Consuelo

Alexander no estaba a centímetros, estaba en dirección recta con sus ojos furiosos pegados a ella, sintiendo como su mirada se sentía a centímetros. Isabella frunció su ceño, ¿Quién se creería para mirarla de aquella manera?

Blanqueo los ojos y con profesionalismo camino hacia él, quedando frente a frente. No se dijeron nada, solo se miraban. Alexander había observado a la distancia todo lo sucedido entre su pareja y su rival. De por sí ya estaba molesto con solo verlos juntos y hablando su furia aumento en cuanto observo como Elías le daba un beso en la mejilla, un beso nada amistoso, había sido lento... muy lento.

-El almuerzo con los rusos -recordó Isabella en un tono profesional, frío y distante. Alexander la escuchó pero no respondió, en silencio salió del salón siendo seguido por detrás por Isabella.

Subieron al coche en silencio, ambos en los asientos de atrás, Isabella no dijo nada y solo se dispuso a repasar los documentos en sus muslos ignorando la gélida mirada de su jefe. Alexander estaba aún más molesto al verse ignorado por su pareja y cerró sus ojos en busca de paciencia.

-¿Iras al almuerzo? - pregunto en un tono secó pero amable.

-No señor, no iré. Debo de realizar informes - informo de la misma manera mirándolo.

...----------------...

-Hazlos en mí oficina y espérame allí, hasta que llegue - sonó autoritario.

- Si, sí señor...- con desinterés y una sonrisa para tranquilizarlo le respondió pero la verdad que el tono demandante le había molestado.

Llego a la empresa después de haber dejado a su jefe en el restaurante internacional en donde su jefe y los empresarios rusos tendrían su reunión. Se dirigió directamente a la cafetería y compro una ensalada con pollo al horno puestas en una bandeja para poder llevársela a su oficina.

Su jefe le había ordenado quedarse en su oficina, pero él no estaba aquí así que... haría lo que quisiera, aunque... aun si su jefe estuviera presente ella haría lo que quisiera, tal y como todo seguía siendo.

Con su bandeja de almuerzo a un costado empezó a rellenar planillas y terminar informes, todo aquello siguió hasta casi cumplirse las dos horas, miro su reloj, su jefe ya debería de estar regresando de la reunión.

-¿¡Dónde está!? - un grito agudo femenino se escuchó en todo el piso, logrando que dejara de lado su trabajo poniéndose de pie.

-Señorita, señorita baje la voz no puede gritar - unos de los trabajadores del piso trataba de tranquilizarla.

-¡Nadie me dice que hacer! ¡¿Dónde está él?! ¡¿Dónde está Alexander?! - la mujer que gritaba era la última conquista de su jefe, Emilia Aguirre.

-¡Señorita Aguirre! - le exclamo Isabella al ver como ella sin detenerse venía hacía la oficina de su jefe.

-¡Isabella! - Emilia la miro como si fuera su hermana mayor y corrió hacía ella. Isabella ya la había consolado una vez después de que ella había tenido una discusión con su jefe y desde entonces Emilia la miraba de aquella forma.

-¿Por qué haces un escándalo? - reprochó Isabella quedándose con ella y con la mirada apartando al trabajador de su jefe.

-¿Dónde está? - preguntó Emilia y ambas tomaron asiento en la oficina de la azabache.

-¿El señor Arnault?

-¡Sí, ese! - con molestia exclamo - Desde hace semanas que me ignora y me ignora y me ignora ¡Porque!

Isabella se sentía usada. Su jefe no había terminado la relación que tenía con la joven muchacha que tenía en frente de ella, Alexander Arnault simplemente la había ignorado y eso le incrementaba su molestia.

Usada y como un pasatiempo pasajero, así se sentía.

-Trata de tranquilizarte y no grites por favor - con amabilidad la trato, después de todo la joven Emilia no tenía la culpa de las andanzas de su jefe.

-Pero es que... él me ignora y me siento mal, yo lo quiero mucho - empezó a sollozar en frente de Isabella, su rutina de consolar a las conquistas de su jefe había iniciado... después de semanas de no hacerlo.

-Él ya está por venir, habla con él y... sí es posible, arréglenlo. No te lastimes más Emilia, ninguna, NINGUNA mujer debe de llorar por un hombre que no valora lo que es - le dijo en consuelo para la joven y para ella misma.

Isabella no lloraría ni reprocharía nada. Desde un principio sabía lo que su jefe era y como era.

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Comments

JZulay

JZulay

🤭🤭🤣🤣🤣 celos malditos celos....un beso 💋 lento ...muy lento...🤣.. le puso cronómetro o qué !!?? 🤭

2024-11-27

0

geo

geo

ay no ya viene una loca resentida jajaja

2024-08-16

3

Carmen Moreno

Carmen Moreno

esas mujers le traeran ptoblemas a Alexander con Isabella, y ella es una mujer de caracter no es facil...

2023-10-24

2

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