Decepciones

Dairys descansaba desnuda sobre el cuerpo de Leonel, ya casi anochecía, habían pasado todo el día en la habitación juntos.

- Dai, esta noche tengo que asistir a un evento, pero quiero que vengas conmigo, no estaría tranquilo si te dejo sola.

- ¿Qué evento es?

- Una recaudación de fondos, es un evento de etiqueta. Pienso presentarte como mi novia.

Ella se sorprendió, pero se alegró mucho, eso quería decir que Leonel hablaba muy en serio en cuánto a su relación.

Comenzaron a arreglarse para el evento, Dairys usaba un vestido color esmeralda largo, con un escote en V, espalda descubierta y dos aberturas en las piernas.

Leonel se quedó sin palabras al verla. Él llevaba un Esmoquin clásico negro, lo hacía muy apuesto, parecía un Adonis.

- Ahora no estoy seguro de salir contigo así, te ves muy provocativa.

- jajaja, tonto. - Le dijo ella.

- Es en serio... - Leonel parecía contrariado, pero Dairys lo tomó por el brazo y lo condujo a la puerta.

Al entrar al auto, Dairys notó que había otro hombre que los acompañaría.

- Es otro guardaespaldas, no puedo permitirme algo como lo de ayer.

Llegaron al hotel donde se llevaba a cabo el evento, todo era muy elegante. La gente los volteaba a ver a medida que Leonel paseaba saludando a algunos conocidos, tomado de la mano de Dairys, no se podía negar que eran una pareja muy atractiva.

Ellos estaban conversando con una pareja se señores mayores. Él era un escritor conocido y su esposa era una persona agradable y muy dulce.

La pareja se disculpó para ir a saludar a unos amigos, cuando llegó Daniel hasta donde estaban ellos, venía acompañado de una hermosa mujer, rubia, alta, y con ojos azules.

Leonel se tensó al verlos.

- Pero si es la pareja de las noticias. -, Dijo Daniel en tono burlón. - Dairys, permite que te presente a Gemma, hasta hace un par de semanas era la prometida de Leonel.

Dairys quedó muy sorprendida, si bien todo había pasado muy rápido entre ellos, Leonel no le había comentado que había estado comprometido.

- ¿Qué es lo que intentan hacer? - Les dijo Leonel en un tono muy alto, varias personas voltearon hacia ellos.

- Leo amor, Dani me buscó y me dijo que estabas jugando con esta pobre chica. - Gemma miró a Dairys de reojo. - ¿Ya no tienes suficiente? olvidemos todo y sigamos con los planes de la boda.

- ¡Estás loca! no me casaría contigo ni que fueras la última mujer en el mundo. - Dijo Leonel aún más molesto. - Y yo no éstoy jugando con nadie...

- Amigo por favor, obviamente estás con Dai porque es una especie de venganza después de que descubriste que Gemma y yo tuvimos sexo en tu ausencia. - Daniel sonaba confiado. - Solo usas a Dai para darme una lección.

Dairys sintió un vacío en su estómago. Por eso era la pelea entre ellos, por eso la insistencia de Leonel con ella, por eso... el contrato.

- Además... - continúo Daniel. - estuve averiguando y sé que pagaste a unos empleados para manipular el teleférico el día de la fiesta en la montaña.

Dairys miró a su amor a los ojos, se sentía devastada y necesitaba pensar, soltó su mano de la de Leonel y se dispuso a marcharse. Él intento ir tras ella pero Gemma lo detuvo.

Daniel rió divertido por la situación.

- Te lo dije antes amigo, no puedes vencerme, tu estúpida venganza te salió mal.

- Leo amor, no hagas caso, déjala ir, hablemos. - Le dijo Gemma aferrándose a su brazo.

-¡Suéltame! ruega a Dios que Dairys quiera hablarme después de ésto. Sino, me voy a encargar de hacer miserable la vida de ambos. - Leonel estaba gritando y todos los que estaban a su alrededor veían al escena.

Leonel los dejó y se fue a buscar a Dairys.

Por su parte, Dairys se había colado en la cocina. Sabía que si salía por la puerta principal Gustavo la detendría. Siempre las cocinas tienen una puerta de servicio para recibir pedidos. Los empleados la veían extrañados, pero ella iba a un paso firme y rápido para que a nadie le diera tiempo de pedirle explicaciones. Finalmente estuvo afuera, era una bendición que este hotel no estuviese alejado, así que muy pronto estuvo en la avenida y pudo tomar un taxi. No pensaba volver a la mansión y en su casa Leonel la encontraría muy rápido, así que fue a casa de Lili.

Dairys tocó la puerta y ya para este punto era un mar de lágrimas. Lili abrió la puerta con una sonrisa pensando que era la pizza que había pedido para ella y para Enrique. Al verla así se asustó y temió lo peor.

- ¡Amiga! ¿estás bien?

- No, fui una estúpida y creí en él. - Dairys lloraba. - Lo siento Lili, no quise molestar. - Dijo saludando con la mano a Enrique al percatarse de su presencia.

- No digas tonterías Dai.- Lili la abrazó.

- Si, tranquila, todo está bien, voy por helado. - Enrique tomó su chaqueta y se dispuso a salir.

Lili le devolvió una sonrisa de agradecimiento.

- Ok, ahora cuéntame, ¿qué pasó? ¿por qué estás vestida así?.

Dairys le contó todo, desde el teleférico, contrato y su fugaz noviazgo.

- No puedo creerlo, ¿cómo te pudo haber hecho eso?

- Lo peor es que yo creí todo y si me enamoré de él.

- ¿Vas a darle la oportunidad de explicar?

- No lo sé, no lo quiero ver.

- Dai, tarde o temprano te va a encontrar; yo trabajo para su empresa, no le será difícil dar con esta dirección una vez no te encuentre en tu casa.

- Lo sé... - Dairys bajó la cabeza. - Voy a quedarme en un hotel, tu solo di que no me has visto y préstame algo de ropa. Me siento algo ridícula vestida así y con todo el maquillaje corrido.

- Está bien, pero y ¿si Andrés te encuentra? - Lili estaba preocupada. - Dai, también odio lo que te hizo, pero odio aún más saber, que estarías más segura a su lado.

Dairys negó con la cabeza.

- Nada malo pasará, déjame cambiarme rápido antes de que aparezca por aquí.

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