Cap 10

Mientras Derek arreglaba los asuntos en la Ciudad Imperial, Lilit ya había terminado su periodo de descanso.

– Buenos días señorita.

– Buenos días Marie.

Lilit se encontraba muy entusiasmada

Ya que no tendría que estar mas sin hacer nada.

– Hoy esta de muy buen humor.

– Si.

– Es por que hoy termina el periodo de reposo que recomendó el doctor.

– A partir de hoy ya voy a tomar clases todos los días.

– Me alegro por usted señorita.

– Gracias Marie.

– Hablare con mi madre.

– Para que Marie se quede conmigo.

– ¿Habla enserio señorita?.

– Por supuesto me gusta Marie así que quiero tenerla a mi lado.

Marie se encontraba realmente agradecida ya que se suponía que ella se quedaría con Lilit hasta que se recuperara.

– Enserio se lo agradezco mucho.

Marie se inclino y agradeció a Lilit .

– Oh no, levanta la cabeza.

– No tienes que agradecer así que levántate.

– ¡Sii!.

Después de terminar la conversación Lilit se termino de prepara para ir a visitar a su madre y después a su hermano.

– Ya esta lista señorita.

– Se ve tan hermosa como siempre.

Lilit todavía no se acostumbraba a recibir tantos elogios así que se ponía nerviosa.

– G-gracias Marie.

El atuendo que llevaba Lilit hoy era un vestido de color azul que le llegaba arriba de sus rodillas , un azul celeste con decoraciones en color negro, que hacían resaltar su hermoso cabello blanco.

– Bueno iré a ver a mi madre.

– La acompañare señorita.

– No esta bien Marie.

– Mejor ve al anexo en donde mi hermano se esta quedando, y haz que preparen todo para el desayuno.

– Esta bien señorita.

– Vaya con cuidado.

– Si lo se Marie.

Lilit se dirigía hacia donde estaba su madre y Marie hacia el anexo donde se estaba quedando Nathan.

– Madre estoy aquí voy a pasar.

– Claro querida pasa.

– Buenos días madre.

– Buenos días cariño.

– ¿Ocurre algo?.

– Oh no es nada solo quería visitarte antes de ir hacia donde mi hermano.

– Me alegra que te estés llevando bien con tu hermano.

– Claro después de todo es mi hermano.

– Es natural que me lleve bien con el.

– Eso es cierto cariño.

Clara no se imaginaba que Lilit aceptaría rápidamente a Nathan como su hermano.

– Solo pensé que podría no gustarte la idea de que tu padre tuviese otro hijo.

– Al principio fue así.

– Pero después lo tome con calma.

– Y pensé que seria bueno tener un hermano mayor.

– Me da mucho gusto que pensaras positivamente.

Lilit solo le sonrió a su madre.

– Oh por cierto madre te iba a pedir algo.

– Claro que deseas cariño.

– Oh, no es nada en especial.

– Solo, te quería pedir que dejaras a Marie como mi sirvienta exclusiva.

– Por supuesto si te gusta puedes hacerlo.

– Gracias madre.

– De nada cariño .

– Oh y también te iba a decir que si podrías mandar una carta al Marqués Bonner para que su sobrino viniera en estos días para ver lo de las clases.

– Oh cariño, pero todavía es muy pronto para que empieces de nuevo con las clases de espada.

– Pero madre ya repose el tiempo que el doctor me dijo.

– Mm y ¿Por qué no esperas a que tu padre regrese?.

– Mi padre va llegar dentro de tres o cuatro días.

– Esta bien hablare con el Marques para que envié a su sobrino al ducado.

– Si gracias madre.

– Eres la mejor.

– Bueno me voy ya que voy a desayunar con mi hermano.

– Claro, ve cariño.

– Adiós madre.

– Adiós querida.

Lilit salió del estudio de su madre para dirigirse hacia el anexo.

Marie de camino hacia donde estaba Nathan escuchó a las sirvientas del anexo expresarse mal de Nathan.

– Ese niño ilegitimo tiene suerte de que la princesa y la Gran duquesa lo favorezcan.

– Si tienes razón, si no fuera por eso ese niño ni siquiera estuviera aquí.

– Jajaja.

– A parte al duque no le agrada ese niño, lo mejor será que se mantenga lejos de la princesa.

– Si , si sigue estando cerca de la princesa el estatus de la princesa se vera dañado.

– Jajaja.

Marie al escuchar todo eso ya se imaginaba como trataban a Nathan.

Pero no se quedó callada.

– ¡Hey!, ustedes que es lo que están diciendo.

Las sirvientas se asustaron pero al ver que solo era una niña se relajaron.

Marie era solo un año mayor que Lilit.

– Solo decimos la verdad, ese niño ilegítimo no tiene derecho de ser comparado con la princesa.

– Cierto jajaja.

– Acaso están locas, si la princesa las escuchara tengan por seguro que las echaría de inmediato.

Contestó Marie al ver que las sirvientas no paraban de decir cosas desagradables.

– ¿Quién te crees tu para amenazarnos?.

– Solo eres una simple niñita.

