No tengas miedo Dai, no te dejaré

Llegaron a la Mansión Raggi y Leonel ordenó mover todas las cosas de Dairys a su habitación, ya no quería estar separado de ella.

Dairys estaba honestamente feliz con su novio y agradecida por haberle salvado la vida, en varias ocasiones de hecho. Lili fue a visitarla también y lloraron juntas, después de todo, el susto había sido bastante fuerte.

- Entonces, tú y Leonel... ¿van a vivir juntos aquí?

- Aún no lo sé amiga, por ahora creo que sí, tampoco tengo muchas ganas de estar sola en casa.

- Si, te entiendo, es verdad, aquí estás segura. Aunque es un gran paso para una relación que recién comienza.

Dairys se quedó pensando.

- No te lo digo porque me parezca mal ni mucho menos, de hecho, estoy agradecida con Leonel por el trabajo y lo que ha hecho por ti, y creo que pueden llegar a ser muy felices, pero deben tener mucha paciencia en esta nueva etapa.

- Si amiga, tienes toda la razón.

- Pero por ahora puedes invitarme a días de picnic en esa espectacular piscina. - Bromeó Lili.

Ambas rieron y se quedaron juntas hablando acostadas en la cama de Leonel.

Leonel aprovechó que Lili estaba de visita para ir a la oficina, debía reunirse con el detective para hablar de Camila.

- Señor Raggi, la señorita Bustamante ha estado recibiendo grandes sumas de dinero en su cuenta bancaria durante este año.

Leonel se enfadó.

- Todas relacionadas con empresas que figuran, días después con contratos en Grazzia.

- Entonces ha estado aceptando sobornos para dar preferencia a empresas que quieran trabajar con nosotros.

- Si señor, es correcto. Las transacciones eran más obvias con el antiguo CEO, pero creo que nunca lo notó.

- ¿Con respecto a la familia Fuenmayor? ¿tienes pruebas de esas transacciones?

- La señorita Bustamante recibió dinero horas antes, pero no es posible rastrear el origen.

- ¡Necesitamos pruebas! - Leonel soltó un golpe en su mesa.

- Las conseguiré señor, lo haré. Pero antes, hay algo que debe saber. - Hizo una pausa - La señorita Bustamante mantiene una relación íntima con el Señor Daniel Fuenmayor, se ven una vez a la semana.

- ¡Lo que faltaba! - Leonel suspiró. - Por favor vuelva cuando tenga esas pruebas.

Estrecharon sus manos y el detective se marchó.

En la Mansión Raggi, Dairys se encontraba ahora sola paseando por los jardines, luego de caminar un rato, se sentó a orillas de la piscina y dejó sumergir sus pies en el agua.

- ¿Qué haces tan cerca del agua sola Dai? - Le dijo Leonel agachándose a su lado.

- ¡Amor! volviste, estaba aburrida y con algo de calor. - Ella lo abrazó.

- Ok, pero no quiero que estés cerca de acá si yo no estoy en casa, puede ser peligroso.

- Está bien amor... - Dairys le sonrió. - ¿cómo te fue?

- Todo bien, tú no debes preocuparte por el trabajo en este momento.

- Amor, que necio eres. - Dairys bajó la mirada, quería pedirle algo, pero no encontraba las palabras.

-¿Te sientes bien?

- Si amor, todo bien, es solo que...

- Dime hermosa, puedes decir lo que quieras. - Leonel le hizo una tierna caricia en la mejilla.

- Es solo que... me preguntaba si ¿podrías enseñarme a nadar? - Dairys volteó hacia otro lado, de verdad estaba avergonzada.

Leonel rio y le dijo:

- Te enseñaré, ¿quieres ir por unos trajes de baño ahorita?

Ella se emocionó.

- Si amor, si quiero - Dijo con una enorme sonrisa.

- Pero, solo flotar hoy, recuerda que no debes excederte.

Ambos fueron a la habitación a cambiarse. Cómo Leonel quiso tomar un ducha primero, Dairys aprovechó de ponerse su traje de baño, un pequeño bikini negro de triángulos en la parte superior y hacía que su busto se viera muy prominente con una pequeña parte inferior. La hacía lucir muy sensual. Ella se soltó los rizos y se colocó una bata de baño encima.

Al cabo de unos minutos bajaron de nuevo a la piscina, Leonel pidió bebidas y aperitivos. Dairys se quitó la bata para entrar a la piscina. Leonel quedó sin palabras al verla.

- ¿Usas ese traje de baño a menudo? - Preguntó carraspeando la garganta.

- Si, es uno de mi favoritos. - Dairys le dedicó un sonrisa al ver que Leonel frunció el seño .

- ¿No me digas que te dan celos? - Preguntó divertida.

- Sabes que eso no deja nada a la imaginación. - Le contestó molesto.

Dairys se acercó a él y lo abrazó pegando todo su cuerpo al de él.

- Pero ahora yo solo te veo a ti - Ella besó sus labios.

Leonel la besó apasionadamente, pero se separó rápidamente.

- No me provoques porque te vas a arrepentir. - Le advirtió.

Ella sonrió e hizo señas de que no entendía lo que decía.

Leonel se lanzó a la piscina y luego con cuidado la ayudó a bajar.

- Tranquila, no te soltaré.

Ella asintió.

- Relájate, voy a colocar tu cuerpo como si estuvieses acostada en la cama.

Se tensó un poco.

- No tengas miedo Dai, no te dejaré.

Ella se relajó nuevamente y Leonel la ayudó a flotar. Leonel pasaba sus dedos por su abdomen, y su pecho, a lo que Dairys se estremecía con cada caricia.

Luego murmuró:

- Esto va a ser difícil.

- ¿Lo estoy haciendo mal?

- No, es solo que eres tan hermosa, que me enloqueces de deseo.

- Amor concéntrate en enseñarme .- Le dijo riéndose.

Leonel poco a poco la fué soltando y dejando para que ella flotara por su cuenta.

- Ya lo lograste amor.. Pero Dairys hizo un movimiento brusco al escuchar eso, así que Leonel la sostuvo de nuevo. - No te muevas así de repente, que te ahogaras del susto.

Ella se guindo del cuello y lo besó. Leonel le correspondió al instante que ella invadía su boca. Comenzó a acariciar su cuerpo, mientras que se besaban con pasión.

- Amor no, aquí no. - Le dijo tratando de sostener sus manos.

- Me tienes loco. - Comenzó a tocarle el busto. - Tan loco , que creo que no voy a poder cumplir con el reposo que te recetó el doctor.

Dairys solo quería dejarse llevar.

Unos minutos después, la subió a su cintura e hizo que Dairys colocará sus piernas entrelazadas al rededor de él.

Leonel aprovechó la oportunidad de llevar las manos a su trasero e introdujo poco a poco los dedos en su intimidad.

- Nos van a ver Leo. - Le soltó Dairys entre gemidos.

- Pero te gusta, ¿verdad?

Dairys se puso roja y Leonel sacó los dedos de su intimidad.

Ambos salieron de la piscina. Leonel pasó una toalla a Dairys y comenzaron a secarse. Una vez que ella se había colocado la bata de baño, le susurró al oído.

- Serás castigada...

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