El año nuevo prometia mucha dicha para la finca Dominguez. La felicidad que alguna vez se fue con la muerte de Juanita habia regresado con la llegada de Julia. Al menos eso era lo que pensaba Antonia. Cuando perdio a Juana penso que era un castigo del cielo, ella queria hacer lo mejor para su hija y sabia que en la ciudad no seria feliz pero ella estaba decidida que en cuanto fuera mayor se iria lejos a vivir la vida que siempre quizo.
Hace muchos años su madre le habia contado sobre una mujer que habia sido abandonada con sus dos hijas, aunque ella era una niña sabia exactamente lo que eso significaba, que el la habia usado y que la habia dejado como quien tira un pañuelo al piso cuando ya no le sirve, asi que murio de desepcion y dejo a sus hijas cuando aun eran muy pequeñas. Desafortunadamente no falto quien se aprovechara de la situacion e hisieron lo mismo con la hija menor, muy poco se habia sabido que habia sido de esas dos muchachas que ahora ya serian señoras de mas o menos de su edad. Hace años que en ese pueblo no se sabia de ellas pero a ella le habia quedado claro que se casaria con un hombre del lugar, que asi era mas seguro. Recordaba a su marido como un hombre intachable pero que desadortunadamente habia muerto hace 7 años cuando estaba embarazada de los mellizos, a pesar de eso no la dejo desamparada pues la finca la arreglo y la acondiciono como pozada y si bien no daba lujos los preoveia de lo necesario, tambien se cendian las flores del jardin, las rosas y las casablanca se vendian en pueblo para los adornos de la iglesia.
Juana pronto se convirtio en una señorita muy bonita, con atributos que llamarian la atencion de cualquier hombre, tenia muchos pretendientes y en la noche de san Juan su ventana estaba llena de ramos de flores, seria cuestion de tiempo para que recibiera uno del alguien que le interesase. Cuando llego Sebastian tenia miedo que fuera como cualquier hombre de ciudad pero parecia muy educado, incluso pidio permiso para cortejar a Juanita, comenzo a trabajar como maestro y sabia que venia para quedarse, que mejor partido que un hombre como Sebastian, guapo y cabal.
Un mes antes de la boda Sebastian llevo a Juana a la Ciudad de compras, le cumplio cada capricho que ella le pedia, se veia feliz, Antonia estaba tranquila hasta que vio a Sebastian de regreso sin Juana porque segun su vestido no estaba listo, el le aseguro que estaria bien y no habria de que preocuparse. Cuando vio a su hija regresar se lleno de alivio hasta que vio su cara, no parecia la misma, se veia enferma y parecia haber llorado. La criada le decia que quizas eran los nervios de la boda y que por eso estaba asi y ella misma se convencio que asi era como si no conociera a su propia hija. Algo andaba mal.
Una mañana antes de la boda no pudo mas y confronto a su hija, su corazon le decia que algo andaba mal y asi era, en el viaje habia conocido a alguien y que se habia enamorado. Antonia no podia con eso, todo estaba listo para la boda asi que por primera vez en su vida le impuzo su voluntad a Juana. La boda se celebraria y ella olvidaria al hombre que habia conocido.
No sabia que unos dias despues ya no la volveria a ver. No hay mas dolor por la partida de un ser querido cuando hubo algo que decir y no se dijo, se arrepintio que la ultima vez que hablo con su hija le haya gritado tantas cosas desagradables y jamas haya podido pedirle perdon por eso, ni siquiera a su cuerpo sin vida, sentia que ese habia sido su castigo por obligarla a hacer algo que Juana no queria. Paso cuatro años llorando por esa culpa y cuando Julia llego sintio que tenia una nueva oportunidad de hacer las cosas bien, ella la apoyaria incluso si decidiera marcharse a la ciudad a fin de cuentas ella venia de alla. Y mientras ella estubiera feliz ella se alegraria por eso.
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