Elías

Alexander había salido de su habitación minutos después de la azabache, toco y al no recibir respuesta entró aspirando por sus fosas nasales la fragancia de su secretaria ¿Se podía embobar alguien con tan solo inhalarlo? Negó repetidamente con su cabeza de un lado a otro.

¡Él no estaba embobado! ¡Ella estaría pronto embobado con él! Tanto que no querría dejar de trabajar a su lado.

Salió de la habitación y empezó a bajar las escaleras, mirando interrogante y con cierto encanto a la azabache, a su apuesta secretaria. El color negro resaltaba la piel de la mujer, su cabello azabache largo y sedoso lo tentaba a hundir sus dedos en ellos, los labios brillosos y carnosos lo incitaban a probarlos y su piel lo llamaba a gritos por sus caricias.

Ahora era en donde se preguntaba si hizo lo correcto en invitarla a ir con él.

-¡Hasta que aparece señor! - exclamo Isabella después de un largo tiempo de observarlo, solo esperaba y su jefe no se hubiera dado cuenta de su mirada hambrienta.

-¿Estoy apuesto cierto? - Alexander abrió sus brazos y le sonrió egocéntrico.

-Eh...si, apuesto como siempre señor - Isabella cerró sus ojos y los blanqueo.

-Tú también estás apuesta como siempre - definitivamente está mucho más apuesta que siempre- ese era el pensamiento de Alexander mientras no paraba de mirarla, de mirar sus hermosos atributos.

En su escaneo no pudo observar el rostro de su secretaria, que de apoco se iba sonrojando por las palabras de su apuesto y mujeriego jefe.

-Vamos señor, conduzco yo - con urgencia Isabella le dio la espalda y abrió la puerta saliendo de la mansión de su querido jefe - Iremos en el auto que me ha regalado señor - anunció Isabella mientras caminaban hacía el Chevrolet Impala 2018 que su jefe amablemente le regalo.

-Veo que si lo cuidas - dijo Alexander al ver el auto que le había entregado a principio de año.

-Por supuesto señor, temo de que si tiene aunque sea un rasguño debería de pagárselo a usted - dio una pequeña risa Isabella, abrió la puerta para su jefe quien encarno una ceja divertida - Siempre hay que abrirle la puerta señor - se excusó.

-No estamos en hora laboral.

-No pienso lo mismo que usted señor. Tengo que cuidar de usted, me considero en horario de trabajo - le dirigió una sonrisa amable - Por favor suba al coche - presiono.

-Bien - Alexander suspiro y se subió en el asiento de copiloto. Isabella rodeo el auto y el peli plata no pudo evitar mirar el trasero de su secretaria al caminar por la ventanilla del coche. Su secretaria era alguien suculenta.

-Prácticamente este boliche es mío - dijo en una explicación a la mirada sorprendida de Isabella cuando el guardia los dejo pasar sin soborno y sin hacer las largas filas.

-Lo he notado señor...

-Hablando de eso, trata de no llamarme "Señor" cuando se acerquen personas - advirtió Alexander.

- iY quién dijo que yo pasaría la noche en este lugar a su lado? Señor, usted se divertirá como suele hacer y yo también, pero por separado - Alexander confundido la miro ¿Cómo que, qué? - Así que señor, nos vemos en un par de horas - le enseño una sonrisa gigante y se fue alejando, mezclándose con la multitud de gente desapareciendo de la vista ambarina del peli plata.

-¡Carajo! ¡Isabella! - grito, pero fue imposible que lo escuchará, la música empezó a retumbar en todo el lugar.

Alexander fue solicitado por un montón de mujeres jóvenes por lo que no pudo evitar coquetearles de la misma manera, ser mujeriego tal vez estaba en sus genes.

-¡Baila conmigo guapo! - varias horas después una joven mujer se colgó de su brazo y lo empezó a arrastrar hasta la pista de baile.

