Un triste pasado

Juliana entró en la habitación que Rubén le señaló, en ella había una cama, un baño y una mesita de noche, para asombro de Juliana encima de la cama estaba su maleta con toda su ropa, la habitación a pesar de no ser muy grande era perfecta para una sola persona, Rubén le dijo:

- Bueno\, que descanses Juliana

Pero ella respondió rápidamente:

- Señor Rubén ¿Puedo subir un momento a la habitación de Dylan?

- Está bien\, pero no te tardes

Rubén se le acercó a Dylan y le susurró:

- Déjala descansar\, no la demores

Dylan llevó a Juliana por el pasillo y le preguntó:

- ¿Para qué quieres conocer mi habitación?

- Quiero ver como es estar en la torre más alta - le respondió ella\, pero el verdadero motivo era que quería estar más tiempo con Dylan

Llegaron al borde de una escalera que se perdía mirando para arriba sin verle el final, Juliana dijo:

- Qué escalera más larga

- Son 999 peldaños

- ¿Qué? ¿Y tú subes todo esto? - preguntó ella mirando a la inmensa escalera

- Si\, porque o si no\, no podría subir a mi habitación\, ven dame la mano

- ¿Mi mano?

- Sí\, ya verás - dijo tendiéndole la mano

Juliana le tomó la mano y al instante desaparecieron en un viento, luego aparecieron en una habitación, Juliana volvió a sentir náuseas al igual que la primera vez, pero nuevamente se le pasó, Juliana vio la escalera que esta vez se perdía para abajo, Dylan le dijo:

- Así es como subo y como bajo\, si fuera peldaño por peldaño nunca llegaría

Juliana le sonrió, observó la habitación de Dylan, era igual a la suya, con diferencia de que tenía una ventana por donde se podía ver el paisaje, Dylan tomó una bolsa y se la entregó tímidamente a Juliana diciendo:

- Si quieres lo puedes quemar

- ¿Qué es esto?

- Es la ropa que llevaba puesta tu padrastro

- ¿Lo mataste?

- No\, solo le quité la ropa y lo dejé desnudo en una zanja de basura\, pero no le vayas a decir a Rubén\, él piensa que lo lleve a otra casa

- ¿Por qué le hiciste eso? - le pregunto ella mirándolo a los ojos

- Porque investigando me di cuenta de que te maltrataba a ti y a tu mamá y pues no se podía quedar sin castigo - le explicó también mirándola a los ojos

- Muchas gracias Dylan - le dijo en un susurro de agradecimiento

Él le sonrió y luego se sentó en la cama, ella se sentó junto a él y le preguntó;

- ¿Y tus padres viven aquí?

- No\, yo no tengo padres\, pues por lo menos no de este lado bueno

- ¿Qué quieres decir?

- Mis padres eran magos oscuros

- ¿En serio? ¿Y por qué terminaste aquí?

- Rubén me contó la historia hace algunos meses porque decía que yo la debería saber\, mi madre se llamaba Andrómeda y mi padre Eliécer\, los dos pertenecían al bando de la dama de negro\, pero al parecer mi madre no era del todo mala porque cuando le llegó el momento de dar a luz\, ella escapó del reino oscuro porque no quería que yo naciera y creciera en el podrido mundo en el que ella estaba\, así que tuvo el parto sola en medio de un bosque y tuvo la suerte de que Rubén la encontró\, ella le pidió que me trajera aquí\, que me educara en las buenas artes\, Rubén sintió lástima y me recibió y me trajo aquí donde me educaría

“Lastimosamente, a la dama de negro no se le escapa nada y se enteró de que mi madre había dado a luz por fuera de su reino, la atraparon y le dijeron que tenía que decir donde me había dejado, ella no pensaba decir que yo me encontraba en el reino de la Suprema Ana, así que la empezaron a torturar para que dijera la verdad. Existe un hechizo llamado passionis, ese hechizo te provoca un dolor tan atroz en todo tu cuerpo que prefieres morir que seguir sintiéndolo, a ella se lo aplicaron por siete días seguidos, pero ella no dijo nada, luego de esos tormentos la dejaron casi muerta y la sacaron del reino para que agonizara sola, Rubén la volvió a encontrar dando sus últimos suspiros, le logró contar lo que le habían hecho y luego murió, el hechizo passionis es un hechizo tan terrible que ningún mago bueno se atreve a hacerlo así sea a su peor enemigo, solo los magos oscuros tienen la sangre fría para hacerlo y mi madre lo aguantó por mí

Dylan terminó su relato con la voz quebrada por los recuerdos, Juliana le tomó la mano a Dylan y le dijo:

- Debes de sentirte orgulloso de tu madre

- Créeme que lo estoy y su recuerdo es lo que me anima a pelear contra esas escorias - le sonrió\, pero luego hizo un gesto de preocupación - Oye Juliana\, mis orígenes solo los conocen la Suprema\, Rubén y ahora tú\, Rubén me dijo que era mejor no decírselo a nadie

- No te preocupes\, puedes confiar en mí\, pero ¿Si no podías contar tu historia por qué me la contaste?

- Es que tú me inspiras confianza y pues ya eres amiga y los amigos se cuentan secretos

Juliana le sonrió y los dos se quedaron mirándose, en ese momento sintieron un viento, voltearon a ver y Rubén había aparecido en la habitación, los miró y les dijo:

- Juliana\, debes descansar\, vamos\, yo te bajaré

Juliana se puso al lado de Rubén y agarrando la capa dijo:

- Hasta mañana Dylan

Dylan se despidió con un gesto de la mano y Rubén y Juliana desaparecieron, dejando a Dylan solo apenado por los recuerdos de su infancia.

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