ese miedo se hacía menor.
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