– La princesa no esta aquí así que no se va a enterar de lo que pasa aquí.

– Cierto, si tu le dices algo te va a ir muy mal.

Lilit se detuvo por que vio a Marie hablar con unas sirvientas.

Así que se acerco en silencio para escuchar de que hablaban.

Pero no le gusto nada lo que había escuchado.

– ¿Qué es todo este alboroto?.

Todo se quedo en silencio cuando Lilit hablo.

Las sirvientas solo agacharon la cabeza.

– Les pregunte que por que hacen un escandalo en el lugar donde vive el joven maestro de este lugar.

– N-no queríamos molestar.

– S-solo estábamos platicando.

– Marie ¿que sucede?.

Las sirvientas quedaron en shock cuando se enteraron de que Marie no era solo una sirvienta.

– E-eso señorita ellas….

– Habla Marie, dime que es lo que paso.

– Ellas estaban insultando al joven maestro.

Lilit miro a las sirvienta con una mirada escalofriante que se parecía a la del duque cuando se enojaba.

Las sirvientas solo se quedaron calladas.

– ¡Guardias!.

Grito Lilit para que vinieran y las sacaran de la mansión.

– ¿Qué ocurre princesa?.

– Saquen de aquí a estas cosas desvergonzadas.

– ¡Princesa por favor perdónenos!.

– ¡No lo volveremos a hacer!.

La sirvientas suplicaban que Lilit las perdonara.

– Claro que no lo volverán a hacer, ya que están despedidas.

– ¡Por favor princesa no nos haga esto!.

– Eso lo hubieran pensado antes de hablar sin cuidado.

– Sáquenlas.

– Si princesa.

Los guardias sacaron a las sirvientas.

– Vamos Marie, vayamos a ver a mi hermano.

– Si señorita.

Todos se quedaron impresionados, al ver la actitud de Lilit que tan solo era una niña de 12 años.

– Buenos días Joven maestro.

Marie se inclino y saludo a Nathan.

– Hola buenos días hermano.

– Hola Lilit.

Contesto Nathan ya con mas confianza que la primera vez.

– No pareces de buen humor ¿paso algo?.

Preguntó Nathan.

– Si, de echo si paso algo .

– Alguien vaya y reúna a todos los sirvientes que trabajan en el anexo, y a los que atienden al joven maestro.

– S-si ahora mismo princesa.

– ¿Qué pasa Lilit?.

– ¿Por qué tan de repente?.

– Hermano ¿Cómo te tratan los sirvientes?.

Nathan se quedo en silencio.

– Lo suponía.

– P-pero Lilit, no solo por eso tienes que agobiarte.

– Ellos…. Ellos tienen sus razones del por que me tratan así.

– Y-yo, yo solo soy un niño que llego diciendo que era hijo del Gran duque, y cause un gran escandalo.

– Además ellos están trabajando de mas por mi culpa.

Dijo Nathan justificando la actitud de loa sirvientes hacia el.

Al escuchar esto Lilit se enojo aun más.

– ¡No!, no de ves pensar de esa forma hermano.

– Si ni siquiera nuestro padre te trata así, que derecho tienen unos simples sirvientes a tratarte de esa forma.

– Nunca olvides que eres el único hijo del Gran duque Ingeel.

– Nadie en esta casa puede faltarte al respeto, Ni la Familia Imperial se atrevería a rechazar a un miembro de nuestra familia.

Con eso Lilit termino de hablar.

Pasaron 20 minutos y ya todos los sirvientes estaban reunidos.

– Como pueden ver los convoque aquí para hablar sobre un asunto serio.

Los sirvientes se miraban entre si para ver si alguien sabia lo que pasaba.

– Sobre lo que quiero hablar es del trato que le están dando al joven maestro de esta mansión.

Todos se estremecieron al escuchar eso.

– Por lo que veo, no lo están tratando como a un miembro de la familia Ingeel.

– Pero no tolerare que esto siga pasando.

– A cualquiera que se le ocurra hablar maliciosamente sobre mi hermano será echado de la mansión.

– Así aprenderán a que no pueden estar hablando de su amo tan libremente.

– Así que conozcan su lugar y solo hagan lo que les corresponda hacer.

Así Lilit dio una advertencia a todos de que si trataban mal a su hermano el precio a pagar era alto.

– Bien eso era todo, se pueden ir.

– Y, ya pueden servir el desayuno.

– Si princesa.

– Vamos hermano vayamos al comedor.

Nathan se sintió protegido por Lilit ya que nunca nadie lo había defendido.

– Gracias por lo que hiciste.

– No tienes que agradecer solo hice lo que tenía que hacer.

– Es inaceptable que tus propios sirvientes te traten como si no fueras nada.

– De todos modos gracias Lilit.

Lilit sonrió alegremente y se dirigió hacia el comedor.

Estando ya en el comedor Lilit pidió que ya sirvieran el desayuno.

– Marie pídeles que ya sirvan la comida.

– Si señorita.

Marie se dirigió hacia la cocina para dar las indicaciones de Lilit.

– Ya pueden ir sirviendo la comida para la princesa y el joven maestro.

