Un pasatiempo

-Espero arreglarlo, porque le quiero mucho - dijo Emilia parando su llanto por el hombre que estaba enamorada.

-Hazlo. Y sino es lo que esperas, recuerda que aun eres joven, hermosa e inteligente y tienes mucho por delante - las palabras que decía las decía para ella misma.

-¡Ay Isabella! Eres genial, ojala fueras mi hermana mayor - le sonrió con cariño.

-Jaja... sí - con nerviosismo le sonrió, Isabella levanto su mirada por sobre la cabeza de Emilia y miro desde una ventana de cristal, como su jefe ingresaba a su piso - Hablando de él...-mascullo.

-Isabella, te dije que...- y calló en cuanto observo a la otra azabache menor que él por cinco años, la estuvo ignorando por semanas esperando a que de alguna manera ella se olvidara de él. Abrió con sorpresa sus ojos - Rayos...

-Señor, la señorita Aguirre vino a verlo - con tono profesional y frío se dirigió al peli plata quién se tensó al escucharla.

-¡Alexander! - nuevamente Emilia sollozó y se puso de pie de un salto abrazando cariñosamente al peli plata y plantándole un beso al haberse puesto de puntillas para alcanzarlo.

Toda esa escena paso en frente de los ojos de Isabella, solo se limitó a mantener su compostura y tranquilizarse interiormente, su pecho se había tensado y oprimido al ver como el peli plata era besado.

-Isabella - después de recibir aquel beso de sorpresa la separó y miro a Isabella, pero ella lo fulmino y lo ignoro.

-Tiene libre hasta las 16, así que señor, valla a su oficina.

-Alexander necesitamos hablar - Emilia le dijo arrastrándolo hasta su oficina.

-No tenemos nada de qué hablar tu y yo- Alexander con aquellas palabras detuvo los movimientos de la joven azabache.

-Pero... ¡Alexander me has ignorado por semanas!

-¡Valla a su oficina! - y con bronca hacía Alexander, Isabella le había gritado. No quería escuchar y menos verlo.

Para calmar un poco su furia empezó a crear su CV, estaría en busca de nuevos trabajos de lo que últimamente había deseado hacer y de hecho, desde joven lo había querido hacer pero lo había postergado. Seis años después su deseo y sueño habían vuelto.

La oficina de su jefe se mantenía cerrada pasadas la hora y media, pensar en lo que estarían haciendo solo la lastimaba más. Imprimió su CV y los envió por correo electrónico a las empresas que ya había contactado antes, algunas de las cinco deberían de aceptarla.

Tal vez lo que había hecho en estos momentos sobre solicitar trabajo en lo que había deseado hace 6 años lo hizo por lo caliente de furia que estaba. ¿Se arrepentiría? Lo dudaba, ¿Extrañaría a su jefe? Posiblemente, ¿Cómo reaccionaría él con esta noticia? Poco le importaba.

Levanto la mirada en cuanto escuchó la puerta de la oficina de su jefe abrirse.

Primero vio a Emilia salir calmada y con una sonrisa y luego por detrás a su jefe con su cabello plata alborotado, lo que la llevo a imaginar cosas y hacer que su molestia fugada volviera.

-Gracias Isabella - dijo Emilia con una sincera sonrisa, Isabella le asintió y entonces Emilia desapareció y luego miro a su jefe, quien se mantenía recargado en el lumbral de la puerta.

-Entra - Alexander cabeceo el interior de la oficina y como respuesta recibió una ceja enarcada sarcásticamente y mirada fulminante.

-Lo que tenga que decir, dígalo aquí, no tengo tiempo señor - Alexander trago grueso, bastante nervioso, quería explicarle la reciente situación porque sabía que Isabella estaba muy... pero muy molesta.

-Por favor entra - pidió. Isabella lo miro y solo acepto porque había usado la palabra mágica.

Entró primero a la oficina de su jefe y vio todo ordenado, por lo que descarto un posible revolcón rápido y que bueno, porque si no, aquello si la habría hecho llorar. Se quedó de pie frente a los sofás y Alexander se puso en frente de ella, a unos dos metros de distancia.

-Lo... lo que paso afuera, no fue lo que tú. - empezó tartamudeando Alexander, completamente nervioso.

-No fue lo que creo que vi ¿Cierto? -Isabella termino la oración por él, su lengua se encontraba suelta y nadie ya podría detenerla hasta que dijera lo que tenía pensado desde un principio.

-Déjame...

-Porque yo creo que vi todo la verdad frente a mis ojos - lo fulmino una vez más.

-¿Verdad?

-Usted, desde un principio lo que quería conmigo era un pasatiempo ¡Pero yo ya lo sabía! ¡Solo que una vez en mi puta vida quise creer en sus palabras con respecto a que sentía algo por mí!

-Isa... lo que...

-¡Fui una tonta! ¡Una estúpida! ¡Sé quién es usted, lo conozco, sé cómo juega con todas las mujeres! ¡Pero aun así yo dije "Sí"!

-Isabella, escúchame, deja de pensar y sacar aquellas conclusiones que no son ciertas...

-¿Acaso no es verdad que usted usa a las mujeres como un juguete, como un pasatiempo? ¿Acaso eso no es verdad? - con dureza y sin miedo a lastimarlo con sus palabras siguió - Yo soy quien consuela a sus conquistas cuando las decide terminar... pero cuando eso pase conmigo ¿Quién me va a consolar a mí?

-¡Es que eso no va a pasar! - exclamo Alexander dando tres pasos hacía ella, aún sin estar cerca de ella.

-Tal vez es lo que usted se quiere creer, pero no, lo conozco y sé que aquello sucederá, por eso...

- No , Isabella no - su tono de voz fue de un ruego.

-No quiero tener nada con usted, solo lo profesional. Lo nuestro, aunque usted diga lo contrario, no funcionará. Terminemos con esto, que apenas iniciaba.

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Comments

Mercedez Peréz

Mercedez Peréz

bueno ahora ya es tiempo de ir cambiando la historia si no será aburrida retomando siempre lo mismo

2024-09-16

1

geo

geo

ay no por favor hay que arriesgarse jajaja

2024-08-16

2

Carmen Moreno

Carmen Moreno

🤩😪😡💔💔💔💔❤️‍🩹amor, rabia y un corazon partido...

2023-10-24

3

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