Verdades

Dairys sentía que su cabeza iba a explotar. No podía respirar por la nariz y cuando llevó su mano a su rostro sintió que tenía una especie de vendas. Miró a su alrededor y pudo ver a Leonel recostado durmiendo. Estaba tratando de poner sus pensamientos en orden. Todo parecía confuso, quizás un sueño lejano.

Intentó sentarse, pero terminó quejándose muy alto por el dolor en su rostro. Leonel despertó de inmediato.

- ¡Dai!, despertaste, estaba tan preocupado.- Se notaba la felicidad y el agotamiento en su voz.

- ¿Dormí mucho?

- Todo el día, ¿cómo te sientes?

- Tengo un dolor de cabeza fuerte Leo. - Le dijo en tono lloroso. Pero él sólo sonrió, le estaba hablando con cariño, quizás ya no estaba molesta.

- Buscaré al doctor mi amor. - Se dispuso a salir de la habitación, pero ella retuvo su brazo.

- Gracias... de no ser por ti yo... - Pero Leonel no dejo que terminara la frase y le dió un delicado beso en los labios.

- Ni siquiera lo pienses, me volvería loco si algo te pasa.

- ¿De verdad? - Dairys recordó lo que habían dicho Daniel y Gemma. Sus ojos reflejaron tristeza.

Leonel lo notó rápidamente.

- Lamento no haberte contado acerca de mi compromiso. Daniel y yo hemos sido mejores amigos desde niños, o por lo menos eso creía yo. Luego de comprometerme con Gemma se la quise presentar, pero resultó que ellos se conocían... bastante bien.

Dairys escuchaba con atención.

- Estuvimos viajando y yendo a fiestas juntos, los tres, durante unas semanas, hasta que un día los descubrí teniendo sexo en nuestra propia habitación.

- Lo siento mucho, la infidelidad es el deporte favorito de Daniel.

- Así es, me sentí derrotado, furioso, no quería volverlos a ver. En ese tiempo ustedes aún eran novios, así que planee conocerte, conquistarte y pagarle con la misma moneda.

Dairys bajó la mirada.

- Cuando llegué de viaje, listo para tomar el puesto en Grazzia fui a la fiesta en la montaña y me enteré de lo que te hizo. Los ví discutiendo y cuando te marchaste le dije que se pusiera cómodo, porque iba a sentir en carne propia lo que me hizo.

Ella comenzó a llorar, pero Leonel tomó su rostro entre sus manos y limpió sus lágrimas.

- Te seguí hasta el teleférico y le pagué a los controladores para que detuvieran por un tiempo el de bajada, así podría hablarte. En ese momento estaba cegado por la venganza. Pero cuando pasaba más tiempo contigo, más me gustabas.

Le levantó el rostro y la miró a los ojos.

- Por eso rompí el contrato, lo que siento por ti va más allá de una tonta venganza, incluso mucho más allá de lo que alguna vez sentí por Gemma.

La besó nuevamente en los labios.

- Lamento no haber sido sincero, pero no dudes de mi amor.

Dairys lo miraba, tenía los ojos vidriosos.

- Yo también te amo, me partió el corazón lo que ellos dijeron. Sentí que iba a morir. Dairys lo abrazó. - No más mentiras por favor.

Leonel asintió y la abrazó fuertemente.

Poco tiempo después el Doctor entró a examinar a Dairys.

- Ya está mucho mejor señorita. Puede quitarse las vendas mañana, ya no debería haber sangrado. Le voy a recetar estos analgésicos. - Le dió la receta a Leonel. - Es muy importante que guarde reposo y trate de no agitarse o asustarse, para que no vuelvan los dolores de cabeza.

-¿Cuándo puedo irme doctor?

- Ya voy a firmar el alta.

Dairys sonrió, estaba feliz de irse, a ella nunca le habían gustado los hospitales.

Leonel estrechó la mano del médico y comenzó a recoger las cosas, le entregó una muda de ropa a su novia y la acompañó al baño.

- Le voy a decir a Lili que vaya a visitarte a la casa, ella estuvo por acá y dijo que vendría más tarde.

- Gracias amor. Oye, ¿cómo supiste en que hotel estaba? ¿ella te dijo?

Leonel bajó la cabeza y le dijo que sí.

- No te enojes con ella, solo estaba preocupada, al igual que yo.

- Está bien, no estoy enojada, gracias a eso estoy viva

- ¡Nunca vuelvas a escapar de mi de ese modo! - Esta vez Leonel sonaba serio y dominante.

- Está bien. - Dairys puso los ojos en blanco.

Minutos después Gustavo entró a la habitación para ayudarlos a bajar las cosas al estacionamiento.

- ¿Cómo se siente señorita Levi?

- Mucho mejor. - Dairys se acercó a él y lo abrazó, ese gesto tomó a ambos hombres por sorpresa. - ¡Muchas gracias por ayudar a Leo a salvarme!. - luego le dedicó una sonrisa tierna.

Gustavo se sonrojo.

- No es nada señorita, me alegra que esté bien. - Seguidamente tomó las maletas y se marchó primero.

- Creo que tenemos que hablar luego de eso de que estés abrazando a otros hombres. - Dijo Leonel con gesto serio.

Dairys solo rio y le dió un beso en la mejilla.

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Comments

Margen Rojas

Margen Rojas

Jajajaja muy celoso

2023-01-12

0

Zirsa Gonzalez

Zirsa Gonzalez

Que bien que Dai es una joven madura y sabe si su amor no llega a tiempo el sicopata la mata

2022-10-01

0

Maria Esther Bacigalupo

Maria Esther Bacigalupo

me gusta, así de sencilla,espero no más complicaciones, no todo en la vida son problemas y si los hay aprender a sobrellevarlos

2022-09-25

7

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