– Claro en unos minutos llevamos la comida.

Mientras Marie se fue Lilit aprovecho para hablar con Nathan.

– ¿Qué tal te esta yendo en las clases?.

– Oh me esta yendo muy bien, ya eh aprendido mucho sobre la etiqueta y sobre otras cosas.

– Me alegro de escuchar eso.

– ¿Qué tal te tratan los maestros?.

Dada la situación con los sirvientes del anexo no era raro que algunos maestros también lo trataran de una manera inferior.

– Ellos son muy buenos conmigo.

– Es todo gracias a la Gran Duquesa.

– Ella los mando.

Si supongo que mi madre le advirtió que no fueran engreídos delante de mi hermano.

Pensó Lilit.

– Si, madre tiene muy buen ojo con los maestros que elije.

Así hablaron un rato hasta que llego Marie.

– Listo señorita ya están trayendo los platillos.

– Gracias Marie.

– No tiene que agradecer ese es mi trabajo.

Contesto Marie con una sonrisa.

No tardo mucho y llegaron los platillos para que comieran.

– Oh esto se ve increíble ¿no lo crees hermano?.

– Por supuesto se ve increíble.

Pasaron un rato comiendo y charlando hasta que Lilit se tuvo que ir por que le tocaban clases sobre geografía.

– Me divertí mucho hoy.

– Pero me tengo que ir.

– Me alegro de que te hayas divertido hoy.

Contesto Nathan con una sonrisa.

– Bueno me voy vendré otro día a visitarte hermano.

Lilit se despidió con un abrazo.

Nathan se sorprendió por el abrazo repentino de Lilit.

Y se puso nervioso.

– S-si me a-alegraría que vinieras de n-nuevo.

Lilit solo río al ver como había reaccionado Nathan.

Y se fue.

Transcurrió la tarde y Lilit había terminado todas sus clases.

Así que fue a ver a su madre.

– Madre.

– Oh, Lilit cariño pasa.

– ¿Estas muy ocupada?.

– Un poco cariño ya que tu padre se fue tengo mas trabajo que hacer.

– Ya veo.

– Entonces no te quitare mucho tiempo.

– Solo venia a ver si el Marques ya había respondido a la carta que enviaste.

– Oh, sobre eso .

– Si contesto rápidamente, y dijo que enviaría a su sobrino mañana a la hora del almuerzo.

– Oh, que bien ya estoy ansiosa por sostener la espada de nuevo.

– Me alegro de que estés feliz pero cariño no te exijas demasiado.

– Me preocupa que vuelvas a recaer.

– No te preocupes madre no voy a exagerar en el entrenamiento.

– Solo voy a practicar lo necesario.

– Bien confió en ti querida.

– Si madre.

– Tu tampoco te exijas demasiado te podrías enfermar.

– Así que procura cenar bien esta noche.

– Por supuesto cariño, lamento no poder pasar tiempo contigo y con tu hermano.

– Pero cuando regrese tu padre lo compensare.

– Esta bien madre, se que estas ocupada.

– Así que ya me voy.

– Voy a tomar un baño antes de la cena.

– Descansa bien cariño.

– Tu igual madre.

Lilit salió del estudio y se dirijo a su habitación.

– Marie prepara el baño.

– Con gusto señorita.

Lilit espero unos minutos hasta que Marie aviso que ya podía entrar al baño.

– Esta echo señorita, ya puede pasar.

– Gracias Marie.

– Mientas me baño trae la cena a mi habitación que sea algo ligero.

– Claro señorita en un momento se lo traigo.

Lilit se metió a la bañera y disfruto el agua caliente.

Pasaron unos cuantos minutos y Marie ya estaba de regreso.

– Ya estoy aquí señorita.

– Su cena esta servida.

– En un momento salgo.

Grito Lilit desde el baño.

Lilit salió de la tina de baño se puso su ropa para dormir y comió su cena tranquilamente.

– Estoy satisfecha ya ge puede retirar Marie.

– Que descanse bien señorita la veo mañana.

Esa noche Lilit durmió plácidamente.

Durmió tan bien que despertó un poco tarde.

Despertó tan tarde que se perdió sus tres primeras clases de la mañana.

– Oh Marie, ¿Por qué no me levantaste?.

– Lo siento señorita la Gran Duquesa vino a verla por la mañana y como usted dormía tan cómodamente dio la orden de que no la despertáramos.

– Oh no ya casi es hora de reunirme con el sobrino del Marqués.

– Vamos Marie ayúdame a arreglarme.

– Si señorita.

Lilit hoy se vistió con ropa cómoda para entrenar ya que hoy volvería a usar la espada.

Llevaba uno shorts arriba de la rodilla, calcetines largos que cubrían por encima de su rodilla, una camisa blanca y su cabello recogido en una coleta .

– Vallamos hacia el campo de entrenamiento.

– Si señorita pero no camine también rápido podría lastimarse.

– Si camino lento voy a llegar aun mas tarde.

Por fin Lilit había llegado al campo de entrenamiento.

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Lecris

Lecris

y el hermano porque no entrena también

2023-05-12

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