A la mañana siguiente no podia creer lo que veia, alguien habia destrozado gran parte de la cosecha de Rosas de cartilla, ese tipo de rosa le habia costado mucho que germinara en tierras tan humedas y despues de varios intentos habia logrado tener para es mes casi 10 metros cuadrados de cosecha. Se dejo caer de rodillas y comenzo a llorar.
Sebastian llego al jardin y se espanto cuando vio a Julia en el piso llorando y al acercarse mas se dio cuenta a que se debia, su cosecha de rosas de castilla estaba destrozada. Se le encogio el pecho al mirarla ahi destrozada y recordo cuando la encontro en el rio, habia demostrado ser una mujer muy fuerte y con iniciativa, que le gustaba trabajar duro y que no temia a los retos pero ahi vio la vulnerabilidad de la mujer que habia debajo, un corazon con perdidas pero capaz de amar, y valla que el deseaba mas que nada en el mundo que ella lo amara de la misma manera en la que el la Amaba. Por fin sintio un desahogo, lo habia admitido, la amaba y ningun sentimiento que ubiera sentido antes por Juana o cualquier otra mujer no se comparaba en nada. La miro ahi con su overol de mezclilla y su blusa verde, con sus dos chonguitos a cada lado y su pañuelo en la cabeza preparada para trabajar en el jardin, tan sensilla y conocida para el ahora. Todas las celulas de su cuerpo le pedian a gritos que la consolara que no pudo detenerse, la levanto del piso y tomo sus labios entre los suyos, nada lo hubiera preparado para esta sensacion de pertenencia, este era su lugar. Por primera vez en meses dejo ir toda su fruztracion en ese beso, todo su amor y todo lo que el es y seria por ella, alguna vez penso que seria su amigo pero eso no era posible, noto en ella su sorpresa en esos labios suaves por el llanto, el sabor salado de sus lagrimas y su cuerpo con la proximidad que tenian en ese momento. Ya no pensaba con claridad, parecia un sueño del que no queria despertar.
-.-
Todo acababa de pasar tan rapido, en un momento estaba triste, por el trabajo desperdiciado y la maldad del responsable, y al minuto siguiente estaba en los brazos de su angel, aunque hubiera cerrado los ojos habria sabido que era el, el mismo que la saco del agua y la abrazon con ternura aquella noche, su aroma lo delataba. Jamas en la vida habia deseado tanto un besos, sus labios sabian a gloria, no tenia duda, no podias besar a alguien asi si te fuera indiferente, poco a poco el beso se volvio mas exigente y se convirtio en algo mas, como una declaracion de guerra y ella estaba perdiendo. Se separo de el para recuperar el aliento y pudo ver el deseo en sus ojos, y miro en ese reflejo el suyo mismo. No es que supiera lo que hacia pero supuso que el si debia entender lo que ella queria, asi que lo tomo de la mano y lo llevo a su habitacion. Julia nunca habia tenido novio pero sabia lo que eran algunos besos robados y definitivamente no fue lo que paso con Sebastian, fue como si ella lo llamara con el pensamiento y de pronto estaba ahi, en su cama. Las prendas empezaron a caer a suelo y se quedo en bragas y sujetador, Sebastian la miro y no sintio ninguna verguenza, estaba lista, pero de un momento a otro, Sebastian se levanto y le dijo que no podia y que lo disculpara. Abrio la puerta y se fue.
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