Esa mañana, Juliana ya estaba despierta cuando su alarma sonó, se había quedado hasta muy tarde escribiendo la carta para Thiago y la emoción de entregársela no la había dejado dormir ni le había prestado atención a los ruidos asquerosos de su padrastro, de lo emocionada que estaba se organizó super rápido y salió de su casa mucho antes de que pasara el autobús, caminó practicando sobre cómo se le iba a acercar a Thiago y como le entregaría la carta, las primeras clases del día las paso ansiosa esperando que llegara la hora de almuerzo para llevar a cabo su plan, cuando por fin llegó la hora, salió por el pasillo tras Thiago que iba con sus amigos, al entrar en el restaurante ella lo llamó, Thiago se volvió y se detuvo, Juliana se le acercó y le dijo:
- ¿Podemos hablar un momento? - lo miraba sin poder evitar los nervios
- Sí\, claro
Thiago les hizo señas a sus amigos para que se adelantaran y se quedó solo con Juliana:
- ¿Y qué me ibas a decir? - le dijo él mirándola con una sonrisa
- Bueno\, yo quería darte algo
Juliana metió la mano en su bolso para sacar la carta, pero en ese momento alguien detrás de él dijo:
- Thiago ¿Qué estás haciendo?
Era Ashley que llegó y se hizo al lado de Thiago diciendo:
- ¿Qué haces hablando con ella? - miró a Juliana de pies a cabeza con cara de asco
- Solo me iba a entregar una cosa y además ¿Por qué me reclamas que esté hablando con ella?
- Primero que todo\, eres mi novio y no debes hablar con otra mujer y segundo\, menos con ella
- ¿Qué dices? ¿Qué tiene de malo hablar con ella?
- Ella es rara y parece una muerta. Y tú ¿Qué? - dijo dirigiéndose a Juliana quien permanecía en silencio mirándola - ¿Qué es lo que le ibas a dar a mi novio?
Juliana seguía callada sin saber qué responder, el resto de los estudiantes se habían quedado en silencio mirándolos
- Te estoy hablando maldita muda - dijo la cretina de Ashley dándole una bofetada a Juliana
Thiago reaccionó asombrado y tomó del brazo a Ashley diciendo:
- Oye ¿Te volviste loca?
- Suéltame Thiago - se soltó del brazo de Thiago y empujando a juliana le dijo - oye estúpida ¿No me oyes o qué?
Ashley tomó la bebida que Thiago llevaba en la mano y se la echó en la cara a Juliana, Thiago no aguantó más y gritó:
- Ya basta Ashley
Juliana tenía los puños apretados y sus ojos parecían que echaban chispas, estaba haciendo un esfuerzo extraordinario para no imaginar que una bomba estallaba en la cabeza de aquella desgraciada. Ashley tomó del brazo a Thiago y lo arrastró diciendo:
- Vámonos Thiago - él se resistió\, pero ella lo empujo - te dije que nos vayamos
Thiago miró a Juliana con cara de avergonzado, luego se fue con Ashley enojado diciéndole cosas en voz baja, Juliana no aguantando más la humillación se marchó corriendo, salió de la Universidad y corrió por varias cuadras hasta que se detuvo y estuvo llorando por varios minutos, no sabía como había logrado contenerse para no hacer que la cabeza de Ashley estallara en mil pedazos delante de toda la universidad, luego su mente se despejó y solo pensaba en una cosa: había llegado la hora de cobrar venganza.
Cerca de las cinco de la tarde, Juliana estaba de pie detrás de un poste de luz observando a una esquina de la calle, solo esperaba ver a Ashley para hacerle pagar lo que había hecho, le había soportado todos los insultos y burlas, pero que la hubiera humillado delante de Thiago, eso no se lo pensaba perdonar, nunca en su vida había pensado en hacerle daño grave a alguien, pero esta vez esa persona se lo había buscado, pasaron diez minutos y Ashley apareció caminando por la acera.
Juliana se escondió detrás de un carro y esperó que pasara, Ashley paso sin darse cuenta de su presencia, Juliana salió de su escondite y caminó tras de ella, cuando Ashley pasó por un callejón sin salida sintió que la seguían y miró atrás, pero en ese momento una fuerza invisible la levantó del suelo y la hizo volar por los aires hasta la pared del callejón sin salida, aturdida se levantó del suelo y miró a la persona que le cerraba la única salida a la calle, Juliana con sus ojos inyectados de rabia se acercaba lentamente a ella, Ashley empezó a tartamudear cosas sin sentido mientras retrocedía hasta la pared y de pronto ocurrió algo que Juliana nunca había hecho, de las palmas de sus manos brotó un extraño fuego como si se estuviera quemando, pero ella no sentía dolor, esto era suficiente de ver para Ashley quién presa del pánico se desmayó.
Juliana tenía la mente tan llena de odio que ni siquiera pensó en ese fuego que tenía en las manos y que nunca había tenido, en el momento en que levantó su mano para tirar una bola de fuego a Ashley, sintió un fuerte viento detrás de ella, volteó a mirar y vio a dos hombres de pie, uno mayor que llevaba un cetro y el otro más joven, era un rubio que estaba comiendo una manzana, el hombre mayor dijo:
- ¿No lo piensas hacer o sí?
- ¿Quién es usted? - le dijo Juliana sin dejar de respirar agitadamente
- Mi nombre es Rubén y vengo a invitarte a dar un paseo - le respondió el hombre con calma
- ¿Paseo de qué? Yo no lo conozco - Juliana se giró apuntando al hombre con el fuego por si acaso se tenía que defender
- Pero yo a ti si\, tu nombre es Juliana y vas a una Universidad cerca de aquí\, ese fuego que tienes en la mano solo aparece cuando deseas matar a alguien\, es muy poderoso y no creó que valga la pena matar a esta chica
A Juliana la furia se le pasó un poco y el fuego se desapareció, el hombre con el cetro pasó por su lado y se inclinó ante el cuerpo de Ashley, el joven rubio caminó y se paró junto a Juliana, ella lo miró, era pálido igual que ella, el joven sin mirarla, metió una mano en su capa y sacando otra manzana y se la ofreció a Juliana, ella murmuró suavemente "No, gracias", el muchacho sin voltear a mirarla empezó a comer la manzana y también siguió con la que ya estaba comiendo, el hombre mayor se levantó y dijo a Juliana:
- Solo está desmayada\, vámonos
- ¿Irnos a donde? - dijo Juliana sin dejar de mirar al chico
- A dar un paseo\, ya te lo dije
- No voy a ir a ninguna parte - respondió dejando de ver al joven
- ¿Acaso no quieres saber por qué tienes estos poderes que a nadie le has dicho? - dijo Rubén sin dejar de caminar
- Esto despertó la curiosidad de Juliana\, no podía creer que alguien supiera de los poderes que ella tenía y aún lograba comprender quienes eran ese hombre y ese chico tan raros que fue detrás del hombre que y del chico rubio que lo seguía.
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