Entrenamiento

La semana siguiente Juliana se dedicó a recorrer la fortaleza y a conocerse más con el resto de magos, Dylan casi no se mantenía en la fortaleza, al parecer tenía trabajo que hacer, Juliana fue entablando amistad con la mayoría de magos y hechiceras, en los momentos en que todos se reunían para comer, ella les contaba cómo era vivir en el mundo de las personas normales, todos la escuchaban y gozaban con sus historias. El día en que ella cumplía los 18 años, todos la llenaron de regalos y en el momento de la cena le cantaron el “cumpleaños feliz” y partieron una torta en su honor, llegada la noche, iba a su habitación, le extrañaba no haber visto a Dylan en esa fecha tan especial para ella, llegó a la puerta de su habitación, pero en ese momento sintió que la llamaron, volteó a ver y vio que Dylan le hacía señas detrás de una pared, ella fue y al encontrarlo le dijo:

- Dylan hace muchos días que no te veo

- Es que andaba muy ocupado\, pero no creas que me iba a olvidar de tu cumpleaños\, como no sabía que se les regala a las mujeres\, le pregunté a un mago amigo que conoce regalos que se le dan a las mujeres en el mundo normal y me dijo que esto - le entrego una bolsa - así que ten\, feliz cumpleaños

Juliana le recibió la bolsa de papel regalo, lo destapó y lo vio, eran un sostén y unas bragas, Dylan le dijo:

- No se para qué le sirven esos trapos a una mujer\, pero bueno\, espero que te guste

Juliana le sonrió y le dijo:

- Muchas gracias Dylan\, me gustó mucho

- Pero espera\, aún hay más\, sígueme

Ella lo siguió y bajaron las escaleras, al llegar a la puerta del castillo Dylan le extendió la mano, ella se la dio y al instante desaparecieron, al volver a aparecer estaban en una calle al frente de un edificio que parecía muy lujoso, Juliana se dio cuenta de que estaban en el mundo normal, ella le preguntó:

- Dylan ¿Qué hacemos aquí?

- Quiero que veas al balcón que está más arriba en ese edificio

Ella miró y no lo podía creer, en el balcón se veía a su madre mirando televisión, se veía que era un apartamento muy lujoso, ella se quedó sin habla, Dylan le dijo:

- En todos estos días he estado haciendo algunas cosas para que tu madre se ganara un premio y se pudiera comprar un apartamento lujoso para que viviera allí\, pensé que ese sería un gran regalo de cumpleaños para ti - le dijo jugando con sus manos nerviosamente

Juliana no le respondió nada, con sus ojos llenos de lágrimas lo abrazó fuertemente, Dylan se quedó quieto sin saber qué hacer, pero después él también la abrazó yen medio de la oscuridad de la noche bajó un farol los dos se quedaron abrazados sin decir nada el resto de los cinco minutos que les quedaban en el mundo normal.

***

En las semanas siguientes empezaron los entrenamientos, Dylan y Juliana entrenaban todas las tardes, él le enseñó todos los hechizos, le enseñó cómo hacer el hechizo que borra la memoria: el oblivcere; el hechizo que deja aturdido a su oponente: el stupefaciunt; el hechizo que deja herido al otro mago: el malum; y el hechizo para matar: el occidere. Le enseñó a defenderse de los hechizos que le lanzan, también estuvieron practicando defensas en una pelea y técnicas de ataque, con el paso del tiempo su amistad avanzó en algo más, entre ellos surgió el amor, se convirtieron en novios y una tarde después del entrenamiento, los dos estaban tendidos en el césped mirando las nubes, Dylan le dijo:

- Juliana ¿Tú siempre me vas a querer?

- ¿Por qué me preguntas eso? - le respondió ella mirándolo fijamente

- Es que tal vez algún día aparece otro y te vas con él - dijo jugando con el cabello de Juliana

- No pienses eso\, no creo que haya otro que con sus idioteces me haga reír tanto como tú - le dijo ella dándole un puño suave en el rostro

- Sí\, esa es una buena razón - le contesto y se rieron los dos

Luego de unos segundos él le dijo:

- ¿Quieres que hagamos el hechizo amare?

- ¿Cuál es ese? - le preguntó interesada

- Es un hechizo muy poderoso\, se hace cuando dos personas se quieren de verdad\, cuando se hace\, en el brazo de la persona aparece la inicial del nombre de la otra persona\, esa marca dura toda la vida\, solo desaparece cuando la persona muere

- Si claro\, hagámoslo - aceptó ella feliz

Dylan le enseñó a hacerlo, después lo hicieron, se tenían que dar la mano para que el fuego de uno se le pasara al otro, al instante en el brazo de Juliana apareció una D y en el brazo de Dylan apareció una J, aquellas marcas los unirían toda la vida.

***

El tiempo seguía pasando y a veces les extrañaba que la Suprema no se hubiera puesto en contacto, pero recordaban que ella les había dicho que las cosas tenían que ser así, no importaba que ya supieran muchos hechizos, nunca dejaron de entrenar y de prepararse, sabían que el día de la batalla se acercaba y no pensaban bajar la guardia.

El tiempo pasó tan aprisa que ni lo sentían, los días, las semanas, los meses fueron pasando como las hojas de un árbol que caen silenciosamente, cuando se dieron cuenta ya habían pasado cuatro años y ellos no lo sabían, pero días oscuros se acercaban.

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