El día que tanto temía ha llegado, después de días de estrés y ansiedad hoy va a ser el día en que haremos público mi compromiso con Mariano, estos últimos días me he sentido muy triste y cansada, la madre de Mariano no me ha dejado sola ni un momento para que tome un respiro, dos días después de la boda de mi hermano llegó con carpeta en mano para empezar a planificar la fiesta de compromiso a pesar que insistí en que se encargará ella junto con mi madre no me escucho y me recitó una lista de lo que nos teníamos que ocuparnos, teníamos que enviar las invitaciones, contratar el catering, quería que la fiesta de compromiso se realizará en una de los salones del club, debíamos ir a escoger mi vestido ya que tenía que combinar con el traje que Mariano Iba a utilizar, en fin un montos de cosas que yo no quería hacer, lo único bueno de todo esto es que podía salir sin que me estuviera siguiendo Felipe.
Los días siguientes fueron más de lo mismo, la mamá de Mariano no me dejaría en todo día hasta que no hiciera lo que ella queria, ya hasta los empleados de la casa estaban acostumbrados a que ella apareciera en cualquier momento, ya ni mi madre la aguantaba pero por educación aceptaba su presencia en la casa. Apartir de hoy sería oficialmente la prometida de Mariano, estoy en mi habitación acabo de salir de la ducha, me paro frente al espejo de cuerpo completo y me miró con atención, tengo sombras oscuras bajo los ojos por no poder conciliar el sueño, estos últimos días me estado sintiendo cansada, creo que me va a venir la regla ya que llevo un día sintiéndome fatal me duele la parte baja del abdomen y la espalda, tendré una excusa para quedarme en la cama mañana. Veo mi vestido para la fiesta y se me forma una sonrisa en la cara, es una vestido gris perla de manga larga con un escote en v que termina un poco más abajo de mis senos, me llega a la mitad del muslo y tiene una pequeña abertura en el muslo derecho que se esconde con un olan que llega hasta la rodilla, se que cuando me vean llegar con ese vestido les disgustara tanto a mi padre como a Mariano, pero es mi única protesta de rebeldía contra este compromiso por qué se que no hay nada que haga cambiar de parecer a mi padre.
Me maquillo con entusiasmo y me pongo el vestido me queda muy justo, se me pega al cuerpo como una segunda piel, no me pongo sujetador por qué se notaría, me pongo unas sandalias estilo romano, me ondulo el cabello y lo dejó suelto. Bajo al salón para esperar a Mariano, su regreso a Italia se había retrasado por un mes, hace apenas una semana que llegaron de Japón. No lo he visto por poco más de un mes ya que después de la boda de mi hermano él y su padre se prepararon para su viaje y no tenía tiempo para vernos y no es que estuviera muy entusiasmada de verlo entonces ni ahora.
Cuando voy bajando las escaleras me encuentro con Maia y me comenta que el joven Mariano ya llegó y me está esperando y que mis padres ya salieron para el club.
Lo encuentro en el salón bebiendo una copa de coñac, el lleva un traje en color gris con camisa blanca y corbata, es guapo no lo puedo negar pero no tiene nada que me haga sentir como lo hicieron unos ojos color ámbar, solo de recordarlo un escalofrío de excitación recorre mi cuerpo, entró al salón y alza la mirada por cómo aprieta los labios se que no le ha gustado nada mi vestido, chocó los cinco mentalmente, a su madre solo le dije el color del vestido no como era el diseño.
-¿Nos vamos?- camino para la salida pero él me detiene agarrándome del brazo.
-No vas a ir a ningún lado vestida así como una Puta, no me vas a poner en ridículo enfrente de los invitados, mucha gente importante asistirá incluído un posible inversor y no quiero que lo arruines, sé obediente y cámbiate esa cosa que llevas puesto.
Me safo de su agarre y lo enfrentó
-No me voy a cambiar de vestido solo por qué a ti no te gusta- lo reto
Me tomó del brazo nuevamente y caminamos por las escaleras hasta llegar a la puerta de mi habitación
-No lo voy a repetir otra vez quítate esa cosa, déjate de jueguitos y compórtate como una persona adulta, esta noche es muy importante para mí y no voy a dejar que lo arruines.
Camina directamente a mi vestidor pero no hay ningún vestido a la vista, solo hay pijamas y pantalones de mezclilla, le había pedido a Maia más temprano que empacara toda mi ropa a excepción de mis pijamas, los jeans y las remeras.
-No puede ser posible que no tengas ni un puto vestido decente- Me grita
-Mi padre mandó a quitar toda mi ropa, para que no pudiera salir - me encojo de hombros, alcanzó mi abrigo que se me olvidó y caminó nuevamente a las escaleras y Mariano me sigue, estamos a mitad de ellas cuando Felipe, el chófer entra a la casa.
-Señorita Isabella el auto está listo para que salgamos cuando usted indique.
-Nos vamos ahora Felipe- Me pongo mi abrigo y abre la puerta de la entrada y salimos, el frío aire de enero me envuelve, casi me arrepiento de usar este vestido, pero un vistazo a Mariano y me alegro de haberlo comprado, todo el trayecto al club lo hacemos en silencio.
Al llegar al club Mariano me toma de la mano y entramos juntos, mucha gente que no conozco nos reciben, saludamos a cada invitado importante y agradecemos su asistencia a nuestro compromiso, cuando llegamos hasta nuestros padres veo su cara de molestia de mi padre y se que es por mi vestido.
cuando llegamos Junto a ellos les doy mi más grande sonrisa de verdad
-Buenas noches señores Borguetti, Mamá, papá.
- Que es esa porquería que tienes puesto Isabella- Se voltea a Mariano para reprenderlo- Cómo haz podido permitir que salga de la casa vestida como si fuera una fulana Mariano
Mariano me aprieta el brazo del cual me tiene agarrada , indicándome que está más que furioso por mis acciones, antes que tenga tiempo de contestarle a mi padre, Marco y Lía se acercan a nosotros para saludar.
Ya me cansé de tener que fingir una sonrisa que ya siento las mejillas entumecidas, en un momento de la reunión mi padre hace parar la música para poder decir unas palabras, hace que Mariano y yo nos acerquemos a él.
-Buenas noches queridos amigos, gracias por acompañarnos y ser testigos de este compromiso entre mi única y amada hija Isabella Salvatore con el joven Mariano Borguetti.
Todos los presentes aplauden y nos dan sus felicitaciones tras las palabras de mi padre.
Mariano toma el micrófono- Les doy las gracias nuevamente por asistir al día más importante de mi vida- Me jala a su lado - hoy finalmente nos comprometemos en matrimonio mi preciosa Bella y yo- me toma de la mano y coloca un anillo en mi dedo anular- Me toma por sorpresa cuando me da un beso en los labios, mi reacción es apartarlo pero antes que lo intente en me agarra más fuerte, cuando me suelta y alzo la vista al frente es cuando lo veo, siento como mi corazón late más rápido cuando nuestras miradas se cruzan.
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Comments
Maria Rosa Haberkorn
me encanta la historia
2023-11-05
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