-Hola preciosa - murmuro Alexander mientras le cogía de sus caderas acercándola a su pelvis y se empezaba a mover al ritmo de la música.

...----------------...

-¡Una cerveza por favor! - exclamo Isabella al bar tender inclinándose por el mostrador. Había decidido después de un cierto tiempo tomar solo unos sorbos de cerveza.

-¡Enseguida preciosa! - le respondieron de la misma manera.

-Hola- a su lado un apuesto hombre le saludó. Moreno y con una melena larga azabache atado en una coleta alta. Lo escaneo, tenía jean negros junto con una camisa mangas largas gris, se notaba que tenía un cuerpo muy bien trabajado, él le sonreía con su perfecta dentadura blanca.

-Hola - le respondió Isabella de la misma manera y volteo medio cuerpo sonriéndole

-¿Cómo te llamas hermosa? - le dio un sorbo a la botella de cerveza que tenía en sus manos tomando asiento en un taburete al lado de la azabache.

-Isabella ¿Y tú guapo?

-Me llamó Elías - el bar tender le acerco la cerveza pedida a la azabache y después se esfumo con una mueca al ver al moreno cerca de Isabella - ¿Qué te trajo está noche?

-El auto - Isabella y Elías se carcajearon por la contestación de la azabache.

-Hermosa y graciosa, un gran paquete - coqueto Elías se le acercó aún más.

-Bueno, tú también tienes tu toque - Isabella no se alejó - Vine a divertirme un rato, hace mucho no lo hacía - confesó Isabella.

-Sí pasas está noche conmigo, la pasarás muy bien - Isabella y él dieron un sorbo a la botella de cerveza.

-¿Enserio?

-Enserio.

- ¿Y tú, que te trajo hoy aquí? Y no digas auto...

-También hace mucho que no tenía tiempo para mí, así que decidí venir y que bueno que lo he decidido, debido a eso pude conocer a una hermosa mujer - Elías puso una mano sobre el muslo desnudo de Isabella, quien se estremeció al toque de la mano morena de su nuevo acompañante.

-Eso sonó algo cursi - Isabella se inclinó más hacía él, rosando sus labios con el cuello del moreno.

-¿Quieres bailar? - ronco murmuro Elías en el oído de la azabache.

-Por supuesto - Elías la cogió de su cintura descubierta y la empezó a arrastrar hasta la pista de baile, dejando sus botellas de cervezas en la barra.

Isabella enrollo sus manos por detrás de la nuca del moreno, mientras que el moreno la acercaba hasta su pelvis, ambos se movían al ritmo de la música latina, Elías apoyo su frente con la de la azabache mientras ambos sonreían con sus ojos cerrados.

-Enserio que eres hermosa...

-Y tú no te quedas atrás - Isabella se giró y quedó de espaldas al moreno, con su trasero pegado a la pelvis de Elías.

-¿De verdad que no sales seguido?

-Que no salga a divertirme no significa que no sepa moverme - se dio vuelta otra vez quedando de frente con el moreno.

-¿Y.. no tienes novio? – murmuro acercándose al rostro de la azabache sintiendo la respiración del otro.

-No, no tengo novio - respondió mientras ella también se acercaba, empezaban a rozar sus labios

- ¿Y tú... alguna novia?

-Nadie por el momento – entonces Elías estampo sus labios con los de la azabache.

Antes de que Isabella correspondiera al beso una fuerza ejercida en su brazo la alejo del moreno.

...****************...

Espero y les haya gustado el capítulo 5, les agradecería mucho si me dan su apoyo para poder traerles más historias igual de interesantes como está....❤️

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Comments

JZulay

JZulay

será un armario de color plata 😜🤣🤣🤣🤣

2024-11-26

0

Claudia Posada

Claudia Posada

😱😱😱😱🤣🤣🤣🤣🤣🤣 excelente el capítulo

2025-03-20

0

Una_Éire

Una_Éire

claro...el otro estaba de fiesta pero no deja que los demás tengan la suya...

2024-10-18

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