Castigo

Leo despojó a Dai de su bata de baño inmediatamente cerró la puerta de la habitación. Ambos ardían de deseo.

- Me vuelves loco Dai. - La besaba profundamente mientras la tomaba por el cuello.

Ella gimió.

La besaba mientras tocaba sus pechos, por apretarlos y moverlos salieron del traje de baño, así que comenzó a chuparlos y mordisquearlos un poco. Ella tomó tomó su miembro con su mano derecha y lo acariciaba encima del short de Leo.

- Estás traviesa, tendré que añadir más a lo que tengo pensado que será tu castigo.

- ¿Qué vas a hacerme?

Leo terminó de sacar la parte de arriba del traje de baño y la puso de espaldas a él. Luego metió su mano en su intimidad y empezó a jugar con ella, deslizando sus dedos suavemente. Ella estaba muy mojada así que podía hacerlo con facilidad. Con la otra mano acariciaba sus enormes pechos y besaba intensamente su cuello.

- Leo me vas a hacer estallar. - Logró decir entre gemidos.

Leo mantenía un ritmo intenso con su mano deslizandose en el interior de ella. Dai gritó de placer y el sonrió con malicia. La volteó de nuevo hasta que quedaron cara a cara y el lamió sus dedos cubiertos de ella.

- Eres deliciosa.

Dai lo tomó por el cuello y lo besó nuevamente. El comenzó a bajar los besos por el cuello, por sus pechos, el abdomen y cuando ya estuvo de rodillas frente a ella, le quitó la parte de abajo del traje de baño.

Aún estaba muy húmeda.

La llevó a la cama, e hizo que se acostara justo en el centro.

- Espérame aquí. - Le dijo y fue a buscar un paquete que parecía una bolsa de regalo color negro.

- ¿Qué es amor?

- Ya lo verás. Hoy fui a comprar unas cosas antes de regresar a casa.

- ¿Un regalo?

- Puede ser.

Leo sacó de la bolsa un antifaz de terciopelo negro, unas esposas y algo que parecía un bolígrafo pero más grueso.

Dai lo miraba un poco nerviosa.

Leo se acercó y le vendó los ojos. Luego se acercó a su oído y le dijo:

- Confía en mí.

Seguidamente le puso las esposas atravesando la cadena por una de las barras de la cama, de ese modo sus brazos quedaron hacia arriba.

Él besó sus labios y de nuevo hizo un camino de besos hasta llegar a sus pechos. Mientras los besaba abrió sus piernas y de nuevo jugó con su intimidad.

Dai gemía de placer.

Cuando ella estaba a punto de llegar al climax se detuvo y siguió bajando. Colocó su rostro entre sus piernas y comenzó a lamer cada centímetro de ella, cada vez más intenso, cada vez más rápido y profundamente. El cuerpo de Dai se contorsionaba con tanto placer. Sus pechos se movían de arriba a abajo por el ritmo y la fuerza que aplicaba Leo a su monte de Venus.

Tampoco esta vez, cuando estuvo a punto de llegar al climax la dejó. Se detuvo y empezó a besar la parte interna de sus muslos.

La respiración de Dai estaba muy agitada.

- Leo por favor no pares.

- ¿Me deseas?

- Si por favor, hazlo, te necesito.

Cuando dijo eso, se empezó a escuchar un pequeño zumbido en la habitación y luego lo sintió. Algo vibrando justo en el centro de su parte más íntima, Leo o movía de arriba a abajo sin introducirlo dentro.

Dai seguía gimiendo, intentaba cerrar sus piernas pero él no la dejaba, justo cuando estaba por llegar, la vibración se detuvo y entonces ella sintió como Leo la invadía, cada vez más profundo. Ella gritaba con cada embestida, estaba embriagada de placer. Él mantenía el ritmo mientras besaba nuevamente sus pechos, su boca.

Ambos alcanzaron el climax al mismo tiempo.

Dai y Leo seguían en la cama cuando empezó a sonar un celular.

Ya había amanecido, pero era muy temprano. El timbre del teléfono seguía insistente. Leo tanteó con su mano hasta que consiguió el celular. Dai se tapó la cara con la almohada.

Al ver la pantalla notó que la llamada venía de un número desconocido. La ignoró, pero volvieron a llamar. Finalmente, molesto, Leo contestó.

- Hasta que al fin, estoy en la puerta de la casa, abre, debo hablar contigo.

Leo reconoció la voz enseguida.

- ¿Estás loco? Lárgate de mi casa Daniel.

Dai se quitó la almohada al oír el nombre de su ex

- Deja de ser así, vine a decirte algo urgente.

-No quiero hablar contigo.

- Me quedaré aquí hasta que salgas.

Dai miró a su novio colgar el teléfono muy molesto.

- Dice que está afuera y que quiere hablar conmigo urgente.

- ¿Qué harás?

- Creo que iré a correrlo en persona.

- ¿Te acompaño?

Leo dudó.

- No confío en Él amor, y no quiero que vayas a verlo solo.

- Está bien, dijo sin estar convencido.

Llegaron a las puertas negras que daban acceso a la salida. Al abrirse vieron a Daniel recostado en su auto esperando.

Cuando alzó la mirada y los vió se quedó perplejo.

- ¡Maldita sea! - Dijo en voz alta y caminando hacia ellos

Más populares

Comments

Cristina Martinez

Cristina Martinez

uuuffff que calor!!!!!!🥵🥵🥵🥵

2023-05-24

2

Zirsa Gonzalez

Zirsa Gonzalez

Ese cachon que hace en casa de Leo esta arrepentido de ser cuernudo

2022-10-01

1

Melani Zavaleta Venancio

Melani Zavaleta Venancio

excelente

2022-09-28

0

Total

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play