Peligro

Enrique y Lili dejaron a Dairys en un hotel cercano, era un sitio muy normal, para ejecutivos, tranquilo y poco llamativo.

- Por cualquier cosa me llamas Dai, hablo en serio. - Lili estaba indecisa y preocupada. - De verdad creo que deberías quedarte en mi casa.

- Estaré bien Lili, no te preocupes, no puedo quedarme allá, él te buscará seguro. Si lo ves, no le digas dónde estoy.

- Está bien...

Se despidieron y Dairys entró, se registró y subió a la habitación que le asignaron.

Miró su celular y tenía muchas llamadas perdidas de Leonel y también mensajes. Pero no quería leerlos, se acostó en la cama y comenzó a llorar. Se sentía mucho peor de cuando se enteró del engaño de Daniel, porque lo que sentía ahora era diferente, era verdadero amor. Y ahora resultaba que su "amado" solo la había usado.

Parecía que alguien le estaba jugando una broma muy pesada, le colocaba en su vida al hombre perfecto, pero todo era una cortina de humo, era una farsa. ¿Acaso ella no tenía derecho a ser feliz?

Dairys se quedó dormida.

Leonel estaba completamente histérico, lanzó todo de su oficina, caminaba de un lado a otro pateando y rompiendo objetos. Sus empleados estaban realmente asustados. Cristina intentó calmarlo, finalmente se sentó y lloró en sus brazos.

- La perdí Cristina, por culpa de ellos la perdí. Me las van a pagar ¡Lo juro!

- Tranquilo niño, todo va a estar bien, la señorita va a entender, ella de verdad lo quiere. - Cristina lo conocía desde niño, era como su mamá. Lo abrazó y luego le dijo que le haría un té.

Luego entró Gustavo a la oficina, esquivando los objetos esparcidos por el piso. La oficina era un completo desastre en este punto.

- ¿La encontraste? - preguntó Leonel desesperado.

- No, aún no, pero ya tenemos la dirección de su amiga Liliana. Puedo ir hasta allá y le informo en cuanto sepa algo.

- ¡Vamos! - Leonel tomó su chaqueta y caminó hacía la puerta.

Llegaron a la casa de Lili pero nadie respondía a la puerta, justo cuando estaban por irse la vieron llegar con Enrique.

- ¡Ay Dios! - Dijo Lili volteando los ojos ojos.

- Liliana, ¿dónde está? es muy importante que hable con ella. - Le dijo Leonel acercándose a ella.

- ¿Sabes? Dai es como mi hermana, y no voy a permitir que un patán juegue con ella. No me importa que seas mi jefe, si quieres puedes despedirme.

- Nunca haría eso...

- ¡No es justo Raggi! - Le dijo golpeando su pecho. Gustavo se alertó, pero Leonel le hizo señas para que no interviniera. - No es justo de que hayas jugado con ella así, Dai es la mujer más maravillosa que conozco, no se lo merece, terminaste siendo peor que Daniel.

- Las cosas no son así, yo amo a Dairys y no soportaría perderla.

Lili y Enrique se miraron sorprendidos, podían notar que Leonel estaba siendo sincero. Además se notaba que tenía los ojos hinchados por llorar.

- Si dices la verdad, entonces ¿qué rayos está pasando aquí Raggi? - Le gritó Lili.

- Te lo explicaré...

Lili abrió el departamento, porque estaban siendo ruidosos y comenzaban a molestar a los vecinos.

Todos entraron y Leonel le explicó todo a Lili. Ella estaba sorprendida y enfadada a la vez, Leonel podía ser muy peligroso si eras su enemigo y de verdad odiaba a Daniel. Después de escucharlo, ella también agregó más desprecio del que sentía por Daniel. Sin embargo, entendió porque había actuado así.

- Lo siento Leonel, solo Dai decidirá si quiere verte y escuchar tu versión, pero le diré que al menos lo intente.

- Liliana ella no puede estar por su cuenta, el imbécil de Andrés sigue por ahí.

Lili dudó, esa era la preocupación más grande que ella también tenía.

- ¡Ella está corriendo un riesgo muy grande, entiéndelo! - Gritó Leonel, levantándose del sofá. Enrique y Gustavo hicieron lo mismo.

Gustavo le puso una mano en el hombro a su jefe y Enrique se puso cerca de Lili en modo protector.

- ¡No es necesario gritar señor Raggi! - Le dijo Enrique calmada pero firmemente.

Leonel se desplomó de nuevo en el sofá colocando su cabeza entre sus manos.

Luego Enrique se dirigió a Lili.

- Belleza, si tu amiga realmente está en peligro, creo que eso es más importante que una pelea de novios.

- Pero Dai me va a odiar... - Dijo Lili casi llorando.

- Se le pasará belleza, lo importante es su seguridad. - Enrique la abrazaba.

Finalmente Lili asintió y Enrique le dió la dirección a Gustavo.

- Gracias Lili, te prometo que la protegeré. - Leonel la abrazó y se marchó enseguida.

Gustavo manejó rápidamente hacía el hotel, no quedaba muy lejos, de pronto recibió una llamada, que se escuchó en el altavoz del auto. Habían encontrado a Andrés, estaba entrando en el mismo hotel donde se encontraba Dairys. Miró a su jefe por el retrovisor, ardía de ira.

Gustavo aceleró el auto todo lo que pudo. Ambos sabían que ella corría un inmenso peligro.

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