capítulo 20

El lunes cuando llego a la oficina me siento un poco nerviosa por lo que pueda suceder cuando me encuentre con Kristo por el beso que nos dimos el viernes en el restaurante. Salgo del elevador y me dirijo a mi lugar de trabajo al llegar veo que la puerta de la oficina de Kristo está abierta.

Rápidamente Dejo mis pertenencias en una de los cajones de mi escritorio y tomo la tableta donde tengo la agenda de Kristo y Matt, enciendo la tableta y camino hasta la puerta de la oficina al llegar veo que igual Matt está aquí, pido permiso para poder pasar

- Buenos días Matt, señor Karagiannis.

-Adelante pasa- me dice Matt, la expresión de Kristo es indescifrable, la mirada que me da hace que me dé un escalofrío por todo el cuerpo,paso y me paro a un lado de la silla de Matt esperando que me indique que le puedo leer la agenda del día de hoy

- Dinos,¿ hay algo importante hoy ?- pregunta Kristo en un tono un tanto cortante , asiento y me aclaro la garganta, que por los nervios la siento seca, les leo las reuniones programas para el día de hoy. Después de hacerles saber sus agendas regreso a mi lugar y minutos después sale Matt y entra a su propia oficina, durante todo el día Kristo no me habló para nada, ala hora del almuerzo solo me dijo que saldría almorzar pero no regreso en toda la tarde.

Han pasado varios días desde el beso en el restaurante entre Kristo y yo y ninguno ha dicho nada al respecto todavia, no es que hubiera mucho que decir de todos modos, Frederick casi diario me marca por las noches.

Hoy es un día muy ocupado, Matt y Kristo tienen la firma del contrato con el señor Schmidt y una reunión con un posible cliente de Japón, después del almuerzo tiene una junta con los demás directivos de la empresa para presentar los detalles y pormenores de los proyectos en los que se están trabajando.

Después de un rápido almuerzo con Rose en la cafetería de la compañía las dos nos dirigimos a nuestros lugares ya que dentro de un rato tendrán una junta nuestros jefes, llegó a mi piso y me voy directo a mi lugar en lo que enciende la computadora entró al despacho de matt por las carpetas de la presentación para que les dé su última aprobación Kristo, se las llevó a su oficina, cómo siempre tocó antes de entrar y no abro la puerta hasta que el diga que puedo pasar se las dejo a un lado de su escritorio y me quedo parada esperando por si se le ofrece algun cambio de último momento

Me sorprende cuando se levanta de su asiento y camina hasta situarse enfrente de mí, me toma de la cintura para acercarme a él,

-Tenemos una charla pendiente- dice muy cerca de mi oído y su aliento hace que cosquillar mi piel.

- No recuerdo ninguna- apenas logró decir y me intento apartar de el, pero me agarra más fuerte de la cintura.

-¿Quien es el tipo con quién estuviste en el bar esa noche?

-No tengo por qué responder a eso, ¿acaso me dirás quién es la zorra con la que tú te estabas besando?- digo pero inmediatamente me arrepiento ya que pareciera que estoy celosa

-ella es irrelevante,no es nadie importante ¿Hay algún otro hombre que te espera por las noches?- pregunta Kristo, acariciando mi mejilla con sus labios

-Si lo hay pero no de la forma que tú crees- respondo pensando en la carita de felicidad de Luciano cada que llegó a la casa del trabajo.

–¿Calienta tu cama como lo hice yo?- me da besos detrás de la oreja hasta bajar a mi cuello, me estremezco por la exitasion que me hace sentir

-No cómo tú crees- respondo entrecortadamente, su mano que estaba en mi cintura sube hasta cubrirme un pecho que me acaricia a través de la blusa, contengo un gemido de excitación, sus labios buscan los míos y los besa posesivamente se que debo parar esto pero no puedo estoy demasiado sensible por sus caricias, desabrocha mi blusa y baja una de las copas de mis sostén, un calor líquido se derrite dentro de mi cuerpo, un grito de satisfacción sale de mi garganta cuando toma un pecho en su boca

-Dime si él te hace gritar así de placer- pregunta

-¡No!- grito, hace la misma operación con mi otro pecho y lo agarró de la cabeza para acercarlo más, no sé en qué momento caminamos hasta el sofá que hay dentro de la oficina, pero el se sienta y tira de mí para sentarme sobre sus piernas, está acción hace que mi falda se suba por mis muslos y dejandolos al descubierto, el me los acaricia y me acerca más a él haciendo que sienta su exitasion. Desabrocha por completo mi blusa y sube mi falda hasta mis caderas revelando mi ropa interior, me vuelve a besar y me baja lentamente hasta quedar acostada con él encima de mi.

-Dime que lo deseas tanto como yo- me súplica con voz ronca

-Te deseo- respondo antes que me pueda arrepentir. sus labios toman los míos en un beso que me nubla la conciencia, dejándome sin aliento, Sus manos acarician mi cuerpo y hace que vibre con cada caricia de sus manos, se deshace de mi ropa interior y se abre los pantalones, yo solo atino a asentir para que siga, se abre paso dentro de mi, y siento cómo mi cuerpo pide más de este hombre que se mueve encima de mi y me hace llegar a la luna, siento como se tensa mi cuerpo antes de convulsionar mi liberación.

siento cómo las ondulaciones de su liberación acaricia toda la longitud de mi miembro. Solo entonces dejo que mi liberación llegué viniéndome dentro de ella.

Permanezco unos segundos sobre ella, no quiero que este momento termine, los dos estamos con la respiración agitada después de nuestro apasionado encuentro cuando unos golpes en la puerta nos regresan a la realidad. Los dos nos quedamos quietos en nuestro lugar, cuando la voz de Matt llega a través de la puerta.

-Kristo, nos están esperando en la sala de juntas, me voy primero para calmar a los ejecutivos en lo que tú llegas.

Agradezco que Matt siempre a tocado antes de entrar, me alzo un poco de ella, veo que tiene los ojos cerrados y la siento tensa no sé si ya se arrepintió de lo que acaba de pasar entre nosotros

-Isabella...

-No digas nada- no me deja terminar de hablar y hace por querer levantarse, la ayudo a sentarse mientras se cierra la blusa con las manos algo temblorosas dice- Se que fue un error y no volverá a pasar.

Me quedo sorprendido por sus palabras, me levanto del sofá mientras acomodo mi ropa.

- Después de la junta hablamos, me iré primero en lo que termina de arreglarse- le digo ya caminando a la puerta

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