Presa del miedo

Llegaron a un hermoso restaurante de sushi y Leonel pidió una mesa en la terraza, la noche estaba hermosa y todas las mesas estaban decoradas con velas. Era un ambiente muy romántico.

Ordenaron su comida y Leonel pidió una botella de un vino muy costoso para ellos.

- Wow de verdad está delicioso. Dijo Dairys tomando un sorbo de su copa.

- Es uno de mis favoritos.

Comieron y disfrutaron la velada. Leonel había tomado la mano de Dairys y la miraba con una sonrisa, estaba a punto de decirle algo, pero una voz familiar los interrumpió.

- No puedo creer esta imagen tan patética. - Dijo Daniel parándose frente a la mesa. - ¿De verdad no te da pena ir tras mis sobras siempre Leonel?

Él soltó a Dairys y lo miró con amargura. Ella por su parte no entendió a que se refería con "ir siempre" tras sus sobras.

- De repente este lugar ya no es tan agradable. Le respondió Leonel con una mirada desafiante.

- ¿Acaso no te respetas? - Preguntó Daniel, está vez dirigiéndose a Dairys.

- ¡No te debo explicaciones! - Le respondió cruzándose los brazos y mirando hacia otro lado. En ese momento, Dairys notó que Gustavo había entrado al restaurante, seguramente había visto a Daniel y se mantenía cerca en caso de problemas.

- Dairys, quiero hablar contigo y lo voy a conseguir, tarde o temprano.- Daniel los miró a ambos y se marchó.

El humor había cambiado entre ellos por culpa de Daniel, así que se marcharon.

Al llegar a casa Dairys no dijo mucho y subió a su habitación. Leonel se quedó en su oficina tomando whisky. Daniel había tocado justo el punto que lo había llevado a iniciar con este plan, un plan que ya estaba dando resultados. Ahora lamentaba haber involucrado a Dairys, si ella se enteraba de todo, probablemente no lo iba a perdonar.

Al día siguiente Dairys estaba en un club tomando unas fotos para Grazia. Lili era una de las modelos así que aprovechó para ponerla al tanto de los últimos acontecimientos.

- ¡Sabía que había química entre ustedes! - Le dijo con una enorme sonrisa.

- No cantes victoria Lili, solo tuvimos unas geniales sesiones de sexo, pero no quedamos en nada entre nosotros.

- ¡Le gustas Dai!

- Igual siento que hay mucho que desconozco. Me causa mala espina ese pasado con Daniel.

- Si, tampoco me gusta eso. Pero de todos modos no podemos adelantarnos.

Dejaron así la conversación y Dairys aprovechó de tomar fotos para su Instagram y grabar unas historias contando lo que estaba haciendo. El club era muy lindo y sus seguidores estaban reaccionando con muchos corazones.

Siguieron con la sesión y ella puso su celular en silencio para poder concentrarse.

Luego de unas horas terminaron, todos habían llegado en un transporte de Grazia, pero Dairys no regresó con ellos porque quería hacer unas fotos nocturnas del lugar.

Ella estaba totalmente concentrada en su cámara y no notó que tenía muchas llamadas perdidas de Leonel.

El ambiente en la piscina del club se veía muy bien, la luz jugaba con los colores verdes y azules, parecía un sueño. Estaba fascinada con eso y no dejaba de tomar fotos.

Se sentó en las mesas de la piscina a ver las fotos de la cámara y se dió cuenta de que su celular tenía muchas notificaciones pendientes.

Habían 10 llamadas perdidas de Leonel y mensajes de Whatsapp.

- Dai, ¿por qué no respondes el teléfono?

- Necesito que vuelvas enseguida.

-Voy hasta allá.

Eran audios de Leonel, ella no entendía y decidió llamarlo.

- Hola, tenía el celular en silencio... - Empezó a decir, pero él la interrumpió.

- ¿Dónde estás? - Dijo casi desesperado

- Aún en el club. En las mesas cerca de la piscina...

- Dai no te muevas de allí y quédate donde haya gente. Andrés salió bajo fianza y tal vez piense en buscarte.

- No creo que le queden ganas de buscarme después de lo que pasó.

- Quédate allí, estoy cerca.

Dairys finalizó la llamada y sonreía mucho, le parecía tierno que se preocupara así por ella. La piscina estaba casi vacía porque ya era de noche. Dairys esperaba tranquilamente tomando un cóctel refrescante mientras respondía comentarios de su Instagram.

- ¡Te encontré fácilmente gracias a eso!

Dairys levantó la mirada y vió a Andrés ante ella. Aunque estaba bien vestido lucía demacrado. Ella pensó en su Instagram, y entendió como la encontró.

- Tampoco es que me estaba ocultando, ¿qué quieres? - su tono era imponente.

- Me causaste grandes problemas pequeña zorra, y me encargaré de que te arrepientas.

- ¡Ja! y ¿se supone que debo tener miedo? - Dairys aprovechó de mirar a su alrededor, estaban solos en la piscina.

- Ya no tienes a tu defensor.

- ¿Qué no te puse una orden de restricción? no deberías ni pararte frente a mí.

- ¡Nadie que se mete conmigo termina con un final feliz!

- No me hagas reír Andrés. - Dairys tomó sus cosas y se paró de la mesa. - Busca un oficio y deja de hacerme perder el tiempo.

- ¡No sabes con quién te estás metiendo! - Le dijo mientras sostuvo su brazo con fuerza.

- Vas a terminar hundido en la cárcel sino me sueltas.

Andrés la tomó con fuerza con los dos brazos y Dairys dejó caer su bolso. Se resistió y golpeo sus testículos. Andrés cayó de rodillas por el dolor y ella se alejó de él. En ese momento llega Leonel y al ver la escena corre al lado de Dairys.

- ¿Estás bien? ¿Te hizo algo?

- Estoy bien, lo golpeé para que me soltara.

Leonel le dió un beso en la frente y tomó a Andrés por el cuello.

- ¿Cómo es que no aprendes basura? - Le dijo furioso - Si te vuelves a acercar a MI NOVIA terminarás muerto. - Luego le dió un puñetazo en la cara.

Dairys abrió mucho los ojos por la sorpresa. Leonel tomó sus cosas y se disponían a salir, pero Andrés cegado por la ira, los embistió a ambos con todas sus fuerzas y terminaron cayendo los tres a la piscina.

Leonel buscó a Dairys pero Andrés lo estaba golpeando. Ella por su parte intentaba salir a respirar pero seguía hundiéndose, estaba tragando mucha agua y estaba presa del miedo.

Leonel soltó otro puñetazo a Andrés que lo aturdió y le dió tiempo de nadar hacia ella.

Gustavo llegó y se lanzó a la piscina para sostener a Andrés que nadaba nuevamente hacia su jefe.

Dairys se había quedado sin aire y estaba en el fondo de la piscina. Leonel la tomó es sus brazos y la subió. Estaba inconsciente.

Ahora había mucha gente alrededor. Las personas de seguridad del club se acercaban también. Gustavo logró sacar a Andrés de la piscina, pero los guardias los separaron. Andrés aprovechó la oportunidad para golpear al guardia que lo sostenía y huyó mezclándose entre la gente y el alboroto.

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